EL DÍA DEL NIÑO POR NACER
Durango, Dgo., 24 de marzo de 2010. El Secretario Canciller de la Arquidiócesis de Durango, presbítero José de la Luz Guerrero Haro, manifestó que en Argentina, Filipinas, Austria, Perú, y otros países más, se va extendiendo el día 25 de marzo como Día por la Vida de los Niños por Nacer; argumentando que también en nuestra Patria han apoyado los Caballeros de Colón, y otros grupos apostólicos y clubes sociales para que vaya tomando auge ésta celebración.
«En la Iglesia celebramos con gran gozo el 25 de marzo, fiesta de la Anunciación de María, el día en que también se ha venido estableciendo como Día del Niño por Nacer, con el fin de que todos meditemos la importancia que tiene cuidar la vida humana desde el primer instante de la concepción», expresó el secretario canciller.
Dijo que es un acto por la vida, de apoyo a la mujer encinta, de reconocimiento de que la vida comienza desde el momento de la concepción y por lo tanto es un respaldo a los derechos humanos del que todavía no nace. Es un acto conmemorativo para apoyar el «No al Aborto». Es un eco del Salmo 139, 13: «Señor, tú has creado mis entrañas, me has tejido en el seno de mi madre».
El Papa Juan Pablo II, en su Encíclica «El Evangelio de la Vida», en el número 81, vierte enseñanzas bellísimas: » La vida humana, es don precioso de Dios, es sagrada e inviolable, y por esto, son inaceptables el aborto procurado y la eutanasia; la vida del hombre no solo no debe ser suprimida, sino que debe ser protegida con todo cuidado amoroso; la vida encuentra su sentido en el amor recibido y dado, en cuyo horizonte halla su plena verdad la sexualidad y la procreación humana; toda la sociedad se debe respetar, defender y promover la dignidad de cada persona humana, en todo momento y condición de su vida.
Es este día 25 en referencia de la visita del Arcángel a María Santísima y la Concepción de Jesucristo en su seno virginal, requiere dar una importancia especial a los niños que estando en gestación mueren por causa de complicaciones durante el embarazo, debido a la mala salud y desnutrición y también a factores sociales de la madre. Este día, es una manera de crear conciencia pública sobre los males del aborto y poner fin a esa práctica; en México es la conmemoración anual para expresar el dolor de los niños inocentes abortados que nunca tuvieron la oportunidad de ver el esplendor de la creación de Dios y que nunca sintieron el calor del abrazo de su madre y la protección del padre, a lo que explicó el Padre José de la Luz: «También este día pretende servir como un despertar de aquellos que consideran el aborto como una forma de salir del embarazo en lugar de una bendición de una nueva vida. Como dicen nuestros Obispos en la reciente exhortación pastoral del 15 de febrero pasado sobre la construcción de la paz, para la vida digna del pueblo de México, en el número 196: «En el proyecto de Dios, la familia tiene la misión de dar la vida, de acogerla, cuidarla, protegerla, promoverla, desde su concepción hasta su ocaso natural».
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