Talleres de Liturgia

Reunioìn de formacioìn permanente-01La Pastoral Litúrgica de la Arquidiócesis de Durango, llevará a cabo la Reunión de Formación Permanente, en donde el objetivo es otorgar un material y profundizar más el conocimiento litúrgico, por medio de temas que serán impartidos para continuar con la formación de los equipos de liturgia parroquiales. Así lo comunicó el Presbítero Lic. Juan José Martínez Mireles, Asesor de esta Pastoral, quien además comentó: “La Reunión se realizará el 30 de junio del presente año, en el Centro Arquidiocesano de Pastoral, de esta ciudad a las 6:00 p.m., los temas que se expondrán son: Adviento y Navidad, Ministros y Ministerios y Sede y Ambon, por lo que hacemos una atenta invitación a todos los integrantes de los equipos de liturgia parroquiales y a los Ministros Extraordinarios de la Comunión a que participen en este evento”.

Nuestro Pastor recibe de manos del Papa Palio Arzobispal

recepcion pEste 29 de junio, se realizará la Ceremonia de entrega del Palio Arzobispal, el objetivo es que el Arzobispo de Durango reciba el Palio por parte de su Santidad el Papa Francisco a quienes durante este año han recibido la designación por él mismo de Arzobispos. Entre ellos se encuentra Nuestro Excelentisimo Don José Antonio Fernández Hurtado. Este magno evento se lleva a cabo en la Basílica de San Pedro con motivo de la fiesta San Pedro y San Pablo en la ciudad de Roma «Anteriormente, los arzobispos metropolitanos viajaban a Roma y el Santo Padre imponía el lienzo de lana blanca con cruces negras sobre sus hombros en una Eucaristía Solemne, pero ahora el Papa entregará el Palio a cada Arzobispo y será el Nuncio Apostólico quien lo imponga en su nombre, en presencia de los obispos ordinarios de la diócesis sufragánea de esa provincia metropolitana”.Esto lo dijo Monseñor Fernández Hurtado previo a su viaje a la ciudad eterna de roma.

El Siglo XVI

Sr.-Arzobispo-288x300Declara D. Atanasio G. Saravia, que “las predicaciones de los misioneros se oyeron desde Yucatán a Texas, desde el Pacífico al Golfo, y muchos de nuestros pueblos y de  nuestras ciudades actuales, tuvieron su principio en una humilde cruz, plantada por algún venerable religioso que, con abnegación sin medida y con celo verdaderamente apostólico, reunía en torno de ella a aquellos indios nómadas y semisalvajes, que asombrados, oían por primera vez las palabras de amor y de esperanza con que los misioneros los atraían, poco a poco, al seno de su hermosa religión cristiana” (Los misioneros muertos en el norte de la Nueva España. Introducción 9).

Sigue diciendo D. Atanasio G. Saravia: “en el territorio norte, habitado por tribus altivas y levantiscas, inquietas y guerreras, la predicación ofrecía penalidades incontables y mortales peligros. Sorprende mirar que padres europeos, acostumbrados a las ventajas que ofrecen las sociedades civilizadas, dejaban la paz de sus conventos para internarse en ásperas serranías de tierras desconocidas… para llevar un poco de consuelo a los vencidos y dejar oír las palabras de paz y de armonía, sobre las ruinas humeantes de los pueblos destruidos por la guerra” (Ibídem).

Hoy hago memoria de misioneros franciscanos en el siglo XVI. El primer misionero franciscano que predicó el Cristianismo en la Nueva Vizcaya, fue Fr. Gerónimo de Mendoza, nacido en Vitoria, España y sobrino de D. Antonio de Mendoza, primer Virrey de la Nueva España. Gerónimo, en compañía de su tío, dejó España para venir al Nuevo Mundo; de pronto, cambió su traje de capitán de guardias y tomó el hábito de S. Francisco, que recibió en el convento de México, llevando desde entonces vida ejemplar. Cuando D. Francisco de Ibarra, partió de Zacatecas a conquistar tierras, Fray Gerónimo le acompañó, predicando, sin compañía de religiosos, en la región entre Sombrerete y Nombre de Dios.

