Renuncia y Nombramiento

El lunes pasado, la Santa Sede publicó la aceptación de la renuncia al cargo de Obispo Auxiliar de Durango, que en tiempo y forma presentó Mons. Juan de Dios Caballero Reyes, al cumplir setenta y cinco años de edad, (actualmente tiene setenta y siente años cumplidos).
Mons. Caballero nació en Canatlán el 23 de junio de 1931; se formó en nuestro Seminario y estudió espiritualidad en la Pontificia Universidad Gregoriana, fue ordenado Presbítero en Catedral el 31 de octubre de 1954, sirviendo como Prefecto de disciplina, Director Espiritual, Maestro, Vicerrector y Rector del Seminario, Párroco de Ntra. Sra. de Lourdes y de Juan Aldama, y Secretario Canciller de la Curia Diocesana. El 21 de septiembre de 1978, fue consagrado Obispo de Huejutla y colaboró en diversas Comisiones Episcopales; El 18 de noviembre de 1993, fue trasladado a Durango como Obispo Auxiliar.
Mons. Caballero dejará de ser Ob. Auxiliar y Vicario General; dejará igualmente algunas encomiendas, como la Comisión del Clero y la asistencia presbiteral al Movimiento de Renovación Católica en el Espíritu Santo; pero continuará atendiendo otras tareas como la atención a las Oblatas, Vicario de las Religiosas de clausura, y seguirá asistiendo a diversas reuniones diocesanas.
En nombre propio y de la Arquidiócesis, expreso nuestro cordial y sincero reconocimiento de su testimonio de vida y de ministerio, edificantemente vividos entre nosotros como persona, como seminarista, como Presbítero y como Obispo. Así mismo, le estamos cordial y sinceramente agradecidos. Les ruego que en lo sucesivo le sigan invitando a fiestas patronales, celebraciones sacramentales y retiros espirituales, lo cual será un gran apoyo a su servidor. Honor a quien honor merece: pueden comunicarse con él para expresar su gratitud personal, simpatía y veneración a los teléfonos: of. 618/8114242, 8112466, fax 8128881; dp 8111160; cel 618-8151329.
También con religiosa y eclesial alegría, hago de su conocimiento que, la Santa Sede ha nombrado al P. Enrique Sánchez Martínez, nuevo Obispo Auxiliar de nuestra Arquidiócesis. ¡Felicidades y bienvenido!
Mons. Enrique nació el 2 de diciembre de 1960 en Cuencamé, Dgo. recibió su formación Presbiteral en nuestro Seminario y luego estudió Sociología en la Pontificia Universidad Gregoriana; fue ordenado Presbítero el 29 de junio de 1986; varios años fue maestro del Seminario; fue ecónomo del Seminario y de la Arquidiócesis; sirvió a los Movimientos de Encuentros matrimoniales y Encuentro de Novios; fue Capellán de dos Comunidades de Religiosas; Párroco de Río Grande y Vicario Regional de Pastoral para las Parroquias zacatecanas de nuestra Arquidiócesis.
Alegrémonos por este don gratuito de Dios, como es el Episcopado a un hijo de una familia duranguense, a un exalumno de nuestro Seminario, a un miembro de nuestro Presbiterio y de nuestra Arquidiócesis. Mons. Enrique será ordenado Obispo el 10 de octubre próximo en esta Ciudad por el Sr. Nuncio Apostólico Mons. Christophe Pierre. Pueden felicitarlo a los teléfonos: 498/9820187; Cel. 498/1009103.
Dando gracias a Dios, que estos acontecimientos, alimenten nuestra vida cristiana y nos impulsen en nuestro proceso evangelizador y misionero.
Durango, Dgo. 27 de julio del 2008.
Héctor González Martínez
Arz. de Durango.

