Caridad pastoral del sacerdote: total donación de sí a la Iglesia, compartiendo el don de Cristo

mons enrique episcopeo-01Como cada año el presbiterio de Durango se reúne en plenario la próxima semana. Convocados por su pastor el Arzobispo José Antonio Fernández Hurtado, los 167 sacerdotes y los diáconos de la Arquidiócesis de Durango se reúnen en torno a él para orar, convivir, estudiar, hacer deporte. En esta ocasión por primera vez convocados por su nuevo pastor.

Estos días son un momento privilegiado para vivir la comunión como Iglesia Diocesana. La enseñanza de la Iglesia en Pastores Gregis (47), dice: “El Obispo ha de tratar de comportarse siempre con sus sacerdotes como padre y hermano que los quiere, escucha, acoge, corrige, conforta, pide su colaboración y hace todo lo posible por su bienestar humano, espiritual, ministerial y económico”. Estos próximos días son un tiempo de Gracia para revitalizar nuestra relación fraternal como presbíteros y la relación con nuestro Pastor.

El Objetivo del Plenario es: “Cultivar la identidad sacerdotal mediante la fraternidad, en unión con nuestro obispo, para suscitar un mayor compromiso pastoral y asumir con alegría los retos de la nueva evangelización”.

Para los sacerdotes es una oportunidad para renovar su identidad y ministerio sacerdotal. Pastores dabo vobis (17), nos dice: “El ministerio ordenado, por su propia naturaleza, puede ser desempeñado sólo en la medida en que el presbítero esté unido con Cristo mediante la inserción sacramental en el orden presbiteral, y por tanto en la medida que esté en comunión jerárquica con el propio Obispo…El ministerio de los presbíteros es, ante todo, comunión y colaboración responsable y necesaria con el ministerio del Obispo”.

Los temas que vamos a reflexionar, meditar y dialogar son: La Identidad sacerdotal y espiritualidad del sacerdote diocesano, haciendo énfasis en la Dimensión humana: la persona del sacerdote, las relaciones del sacerdote, las etapas de la vida del sacerdote. El otro aspecto es la Formación Permanente del sacerdote.

Sobre el segundo tema dice Pastores Gregis (47) El afecto especial del Obispo por sus sacerdotes se manifiesta como acompañamiento paternal y fraterno en las etapas fundamentales de su vida ministerial, comenzando ya en los primeros pasos de su ministerio pastoral. Es fundamental la formación permanente de los presbíteros, que para todos ellos es una “vocación en la vocación”, puesto que, con la variedad y complementariedad de los aspectos que abarca, tiende a ayudarles a ser y actuar como sacerdotes al estilo de Jesús”.

Le damos gracias a Dios por estos días de convivencia sacerdotal. Le damos gracias a Dios por nuestros sacerdotes: los jóvenes, los de mediana edad y los más grandes de gran experiencia en la vida sacerdotal que gastado toda su vida al servicio del Pueblo de Dios. Gracias a Dios porque nuestro presbiterio son buenos sacerdotes, especialmente por quienes nos dan testimonio de vida en las comunidades más lejana de nuestra Arquidiócesis.

Que en estos días los sacerdotes renovemos el carisma de Dios recibido con la imposición de las manos (2 Tim 1, 6); que sintamos el consuelo de la profunda amistad que nos vincula con Cristo y nos une entre nosotros; que experimentemos el gozo del crecimiento de la grey de Dios en un amor cada vez más grande a Él y a todos los hombres; que cultivemos el sereno convencimiento de que el que ha comenzado en nosotros esta obra buena la llevará a cumplimiento hasta el día de Cristo Jesús (Flp 1, 6). Sabemos que con su ejemplo y mediante su intercesión, la Virgen santísima sigue vigilando el desarrollo de las vocaciones y de la vida sacerdotal en la Iglesia.

Durango, Dgo., 25 de enero del 2015.

+ Mons. Enrique Sánchez Martínez

Obispo Auxiliar de Durango

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