Los Derechos y Deberes del hombre y de los pueblos

Unido al tema de los derechos se encuentra el de los deberes del hombre, que el Magisterio de la Iglesia lo ha señalado constantemente. Hay que recordar la recíproca complementariedad entre derechos y deberes, indisolublemente unidos, sobre todo en la persona humana que es su sujeto titular. Este vínculo presenta también una dimensión social: En la sociedad humana, a un determinado derecho natural de cada hombre corresponde en los demás el deber de reconocerlo y respetarlo. Constantemente la Iglesia ha subrayado la contradicción que existe en una afirmación de los derechos que no conlleve una responsabilidad: Por tanto, quienes, al reivindicar sus derechos, olvidan por completo sus deberes o no les dan la importancia debida, se asemejan a los que derriban con una mano lo que con la otra construyen (Cfr. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia).
El campo de los derechos del hombre se ha extendido a los derechos de los pueblos y de las Naciones, pues lo que es verdad para el hombre lo es también para los pueblos. El Magisterio recuerda que el derecho internacional se basa sobre el principio del igual respeto, por parte de los Estados, del derecho a la autodeterminación de cada pueblo y de su libre cooperación en vista del bien común superior de la humanidad. La paz se funda no sólo en el respeto de los derechos del hombre, sino también en el de los derechos de los pueblos, particularmente el derecho a la independencia.
Los derechos de las Naciones no son sino los “derechos humanos” aplicados a este nivel de la vida comunitaria. La Nación tiene un derecho fundamental a la existencia; a la propia lengua y cultura, mediante las cuales un pueblo expresa y promueve su “soberanía” espiritual; a modelar su vida según las propias tradiciones, excluyendo, naturalmente, toda violación de los derechos humanos fundamentales y, en particular, la opresión de las minorías; a construir el propio futuro proporcionando a las generaciones más jóvenes una educación adecuada.
La solemne proclamación de los derechos del hombre se ve contradicha por una dolorosa realidad de violaciones, guerras y violencias de todo tipo: en primer lugar los genocidios y las deportaciones en masa; la difusión por doquier de nuevas formas de esclavitud, como el tráfico de seres humanos, los niños soldados, la explotación de los trabajadores, el tráfico de drogas, la prostitución; también en los países donde están vigentes formas de gobierno democrático no siempre son respetados totalmente estos derechos.
Existe desgraciadamente una distancia entre la “letra” y el “espíritu” de los derechos del hombre a los que se ha tributado frecuentemente un respeto puramente formal. La Doctrina Social, considerando el privilegio que el Evangelio concede a los pobres, no cesa de confirmar que los más favorecidos deben renunciar a algunos de sus derechos para poner con mayor liberalidad sus bienes al servicio de los demás y que una afirmación excesiva de igualdad puede dar lugar a un individualismo donde cada uno reivindique sus derechos sin querer hacerse responsable del bien común.
La Iglesia, consciente de que su misión, esencialmente religiosa, incluye la defensa y la promoción de los derechos fundamentales del hombre, estima en mucho el dinamismo de la época actual, que está promoviendo por todas partes los derechos de las personas.
El compromiso pastoral de la Iglesia se desarrolla en una doble dirección: de anuncio del fundamento cristiano de los derechos del hombre y de denuncia de las violaciones de estos derechos. El anuncio es siempre más importante que la denuncia, y esta no puede prescindir de aquél, que le brinda su verdadera consistencia. La Iglesia confía sobre todo en la ayuda del Señor y de su Espíritu que es la garantía más segura para el respeto de la justicia y de los derechos humanos y para contribuir a la paz, para promover la justicia y la paz, para hacer penetrar la luz y el fermento evangélico en todos los campos de la vida social; a ello se ha dedicado constantemente la Iglesia siguiendo el mandato de su Señor.
Hoy iniciamos la Semana Santa con la celebración de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, así también hoy nosotros lo proclamamos ¡Bendito el que viene en nombre del Señor¡. Que las celebraciones centrales de nuestra fe cristiana nos animen a vivir el Evangelio en nuestras familias y en nuestros ambientes, con sobriedad, con alegría y en unidad y paz cristianas.