A Todos en la Arquidiócesis

Les saludo con felices augurios de gracia y paz.
En nombre de la Arquidiócesis, con sincera gratitud hacia Mons. Juan de Dios Caballero Reyes, hago de su conocimiento que la Santa Sede le ha aceptado la renuncia presentada al cumplir 75 años de edad (ahora tiene 77 años cumplidos). La Arquidiócesis le está cordial y sinceramente reconocida de su testimonio de vida y ministerio edificantemente vividos como Presbítero y como Obispo entre nosotros. Mons. Caballero dejará de ser Ob. Auxiliar y Vicario General; dejará igualmente la Comisión del Clero y la asistencia espiritual del Movimiento de Renovación Católica en el Espíritu Santo. Pero seguirá atendiendo a las Oblatas, como Vicario de las Religiosas de clausura, participará en las reuniones del Consejo Presbiteral, de la Junta de Pastoral y de Provincia; siempre que pueda participará en las reuniones semanales del Consejo de Gobierno. Continuará en sus anteriores funciones hasta el 10 de octubre.
Recomiendo encarecidamente a todos que le manifiesten gratitud personal, simpatía y veneración; sus teléfonos son: of. 618/8114242, 8112466, fax 8128881; dp 8111160; cel 618-8151329. Igualmente le ruego encarecidamente que en lo sucesivo le sigan invitando a sus Parroquias para fiestas patronales y celebración de la Confirmación; ello será un gran apoyo a su servidor.
También con religiosa y eclesial alegría, hago de su conocimiento que, para cubrir su lugar, la Santa Sede ha nombrado al P. Enrique Sánchez Martínez Obispo Auxiliar de nuestra Arquidiócesis. Alegrémonos por este don gratuito de Dios, como es el Episcopado a un hijo de una familia duranguense, a un exalumno de nuestro Seminario, a un miembro de nuestro Presbiterio y de nuestra Arquidiócesis.
El P. Enrique permanecerá un mes más en la Parroquia de Río Grande y será ordenado Obispo el 10 de octubre próximo en esta Ciudad por el Sr. Nuncio Apostólico Mons. Christophe Pierre. Habitará en el Seminario Menor. Cordialmente les encarezco felicitar a Mons. Enrique; sus teléfonos son 498/9820187; Cel. 498/1009103.
Tributando infinitas gracias a Dios, los motivos de la presente Circular, alimenten nuestra vida cristiana y nos impulsen en nuestro proceso evangelizador y misionero.
Aftmo. en Xto.
Durango, Dgo. 21 de julio del 2008.

Héctor González Martínez
Arz. de Durango
Mariano Alberto Villalobos Salas
Secretario-canciller

El Liberalismo de John Locke (Pt 2)

EL LIBERALISMO DE JOHN LOCKE (2)
Hace ocho días, repasando el concepto de Locke sobre el estado de libertad natural al existir pasiones humanas desordenadas, la ausencia de una autoridad en el estado de naturaleza, ocasiona que algunos no obedezcan la ley natural y esto obliga a cada individuo a hacerse justicia por su cuenta.
Se crea así un estado de conflicto que origina el pacto social, es decir, “ponerse todos de acuerdo para entrar a formar parte de una sola comunidad y de un solo cuerpo político”, para terminar con los enfrentamientos. El hombre es social por naturaleza, pero en la sociedad del estado de naturaleza carece de elementos esenciales a una sociedad y es previa a un cuerpo organizado como sociedad política.
En el acuerdo es básico el consenso en una convención que dé lugar a una sociedad que permita una vida cómoda, segura, pacífica y un goce tranquilo de los propios bienes. Esta sociedad civil tiene como fin la salvaguardia de los derechos naturales a la vida, la salud, la libertad, la propiedad. La tierra antes de ser trabajada, pertenece a toda la humanidad; al trabajar una parte para obtener los bienes necesarios, esa parte y lo producido se convierten en propiedad del que la trabaja.
El trabajo productivo manifiesta la racionalidad humana y es el fundamento de la propiedad privada, que es connatural al hombre. La energía vital del hombre se expande en la laboriosidad y productividad de los individuos, quienes aumentando los bienes propios amplían su autonomía y su libertad.
La comunidad política surgida del pacto social, defiende los derechos ciudadanos estableciendo mediante el consenso general, una ley política, un juez reconocido y un poder que garantice el cumplimiento de las leyes. El alma de todo ello es el poder legislativo. En separación de poderes, estos deben limitarse y controlarse mutuamente; el poder legislativo debe obedecer a la ley natural.
En la Epistola sobre la tolerancia (1689), Locke habla de la Iglesia y el Estado como dos sociedades distintas: la primera es una sociedad libre que se reúnen mediante un mutuo acuerdo para servir públicamente a Dios y que debe exhortar y aconsejar, pero no coaccionar; el Estado, se ocupa de los bienes civiles, no debe inmizcuirse en los asuntos religiosos, pero puede ser intolerante ante las doctrinas que pongan en peligro la conservación del poder civil.
En La razonabilidad del Cristianismo (1695), presenta su vivión de la religión cristiana: la revelación es necesaria, refuerza la ley de la razón o ley natural; el Credo mínimo consiste en creer que Jesús es el Mesías, quien, mediante la revelación evangélica, nos ha transmitido una ley moral universal.
En 1697 escribirá, “la Sagrada Escritura, es y será siempre, la guía constantes de mi asentimiento; y yo la escucharé siempre, porque contiene la inefable verdad respecto a las cosas de la máxima importancia. Quisiera que se pudiera decir que nos hay misterios en ella; pero debo reconocer que para mí, lo hay y temo que los habrá siempre. Donde me falta la evidencia de las cosas, encontraré un fundamento suficiente para creer: Dios ha hecho esto”.
Durango, Dgo. 20 de julio del 2008. Héctor González Martínez.
Arz. de Durango

