FESTIVIDAD DE JESUCRISTO SUMO Y ETERNO SACERDOTE

Este jueves 27 de mayo, la Iglesia católica celebra la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, misma que se recuerda cada año el jueves posterior a la Solemnidad de Pentecostés. Esta fiesta tiene su origen en la celebración del sacerdocio de Cristo que se introdujo

en algunos calendarios y que tras la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II fue impulsada por la Congregación de Hermanas Oblatas de Cristo Sacerdote. La celebración se impuso en España en 1973 con la aprobación de la Sagrada Congregación para el Culto Divino. Y principalmente, se recuerda y hace énfasis en el orden del sacerdocio, pues los sacerdotes han de ser como Cristo: sacerdotes y víctimas. Los sacerdotes de la Antigua Alianza sacrificaban en el altar animales, pero no se sacrificaban ellos, de igual manera hoy en día los sacerdotes siempre deben tener un sacrificio, así como Cristo se sacrificó a sí mismo. El sacerdote perdona los pecados, es instrumento de la misericordia de Dios. En un mundo lleno de rencores y envidias, el sacerdote es portador del perdón. Está siempre dispuesto a recibir confidencias, descargar conciencias, aliviar desequilibrios, a sembrar confianza y paz. Oremos por todos los sacerdotes del mundo, para que Dios les continúe bendiciendo en su camino misionero y evangelizador.