Durango, Dgo. 28 de Marzo del 2010. + Enrique Sánchez Martínez
Ob. Aux. de Durango
email:episcopeo@hotmail.com

DOMINGO DE RAMOS

Durango, Dgo., 28 de marzo de 2010.- El Domingo de Ramos abre solemnemente la Semana Santa, con el recuerdo de las palmas y de la Pasión; de la entrada de Jesús en Jerusalén y la liturgia de la palabra que evoca la Pasión del Señor en el Evangelio de San Marcos.

En este día, se entrecruzan las dos tradiciones litúrgicas que han dado origen a esta celebración: la alegre, multitudinaria, festiva liturgia de la iglesia madre de la ciudad santa, imitación de los que Jesús hizo en Jerusalén, y la austera memoria  de la pasión que marcaba la liturgia de Roma. Liturgia de Jerusalén y de Roma, juntas en nuestra celebración. Con una evocación que no puede dejar de ser actualizada.

Por un momento la gente revivió la esperanza de tener ya consigo, de forma abierta y sin subterfugios, aquel que venía en el nombre del Señor. Al menos así lo entendieron los más sencillos, los discípulos y gente que acompañó a Jesús, como un Rey. Era el anuncio del amor de un Dios que baja con nosotros hasta el abismo de lo que no tiene sentido, del pecado y de la muerte, del absurdo grito de Jesús en su abandono y en su confianza extrema. Era un anuncio al mundo pagano tanto más realista cuanto con él se podía medir la fuerza de la Resurrección.

La liturgia de las palmas anticipa en este domingo, llamado pascua florida, el triunfo de la resurrección; mientras que la lectura de la Pasión nos invita a entrar conscientemente en la Semana Santa de la Pasión gloriosa y amorosa de Cristo el Señor.

En este día, la Celebración a la entrada del Señor a Jerusalén y la Eucaristía  celebrada por el Sr. Arzobispo Don Héctor  González Martínez en el Sagrario Metropolitano Catedral, será a la 9:00 de la mañana. Deseando a todos los fieles católicos de nuestra Arquidiócesis que esta Semana Santa, constituya de verdad un espacio privilegiado para la reflexión, y la meditación de estos Misterios Santos, que por mucho son la esencia de nuestra fe.

Que la familia, siga siendo el gran santuario donde se promueve esta liturgia del amor, y que los padres como verdaderos maestros, puedan con su ejemplo motivar a los hijos a descubrir la gran riqueza de esta fe que profesamos y de esta esperanza que alimentamos.

EJERCICIOS ESPIRITUALES SALESIANOS

Durango, Dgo a, a 25 de marzo del 2010.- El Movimiento de Salesianos que dirige su presidente, el señor Alberto Gómez Gurrola, y su asesor espiritual, el presbítero Daniel Medina,  llevarán a cabo los ejercicios espirituales de este año.

 El señor Alberto Gómez, dijo que el objetivo de estos ejercicios espirituales, es que los muchachos vivan un encuentro personal con Dios,  mediante un esquema muy juvenil, a través de dinámicas y juegos, para que sea más atractivo y  enriquecedor, y añadió: «Después de  este encuentro los jóvenes se encuentran más preparados espiritualmente para vivir la Pascua Juvenil 2010».

 Agregó que 35 jóvenes pertenecientes a este movimiento, serán los encargados y coordinadores de estos ejercicios espirituales; estos tendrán lugar en  el Templo del Inmaculado Corazón de María en la Colonia Azcapotzalco, y la fecha será del 28  al 30 de marzo del presente mes, de 5:00 pm. a 8:00 pm. Será  Gratuito.

 

MISIONES DE SEMANA SANTA

Durango, Dgo., 25 de marzo de 2010. La Dimensión Diocesana de Pastoral Juvenil, convoco al curso de «Misiones Semana Santa 2010», al cual asistieron un importante número de  jóvenes de los grupos de Jornadas de Vida Cristiana de la escuela del Padre Casiano, grupo juvenil Juan Pablo II de Francisco I. Madero Dgo., y jóvenes de diferentes grupos del  Decanato Santa Teresita del Niño Jesús, así como integrantes del equipo diocesano de Pastoral Juvenil, para salir a comunidades lejanas y evangelizar a personas que no cuentan con el apoyo espiritual de un sacerdote.