El Liberalismo de John Locke (Pt 1)

EL LIBERALISMO DE JOHN LOCKE (1)
John Locke nació en Inglaterra en 1632. En 1652 inicia la carrera eclesiástica, obteniendo los títulos de bachiller y de maestro de artes en la Universidad de Oxford; para 1659 ya enseña griego, retórica y filosofía moral. Luego abandona la carrera eclesiástica y estudia medicina, ciencias naturales y química. Ronda por Londres, Oxford, Francia, Londres, Holanda, Inglaterra y muere en 1704.
En el Ensayo sobre el entendimiento humano, posterior a 1689, Locke se pregunta sobre el alcance de nuestro entendimiento: qué cosas podemos conocer y con cual grado de certeza; ello, con finalidad eminentemente práctica: conociendo los límites del conocimiento, se podrá emplear la mente en cosas útiles, remedio para la pereza y el escepticismo. Se trata de conocer metodológicamente las cosas necesarias para una vida conveniente a la naturaleza humana. Pero, el método está al servicio del auténtico fin de la Filosofía de llevar una vida digna, con paz y felicidad.
En filosofía política, lo más importante son los dos Tratados sobre el gobierno civil. Trata de demostrar que la formación y la conservación del poder político y de la organización política de la sociedad, se basa en la naturaleza humana y en el consenso ciudadanos, no es el derecho divino ni en el poder tradicional de los padres de familia. En su propuesta de organización civil, Locke pretende asegurar los derechos individuales de los ciudadanos, y con este fin limita el poder político.
Concepto importante de esta propuesta política es el concepto de ley natural, no innata, conocida a través de la experiencia sensible, como regla moral obligatoria, y que tiene a Dios por autor. Siendo conforme con la razón, esta ley natural es conveniente al hombre al formar una comunidad.
Para Locke, el estado de naturaleza consiste en un estado de libertad, regulado por la ley natural en donde reina la igualdad: “siendo todos iguales, ninguno debe causar daño a los demás en la vida, la salud, la libertad y las propiedades”. En este estado, la única ley que tiene validez es la ley natural.
Por eso, la libertad natural radica en “no estar sometido a ningún otro poder superior en la tierra, y no encontrarse bajo la voluntad y la autoridad legislativa de ningún hombre, y no reconocer ninguna ley que no sea la natural”.
Pero, existiendo pasiones humanas desordenadas, la ausencia de una autoridad en el estado de naturaleza, ocasiona que algunos no obedezcan la ley natural y esto obliga a cada individuo a hacerse justicia por su cuenta.

Durango, Dgo. 13 de julio del 2008.
Héctor González Martínez
Arz. de Durango

El Liberalismo

Desde la entrega del 8 de junio, anuncié tratar las principales ideologías políticas del liberalismo, del nacionalismo, del marxismo y del cientismo. Iniciemos describiendo sumariamente los criterios que están a la base de los distintos liberalismos de John Locke, Adam Smith, Humbolt y Constant, Alexis de Toqueville, Bentham y Mill.
Tomando en cuenta la explicación del 8 de junio sobre ideología, entendemos por liberalismo, un modo de pensar ideológico; por democracia liberal, la manifestación político-institucional de esta ideología; por capitalismo, un sistema económico ligado a dicha ideología.
Sus raíces, se pueden encontrar en la reflexión filosófica sobre la tolerancia surgida después de las guerras europeas de religión del siglo XVI. Así, la libertad política de los modernos tendría como base el principio de tolerancia que propuso el diálogo en vez del enfrentamiento entre las diversas formas de enfrentar lo divino y su relación con el mundo.
El principio de tolerancia, se irá definiendo y precisando; el diálogo será el procedimiento de una comunidad que se defina como liberal. De la tolerancia religiosa se pasó a la tolerancia política; y para asegurar la tolerancia fue preciso asegurar la neutralidad del Estado ante las creencias y ante las actividades privadas de los ciudadanos. Este principio llevó a distinguir entre el Estado y la Sociedad civil; esta distinción hace que se vea a la sociedad civil como el lugar de la libertad, de la creatividad, de la espontaneidad y hasta del desorden; y al Estado, como el lugar de la autoridad, del conformismo, de la burocracia, y de la rigidez institucional. Liberalismo entonces, es “el arte de separar” entre lo público y lo privado.
El Liberalismo político clásico se caracteriza también como teoría de los límites del Estado; en abierta critica contra la monarquía absoluta, intenta encontrar los medios por los cuales el Estado no pueda violar los derechos individuales de los ciudadanos. Tales medios son la representación política de los ciudadanos, la separación y limitación de los poderes políticos, y un estado de derecho de la organización política que garantice a la libertad de cada no a coexistir con la libertad de todos.
El fondo de estos enunciados políticos es una antropología o concepción de la naturaleza humana de carácter individualista. Las leyes y las instituciones jurídicas inventadas por el hombre para afrontar las necesidades humanas no gozan de la sanción divina, y faltando esta como punto fundamental de referencia, para resolver las diferencias, se recurre al criterio de la mayoría. Pero, esta mayoría es sólo representativa, al estar constituida por ciudadanos que tiene derechos políticos, élite económica y cultural.
A la libertad religiosa y política se unió la libertad económica. El mundo de la economía ha de permanecer fuera del poder estatal; las leyes del mercado gasten para crear riqueza, para satisfacer las necesidades materiales de los hombres y para progresar económicamente en forma continua. En la evolución histórica de este liberalismo económico influyen otros factores como la mecanización industrial tecnológica, y moralmente una actitud de materialismo práctico.
La aplicación de este modelo político agrava la situación de desigualdad. El proceso de industrialización y la no intervención del Estado, provoca la creación de una aristocracia capitalista y de una masa de pobres e indigentes.
Durango, Dgo. 6 de julio del 2008. Héctor González Martínez
Arz. de Durango

