UNION FEMENINA CATOLICA MEXICANA

Durango, Dgo., 14 de julio de 2009. La Acción Católica Mexicana, es un organismo de laicos fielmente comprometidos  a vivir el Evangelio,  para ayudar a descubrir la vocación cristiana de cada uno de ellas, con especial vinculación a la jerarquía de la Iglesia. La componen cinco organismos que son: La Acción Católica de la Juventud Mexicana (A.C.J.M.), la Juventud Católica Femenina Mexicana (J.C.F.M.), la Unión de Católicos Mexicanos (U.C.M.), la Acción Católica de Adolescentes y Niños (A.C.A.N.) y la Unión Femenina Católica Mexicana (U.F.C.M.)

Esta última, La Unión Femenina Católica Mexicana, tiene como objetivo Evangelizar y Santificar a los hombres y mujeres de buena fe, para  formar cristianamente su conciencia, para que puedan llenar del espíritu del Evangelio las diversas comunidades y los diversos ambientes. El fin especifico,  es trabajar en la promoción y proyección de la mujer adulta, como miembro del pueblo de Dios y de la Patria.

A las socias se les entrega una tésera, que representa la credencial que les identifica como militantes, significa el compromiso adquirido con Cristo, con el pueblo de Dios y con el mundo; se renueva anualmente en la festividad de “Cristo Rey”.   La línea de trabajo abarca los aspectos de profundizar en la misión de la mujer,  para impulsar  su desarrollo integral y dar a conocer la misión de la mujer adulta y poder orientar su proyección apostólica hacia la promoción humana.

Esta importante asociación está adherida al Plan Diocesano de Pastoral y participa activamente en la misión Diocesana. La integran  grupos parroquiales, filiales, de esposos y madres jóvenes. Su lema es: “restaurarlo todo en Cristo”, y su patrona es la santísima virgen de Guadalupe. Del año pasado a la fecha, se cuentan aproximadamente con 3,500 socias integrantes de esta organización, incluyendo a la Diócesis de Gómez Palacio.

Cabe destacar que desde hace  muchos años, en la vida de las parroquias, ha sido la presencia de la Acción Católica la que le ha dado una gran viveza en el campo de la pastoral. El testimonio de muchísimas personas que han trabajado arduamente en la Acción Católica es fundamento en el buen caminar de las comunidades parroquiales de toda nuestra Arquidiócesis. A todas las personas, pero en este caso, a todas las mujeres que han trabajado con amor y decisión por la fe, y que hoy por hoy siguen trabajando, hacemos público un gran reconocimiento de gratitud.