El encargado del equipo de formación de la Pastoral Juvenil, Jesús Véliz, informó que la preparación a los jóvenes misioneros comenzó desde el 16 de febrero y estuvo a cargo del Pbro. Francisco Canales Samaniego, asesor diocesano. También se conto con el apoyo del Pbro.  José Guadalupe González Hernández, encargado diocesano de Ministerios Laicales, quien apoyó con la preparación de los participantes que serán enviados como ministros extraordinarios de la comunión. Para ello, se llevó a cabo un retiro en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de la Col. Hidalgo, el sábado 20 de Marzo. Al finalizar el retiro, se entregó una constancia de asistencia al curso, la cual acredita los conocimientos necesarios para ejercer las facultades de ministro extraordinario de la comunión.

Los equipos, desempeñaran su misión en la Parroquia de San Lucas Evangelista en San Lucas de Ocampo, en la Parroquia del sagrado Corazón de Jesús de la Col. Hidalgo Dgo., en la Parroquia de  Santa María de Guadalupe de Guadalupe Victoria Dgo., en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Francisco I. Madero y el Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana escuela del Padre Casiano, que se trasladará a la Sierra norte de Puebla. Todos ellos, saldrán el 26 de marzo y regresarán hasta el próximo 5 de abril… «Esperamos contar con sus oraciones para cumplir con la misión encomendada», concluyó Jesús Véliz.

EL DÍA DEL NIÑO POR NACER

Durango, Dgo., 24 de marzo de 2010. El Secretario Canciller de la Arquidiócesis de Durango, presbítero José de la Luz Guerrero Haro, manifestó que en Argentina, Filipinas, Austria, Perú, y otros países más, se va extendiendo el día 25 de marzo como Día por la Vida de los Niños por Nacer; argumentando que también en nuestra Patria han apoyado los Caballeros de Colón, y otros grupos apostólicos y clubes sociales para que vaya tomando auge ésta celebración.

 «En la Iglesia celebramos con gran gozo el 25 de marzo, fiesta de la Anunciación de María, el día en que también se ha venido estableciendo como Día del Niño por Nacer, con el fin de que todos meditemos la importancia que tiene cuidar la vida humana desde el primer instante de la concepción», expresó el secretario canciller.

 Dijo que es un acto por la vida, de apoyo a la mujer encinta, de reconocimiento de que la vida comienza desde el momento de la concepción y por lo tanto es un respaldo a los derechos humanos del que todavía no nace. Es un acto conmemorativo para apoyar el «No al Aborto». Es un eco del Salmo 139, 13: «Señor, tú has creado mis entrañas, me has tejido en el seno de mi madre».

 El Papa Juan Pablo II, en su Encíclica «El Evangelio de la Vida», en el número 81, vierte enseñanzas bellísimas: » La vida humana, es don precioso de Dios, es sagrada e inviolable, y por esto, son inaceptables el aborto procurado y la eutanasia; la vida del hombre no solo no debe ser suprimida, sino que debe ser protegida con todo cuidado amoroso; la vida encuentra su sentido en el amor recibido y dado, en cuyo horizonte halla su plena verdad la sexualidad y la procreación humana; toda la sociedad se debe respetar, defender y promover la dignidad de cada persona humana, en todo momento y condición de su vida.

 Es este día 25 en referencia de la visita del Arcángel a María Santísima y la Concepción de Jesucristo en su seno virginal, requiere dar una importancia especial a los niños que estando en gestación mueren por causa de complicaciones durante el embarazo, debido a la mala salud y desnutrición y también a factores sociales de la madre. Este día, es una manera de crear conciencia pública sobre los males del aborto y poner fin a esa práctica; en México es la conmemoración anual para expresar el dolor de los niños inocentes abortados que nunca tuvieron la oportunidad de ver el esplendor de la creación de Dios y que nunca sintieron el calor del abrazo de su madre y la protección del padre, a lo que explicó el Padre José de la Luz: «También este día pretende servir como un despertar de aquellos que consideran el aborto como una forma de salir del embarazo en lugar de una bendición de una nueva vida. Como dicen nuestros Obispos en la reciente  exhortación pastoral del 15 de febrero pasado sobre la construcción de la paz, para la vida digna del pueblo de México, en el número 196: «En el proyecto de Dios, la familia tiene la misión de dar la vida, de acogerla, cuidarla, protegerla, promoverla, desde su concepción hasta su ocaso natural».

ROBO SACRILEGO A LA GALERIA EPISCOPAL DE CATEDRAL

La Arquidiócesis de Durango, informa a la comunidad duranguense, que el martes 23 del presente mes a las 10:00 a.m. la administradora de la Galería Episcopal de Catedral, y los guías custodios,  se percataron del ultraje y sustracción de algunas piezas de arte sacro que se exhibían diariamente al público en general. Siendo este importante tesoro cultural patrimonio de todos los habitantes de Durango.