  El primer misionero franciscano conocido y martirizado en el norte de la Nueva España, fue el francés Bernardo Cossín, quien informado de los descubrimientos y de la tarea misionera, solicitó y obtuvo licencia para trasladarse a la Nueva España a predicar el Evangelio. Al llegar, supo que hacia el norte había multitudes de gentiles que doctrinar, pidió licencia para ir allá y concedida, partió a pie y descalzo, sin más equipaje que su breviario, un báculo y un crucifijo; después de atravesar largas distancias llegó a Sombrerete, acompañado de dos indígenas mejicanos. Dondequiera que  encontraba indígenas, emprendía la predicación. En 1564, se trasladó a Nombre de Dios para prestar obediencia a Fr. Pedro de Espinareda, quién lo envió a la región de la Nueva Vizcaya, para evangelizar en compañía de Fr. Diego de la Cadena. En Durango, Fr. Bernardo se despidió y partió para la sierra; pero, a pocas leguas, se encontró una numerosa población de indígenas; enarboló el crucifijo y trató de persuadirlos a que abrazaran la religión de Jesucristo; los indígenas lo escucharon largo rato, pero finalmente empezaron a flecharle y acabaron con su vida. Fue sepultado en el convento de S. Francisco de Durango.

En 1567, Fr. Pablo de Acevedo (de origen portugués), el Hno. Lego Juan de Herrera y otros dos franciscanos anónimos,  predicaron en Sinaloa y fueron martirizados cerca de Topia, sus restos fueron llevados y sepultados hasta el convento franciscano de Nombre de Dios. Fr Pablo de Acevedo y el Hno. Lego Juan, predicando, acompañaron a D. Francisco de Ibarra en sus incursiones a Sinaloa; hasta que, por los malos tratos de un mulato que cobraba los tributos, se sublevaron lo indígenas, y dieron muerte a Fr. Pablo de Acevedo: durante el martirio, Fr. Pablo preguntaba a sus verdugos, en qué los había ofendido; oyendo que por los malos tratos del mulato, los indígenas buscaron al mulato y encontrándolo, lo hicieron pedacitos en presencia del Hno. Lego, quien reprimiéndoles su conducta, volviéndose en cólera los indígenas contra él, también le martirizaron. El P. Arlegui narra que habiendo salido dos religiosos de Durango, a reconocer lo sucedido, también fueron muertos por los indígenas. Cuando llegaron los militares, después de dos meses de muertos, los cadáveres ya estaban devorados por lobos y coyotes, a excepción del P. Acevedo que se encontró completo; recogieron los restos y los llevaron a sepultar hasta Nombre de Dios.

Héctor González Martínez; Obispo Emérito de Durango

 

Cursos de Verano para Catequistas

Dimension de catequesis organiza curso de verano-01La Dimensión de Pastoral y Catequesis de la Arquidiócesis de Durango, invita a los Cursos de Verano que se llevarán a cabo del 29 de junio al 10 de julio del presente año, el objetivo es formar líderes para una catequesis en procesos, por medio de presentaciones y temas, para que obtengan los contenidos básicos sobre el ser y el quehacer del catequista. Así lo comunicó la Hermana Guadalupe Ríos Ramírez, Asesora de esta Dimensión, quien además comentó: “El curso se realizará en el Seminario Laical, de 4:00p.m. a 8:00p.m., y las inscripciones serán en la Librería Zarco #209, Col. Centro, con un costo de $200 pesos”.

Decanato San Luis Batis Culmina Mes del Sagrado Corazón

Decanato San Luis Batis_-01El Decanato San Luis Batis de la Arquidiócesis de Durango, está llevando a cabo el rezo del Santo Rosario durante el mes de junio, el objetivo primordial es honrar al Sagrado Corazón de Jesús, con el ofrecimiento de flores en donde participan todos los niños y niñas, para que las familias se unifiquen e imiten las virtudes y cualidades del Corazón de Jesús. Así lo comunicó el Presbítero José Pedro Molina Castañeda, Coordinador de este Decanato, quien además comentó: “El Santo Rosario se realiza diariamente, en todas las Parroquias del Decanato a las 6:00 p.m., por lo que invitamos a los fieles a practicar esta hermosa devoción. Aprovechamos para pedirle a Socorro de las lluvias por nuestros pueblos agrícolas; cabe mencionar que se están aprovechando algunas de las fiestas patronales con Celebraciones Eucarísticas para promover este mes en las diversas Parroquias”.