A los Presbíteros de la Arquidiócesis

Reciban mi afectuoso saludo elevando plegarias por ustedes.
El Instituto Secular “Oblatas de la Santísima Trinidad por los Sacerdotes”, aparte de los fines señalados por el Derecho (CC 710-713), tiene como finalidad específica ofrecer a la Santísima Trinidad sus personas y sus vidas por la santificación de los Sacerdotes de todo el mundo.
Mons. Medel y su servidor expedimos los decretos correspondientes para aprobar la Obra, primero como Sociedad Eclesiástica y sus Estatutos provisionales; después, como Instituto Secular de Derecho Diocesano y sus Constituciones permanentes. Actualmente, el Instituto cuenta con 594 miembros en lista, en veintidós grupos en la Arquidiócesis.
Dentro de sus limitaciones, como la ancianidad y las enfermedades, las Oblatas buscan cumplir los fines señalados por el Derecho y de manera muy especial el fin señalado por su fundador Mons. Caballero. Él, muy frecuentemente les recomienda integrarse a su propia Parroquia y al trabajo en ella, como lo hacen muchas, gracias a Dios.
En esta circular les encarezco el cumplimiento fiel de las instrucciones siguientes:
1.- El fundador del Instituto es el Obispo Auxiliar Mons. Juan de Dios Caballero.
2.- Todos y cada uno de los grupos de Oblatas deberán ser grupos eclesiales y parroquiales.
3.- Los Párrocos o Capellanes serán Pastores y Asesores inmediatos de estos grupos, con la responsabilidad y el derecho de atenderlos en su retiro mensual, teniendo también la posibilidad de exponerles el tema conveniente y dar los avisos pertinentes. Igualmente, podrán siempre motivarles para integrarse más a la Pastoral Parroquial teniendo en cuenta la ancianidad de unas o las enfermedades de otras.
4.- En comunión y colaboración, Mons. Caballero, como fundador, podrá estar siempre presente en los retiros mensuales, para mantener viva la llama del espíritu propio del Instituto. Esto lo hará mientras le sea posible por causa de su creciente edad y de las futuras e inevitables enfermedades.
5.- Dispongo, pues, que en adelante haya un frecuente y fraternal diálogo entre los Presbíteros que tienen grupos de Oblatas en sus Comunidades y Mons. Caballero, para prevenir aspectos propicios al crecimiento de este Instituto en nuestra Arquidiócesis.
6.- Será muy conveniente que Mons. Caballero, previo el acuerdo con cada Párroco,
procure en lo posible, la formación de nuevos gripos en las Parroquias donde haya prospectas.
7.- Cuando sea necesario, el Arzobispo nombrará al nuevo superior del Instituto.
Termino con las palabras que dije en la Asamblea Arquidiocesana de las Oblatas:
“Oblatas: la Arquidiócesis cree en ustedes… la Arquidiócesis espera mucho de ustedes”.
Con afecto en Cristo y bendiciones para todos.
Durango, Dgo. 3 de julio del 2008.
Héctor González Martínez
Arz. de Durango
Mariano Alberto Villalobos Salas