Al hacer la inspección en compañía de las autoridades, se llego a la conclusión de que había ocho objetos faltantes, todos ellos de importante valía histórica, artística, cultual y material: 2 cálices, 3 ánforas de plata para los santos oleos llamadas «Crismeras», un Cristo de marfil de aproximadamente 70 centímetros, el cual fue desprendido de su cruz de madera, 2 jarrones medianos de porcelana china.

Desde el primer momento, se ha puesto la denuncia formal a las autoridades correspondientes. Ante tales hechos, la Arquidiócesis reprueba de manera firme este acto sacrílego, que atenta contra el patrimonio de nuestra Iglesia local, y que además es patrimonio cultural y artístico acumulado por los siglos de gloriosa historia de fe en este lugar, que es por mucho, nuestro primordial monumento histórico en la entidad y en el norte de nuestro país.

Estamos plenamente seguros, de que las autoridades le darán seguimiento estricto, hasta lograr esclarecer plenamente este deplorable evento. Nos unimos a la indignación de nuestra sociedad y estamos convencidos que esta fuerza que nos une, nos tiene que motivar para hacer de nuestra casa común un espacio privilegiado de corresponsabilidad compartida, particularmente en este importante rubro de la seguridad tan deteriorado en nuestros días.

Agradecemos, además todas las aportaciones que puedan contribuir al esclarecimiento de este ultraje sagrado a nuestra Catedral.

ANIVERSARIO DE ORDENACION EPISCOPAL

Durango, Dgo., 23 de marzo de 2010. Cada 24 de marzo, el Pastor de la grey católica, Señor Arzobispo Don Héctor González Martínez, cumple  un aniversario más de su ordenación episcopal. En esta ocasión el Excelentísimo Señor Arzobispo completa  28 años de fructífero servicio a Dios en su Iglesia.

Monseñor Don Héctor González, llega a la Arquidiócesis de Durango como pastor y guía, después de haber servido con generosa entrega en la Diócesis de Campeche y en la Arquidiócesis de Oaxaca. Es por eso, que su propuesta pastoral para nuestra Iglesia local, la fundamenta en su vasta experiencia sacerdotal y su profunda visión episcopal, como servidor del Evangelio para la esperanza del mundo, constituyéndose así, como un excepcional «vigía»,  epíscopo de la fe en aquel que lo ha constituido como siervo fiel en su viña, a saber Cristo Obispo y Buen Pastor.

 Desde su designación a esta Iglesia local de mártires y santos, su presencia ha llenado de gran luz el impulso sabio y amoroso de las acciones pastorales, que hoy por hoy representan para nuestro tiempo un parte aguas de sólida respuesta a las necesidades de los hombres y mujeres que peregrinamos por estas benditas tierras y conformamos en el aquí y el ahora la Iglesia de Jesucristo.

 Don Héctor González Martínez ha sido un Maestro autorizado en la Iglesia. El Obispo predica y enseña a través de la homilía, por medio de las cartas pastorales, de sus exhortaciones, de sus participaciones y de sus «episcopeos», dando luz a los acontecimientos propios de nuestro quehacer particular.

 Nuestro Arzobispo ha motivado a este pueblo de Dios con un claro proyecto pastoral de comunión invitándonos a caminar este sendero, pues la vocación de todo cristiano es conquistar la santidad, en este sentido estrictamente pastoral y espiritual, con la Escritura podemos afirmar, que Don Héctor González Martínez ha sido y es un Ángel para nuestra Iglesia particular.

El Obispo además, debe presidir a los fieles en la caridad; esa es la esencia de su autoridad. En nuestra Iglesia, nuestro pastor, nos ha acercado de manera diligente a estos verdes pastos de la Caridad en la Verdad. Con su guía pastoral hemos aprendido a recorrer el camino de la libertad y de la fidelidad al Evangelio de la vida que salva, que sana y dignifica a todo ser humano.

En nuestra Arquidiócesis, recorremos los caminos de una permanente renovación y actualización, que nos ha permitido seguir siendo la Iglesia de Jesús, capacitada para acoger en ella a los hombres y mujeres de buena voluntad que lo quieran conocer, amar e imitar.

