BODAS DE ORO EN NUESTRA ARQUIDIOCESIS

Durango, Dgo., 7 de junio del 2010.- La Arquidiócesis de Durango, se une en la alegría por la celebración de las bodas de oro de un grupo de sacerdotes que han servido a la Iglesia Diocesana fervientemente durante 50 años. Ellos son: Pbro. Humberto Álvarez, Pbro. José Francisco Parra Arana y Pbro. Jesús Rendón Ayala. Oremos por estos valiosos sacerdotes que nos regalan este extraordinario don en sus personas.

El sacerdote es el primer enviado para cumplir la misión de anunciar la Buena Nueva hasta los confines de la tierra. El sacerdote es animador de la comunidad cristiana, los reúne y los mantiene en la unidad en el nombre del Señor, los hace tomar conciencia de bautizados y los encamina a la edificación de la comunidad, los motiva a desempeñar la misión y a ser testigos  de los valores cristianos.

El sacerdote tiene su identidad en la caridad del Padre por la acción del Espíritu Santo, y está unida sacramentalmente al Hijo, enviado por el Padre como Sumo Sacerdote y Buen Pastor para continuar la vida y la acción del mismo Cristo en la comunidad eclesial. En cuanto a su ser y quehacer, los sacerdotes son consagrados y destinados a apacentar al pueblo de Dios, según el grado que cada uno desempeña en persona de Cristo Cabeza.

Este insigne grupo de presbíteros, se ha distinguido por entregar a la Iglesia Diocesana un fructífero testimonio de entrega total. Ellos se han constituido en verdaderos maestros, como Pastores y guías en esta Iglesia local.

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