Casas del Seminario

Desde sus inicios el Seminario de Durango tuvo por sede lo que hoy se conoce como el Edificio Central de la Universidad Juárez, sin embargo, en el año de 1860, el Gobierno Civil de ese entonces expulsó al Seminario de este inmueble. Ante esta situación, la Diócesis, quien desde la expulsión de los jesuitas ya había tomado la conducción de la institución, inició inmediatamente la construcción del nuevo edificio, que actualmente es ocupado por la comandancia de la Décima Zona militar -calle Hidalgo y Aquiles Serdán -.

En este inmueble se continuó con la labor de formación de los sacerdotes diocesanos, además se construyó la capilla de San Martín, que daba un cuerpo integral a la preparación de los seminaristas, sin embargo, las dificultades continuarían.

Con la época revolucionaria y la etapa de persecución religiosa en México, vino un nuevo vendaval para la institución seminarista; y en 1926 el Gobierno Federal expropio el inmueble del Seminario, que provocó otra emigración dela institución. Entre 1926 y 1934, dadas las circunstancias de inestabilidad política y aun con los esquemas de persecución contra la Iglesia Católica, el Seminario provisionalmente fue instalado en la Hacienda o Casa de la Trinidad, inmueble que actualmente está frente a la Facultad de Derecho de esta ciudad.

Luego, en 1959, la institución encargada de formar los sacerdotes diocesanos, fue instalada en lo que hoy alberga al Instituto de Estudios Superiores Fides et Ratio; y permaneció nueve años en este lugar.

Para 1968 inicio el proceso de construcción del Seminario Menor, encargado de recibir a los muchachos con vocaciones sacerdotales, pero que están en etapa de bachilleres. Actualmente el inmueble persiste y con un desarrollo importante en su construcción y en la formación de los estudiantes, se encuentra en la calle Francisco Zarco a un costado del templo de san José.

Y en el mismo año 1968 se inician las etapas de construcción de las aulas y la capilla del Seminario Mayor, en un terreno que se localizaba a las afueras de la ciudad, rumbo a lo que hoy es el boulevard Francisco Villa y donde estaba concentrado un importante núcleo de aserraderos. Para el 11 de marzo de 1975 se concluyó la construcción de la capilla del Seminario, y en esa misma fecha, el recinto religioso fue bendecido, según consta en los archivos que contienen la historia del plantel.

Desde sus orígenes esta institución dio cabida a estudiantes de diversas partes del país, pero principalmente de la parte norte. Por sus aulas han pasado muchas gentes que no llegaron a ser sacerdotes; pero la formación recibida ha dejado huella en sus vidas.