TODOS A CUIDAR EL AGUA: ARQUIDIOCESIS

Durango, Dgo. 22 de Marzo del 2010. Al celebrar el día mundial del agua con gran interés y entusiasmo, nuestra Iglesia Diocesana se adhiere a esta celebración impulsada por su deseo de estar atenta a las necesidades de la gente, así lo expresó el presbítero Víctor Manuel Solís, vocero de la Arquidiócesis,  argumentando que en esto, esta Iglesia local desea imitar humildemente el gesto de su Salvador y Maestro, Jesús el Señor, que vino a traer vida abundante y digna para todos (Juan Jn. 10,10).

El también párroco de Santa Ana, dijo que en esta tarea de cuidar el agua, «…es una responsabilidad compartida de todos. Desde nuestra ubicación en el norte del país donde este elemento natural va siendo cada vez más escaso, nos motiva el hecho de que el agua es un derecho humano, cuyo uso y gestión es esencial para la vida humana. En este sentido, y en el criterio más amplio, el agua es en realidad un bien social, un bien medioambiental, y ahora en nuestro tiempo desgraciadamente un bien económico».

Respecto a la tarea de corresponsabilidad en el cuidado y administración del vital liquido abundo el sacerdote: «Hemos pues de estar atentos en esto que es nuestra casa común, nuestro planeta, para valorar y cuidar de manera responsable este bien tan preciado como es el agua. Es muy notorio cómo el hombre de hoy, amenaza y destruye su hábitat; se puede contemplar además cómo este recurso natural, es extraído y usufructuado bajo el régimen de una alta elevada dosis de corrupción, contribuyendo en el detrimento particularmente de los más pobres y de los campesinos…» expresó.

Por último, el dinámico sacerdote hizo esta exhortación: «Cuidemos el agua y usemos de ella con sensibilidad racional. Valoremos nuestro medio ambiente y contribuyamos a ser de él, esta casa común donde juntos podamos conseguir la más alta dosis de felicidad».

“La fuente última de los derechos humanos no se encuentra en la mera voluntad de los seres humanos, en la realidad del Estado o en los poderes públicos, sino en el hombre mismo y en Dios su Creador”

