INICIAN LAS POSADAS
Durango, Dgo., 16 de diciembre de 2010. El representante de la Pastoral Cultural en la Arquidiócesis de Durango, presbítero Martín Gómez Rodríguez, comentó que las posadas son fiestas que tienen como fin preparar la Navidad; comienzan el 16 de diciembre y terminan el día 24. Explicó que tienen su origen desde los tiempos de la conquista. Los misioneros españoles que llegaron a México a finales del siglo XVI, aprovecharon estas costumbres para cristianizar a los indígenas penetrando en su cultura el espíritu evangélico. Fue Fray Diego de Soria, superior del convento de San Agustín de Acolman, quien en 1587 obtuvo del Papa Sixto V, permiso para las Misas llamadas «de aguinaldo» que se celebraban del 16 al 24 de diciembre. En estas Misas se intercalaban pasajes y escenas de Navidad, y para hacerlas más atractivas, se les agregaban luces de bengala y posteriormente se añadió la piñata.
«Esta preciosa herencia, es una bella tradición. Es un medio para preparar con alegría, oración y sencillez, nuestro corazón para la venida de Jesucristo; para recordar y vivir los momentos que pasaron María y José antes del Nacimiento de Jesús. Siguiendo la tradición de los misioneros, las posadas se inician con el rezo del Santo Rosario y se acompañan de cantos y representaciones evangélicas. Esto se lleva a cabo nueve días antes de la Navidad, simbolizando los nueve meses de espera de María. Al terminar se reparten dulces y frutas, signo del premio que reciben aquellos que esperan a Jesús», añadió.
Este es pues el verdadero sentido que los creyentes en Cristo hemos de dar a estas fiestas decembrinas, buscando sobre todo no abusar en las prácticas tradicionales que son propias y llevarlas hasta el extremo de manifestaciones meramente paganas. Estos días son una oportunidad para cultivar la mesura, sobre todo en nuestras conductas y la disposición interior para no caer en algunos excesos que tengan que ver con el espíritu consumista, la ingesta de bebidas que alteren las emociones, el desenfreno a la sensualidad, etc. Que el ambiente navideño de estos días, nos hagan a todos vivir con alegría de fe este momento tan especial y que nos deje la grata certeza de saber que Dios siempre nace en nuestro corazón.
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