En este momento es de suma importancia hablar sobre los Derechos Humanos, ya que estos concretizan la realidad de la persona humana. Existe una problemática actual al plantear el fundamento de los derechos y cuáles son tales derechos. Es importante hablar de este tema, sobre todo por el momento que se vive en México; existen en nuestro país hechos concretos que exigen la vigencia de los derechos humanos: es un hecho el empobrecimiento de nuestra nación, este último año de crisis han aumentado drásticamente el número de pobres y más aún el número de mexicanos en extrema pobreza; otro hecho en nuestro país es la marginación social económica y cultural; otro hecho palpable es la inseguridad y la violencia; otro hecho es la discriminación; otro hecho en el que se manifiesta más clara y profunda la negación de los derechos humanos, es la negación de la libertad y de las libertades, la libertad de conciencia, de pensamiento, a la libertad de comunicación con los demás, libertad de expresión, libertad de organización social, etc. Últimamente se discute sobre el estado laico, y sobre la legitimidad de intervención de la Iglesia en las cuestiones sociales, algo que no se puede entender sin la libertad religiosa que es un derecho humano fundamental y universal.
La Iglesia ve en estos derechos la extraordinaria ocasión que nuestro tiempo ofrece para que se consoliden, y así, la dignidad humana sea reconocida más eficazmente y promovida universalmente como característica impresa por Dios Creador en su criatura. El Magisterio de la Iglesia no ha dejado de evaluar positivamente la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, proclamada por las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, que Juan Pablo II ha definido “una piedra miliar en el camino del progreso moral de la humanidad”.
La raíz de los derechos del hombre se debe buscar en la dignidad que pertenece a todo ser humano. Esta dignidad, connatural a la vida humana e igual en toda persona, se descubre y se comprende, ante todo, con la razón. El fundamento natural de los derechos aparece aún más sólido si, a la luz de la fe, se considera que la dignidad humana, después de haber sido otorgada por Dios y herida profundamente por el pecado, fue asumida y redimida por Jesucristo mediante su encarnación, muerte y resurrección.
Estos derechos son “universales e inviolables y no pueden renunciarse por ningún concepto”. Universales, porque están presentes en todos los seres humanos, sin excepción alguna de tiempo, de lugar o de sujeto. Inviolables, en cuanto “inherentes a la persona humana y a su dignidad” y porque “sería vano proclamar los derechos, si al mismo tiempo no se realiza todo esfuerzo para que sea debidamente asegurado su respeto por parte de todos, en todas partes y con referencia a quien sea”. Inalienables, porque “nadie puede privar legítimamente de estos derechos a uno sólo de sus semejantes, sea quien sea, porque sería ir contra su propia naturaleza”.
Los derechos del hombre exigen ser tutelados no sólo singularmente, sino en su conjunto: una protección parcial de ellos equivaldría a una especie de falta de reconocimiento. Estos derechos corresponden a las exigencias de la dignidad humana y comportan, en primer lugar, la satisfacción de las necesidades esenciales (materiales y espirituales) de la persona: “Tales derechos se refieren a todas las fases de la vida y en cualquier contexto político, social, económico o cultural. Son un conjunto unitario, orientado decididamente a la promoción de cada uno de los aspectos del bien de la persona y de la sociedad… La promoción integral de todas las categorías de los derechos humanos es la verdadera garantía del pleno respeto por cada uno de los derechos”. Universalidad e indivisibilidad son las líneas distintivas de los derechos humanos: “Son dos principios guía que exigen siempre la necesidad de arraigar los derechos humanos en las diversas culturas, así como de profundizar en su dimensión jurídica con el fin de asegurar su pleno respeto”.
Las enseñanzas del Papa Juan XXIII, del Concilio Vaticano II, del Papa Pablo VI, han ofrecido amplias indicaciones acerca de la concepción de los derechos humanos delineada por el Magisterio de la Iglesia. El Papa Juan Pablo II ha trazado una lista de ellos en la encíclica “Centesimus annus” (No. 47): “El derecho a la vida, del que forma parte integrante el derecho del hijo a crecer bajo el corazón de la madre después de haber sido concebido; el derecho a vivir en una familia unida y en un ambiente moral, favorable al desarrollo de la propia personalidad; el derecho a madurar la propia inteligencia y la propia libertad a través de la búsqueda y el conocimiento de la verdad; el derecho a participar en el trabajo para valorar los bienes de la tierra y recabar del mismo el sustento propio y de los seres queridos; el derecho a fundar libremente una familia, a acoger y educar a los hijos, haciendo uso responsable de la propia sexualidad. Fuente y síntesis de estos derechos es, en cierto sentido, la libertad religiosa, entendida como derecho a vivir en la verdad de la propia fe y en conformidad con la dignidad trascendente de la propia persona”.
El primer derecho enunciado en este elenco es el derecho a la vida, desde su concepción hasta su conclusión natural, que condiciona el ejercicio de cualquier otro derecho y comporta, en particular, la ilicitud de toda forma de aborto provocado y de eutanasia. Se subraya el valor eminente del derecho a la libertad religiosa: “Todos los hombres deben estar inmunes de coacción, tanto por parte de personas particulares como de grupos sociales y de cualquier potestad humana, y ello de tal manera, que en materia religiosa ni se obligue a nadie a obrar contra su conciencia ni se le impida que actúe conforme a ella en privado y en público, solo o asociado con otros, dentro de los límites debidos”. El respeto de este derecho es un signo emblemático “del auténtico progreso del hombre en todo régimen, en toda sociedad, sistema o ambiente”.

Durango, Dgo. 21 de Marzo del 2010. + Enrique Sánchez Martínez
Ob. Aux. de Durango
email:episcopeo@hotmail.com

RETIRO DIOCESANO DE MONAGUILLOS

Durango, Dgo., 20 de marzo del 2010.-  El día de hoy, se llevara a cabo el Retiro Diocesano de Monaguillos presidido por el  Pbro. Abraham Mejía Mier, encargado de la Pastoral Vocacional de la  Arquidiócesis de Durango.

El objetivo de este retiro es crear conciencia y una cultura vocacional hacia los niños que son monaguillos dentro de las parroquias y templos, y darles seguimiento, para que en un futuro lleguen a ser seminaristas y posteriormente pastores de la Iglesia.

Estos retiros se están realizando una vez al mes organizados por los seminaristas del Seminario Mayor y Menor.  Se dividen en 5 regiones de la Diócesis: Región Durango, Región Santiago Papasquiaro, Región Los Llanos, Región Zacatecas y Región Señor  de los Guerreros y en cada una les asignarán los  horarios convenientes.