Arquidiócesis Celebra el Don de la Vida

celebremos la vida en el vientre-01La Pastoral de Pro-Vida de la Arquidiócesis de Durango, llevará a cabo una Celebración Eucarística en acción de gracias, cuyo objetivo será agradecer el don de la vida, así como pedir por todas las mujeres embarazadas, por medio de una bendición especial, para crear conciencia en ellas de que la Iglesia las acompañara en su proceso. Esto lo comunicó el Presbítero Lic. Juan Carlos Quiroga Esparza, Asesor de esta Pastoral, quien además subrayo: “La Celebración se realizará el 25 de junio del presente año, en la Parroquia del Refugio a las 7:00 p.m., por lo que hacemos una atenta invitación a todas las mujeres embarazadas para orar por la vida que llevan en sus vientres.”

Itinerario de Pastoral del Señor Arzobispo

Itinerario en europaEl Excelentísimo Sr. Arzobispo, Don José Antonio Fernández Hurtado, ha emprendido un viaje el pasado lunes 22 de junio del presente año a diferentes puntos de Europa, cuyo objetivo principal será recibir de manos del Papa Francisco el Palio Arzobispal en la ciudad de Roma el día 29 de junio, en la Solemnidad de San Pedro y San Pablo. En el trayecto visitará a seminaristas de la Arquidiócesis de Durango que están estudiando en la Universidad Pontificia Comillas de España, Madrid, hará lo mismo en la ciudad de Roma, en donde se encuentran algunos Presbíteros y seminaristas duranguenses. Realizará una visita en Alemania a diferentes sacerdotes y a la organización Adveniat, la cual tiene como objetivo ayudar a proyectos de la Iglesia en América Latina, de la cual nuestra Arquidiócesis se ha beneficiado bastante.

Aniversario de la Arquidiócesis

Aniversario124Este 23 de junio del presente año, en el marco de su 124 Aniversario, La Arquidiócesis de Durango, recuerda su elevación de Obispado a Arquidiócesis: El 23 de junio de 1891 fue publicada La bula Illud in primis por León XIII, y tiene una importancia especial en la historia de la Iglesia en México, pues vino a reordenar todo el mapa eclesiástico. No sólo creo de golpe cuatro nuevas diócesis: Chihuahua, Saltillo, Tepic, Cuernavaca y Tehuantepec, sino que elevó a la categoría de arzobispados a tres diócesis: Durango, Linares (Monterrey) y Antequera (Oaxaca), añadiéndolas a las tres que ya había (México, Guadalajara y Michoacán) y reacomodando por consiguiente, en estas seis provincias eclesiásticas todas las diócesis existentes en la República. Esta reorganización hizo más fluida la acción pastoral de la Iglesia, permitiendo una mejor planeación pastoral entre las diócesis pertenecientes a cada provincia eclesiástica. En el texto de la bula, León XIII explica que la erección de esas nuevas diócesis responde a la petición que le hicieran los obispos mexicanos, en vista de las graves incomodidades que supone la enorme extensión de las diócesis actuales, tanto para los obispos que tienen que atenderlas, como para los fieles, que se ven privados de una atención pastoral más cercana. Como al mismo tiempo que se creó el obispado de Chihuahua, se elevó el obispado de Durango a la categoría de arzobispado, Chihuahua, junto con las diócesis de Sonora y Sinaloa y el vicariato apostólico de Baja California, quedó como sufragánea de Durango. El obispo que ya estaba, don José Vicente Salinas (1868-1894), quedó como primer arzobispo. Esto lo informó el Presbítero Lic.  Alejandro Vacio Longoria, encargado del Archivo Diocesano.

Concluyen Año Escolar en la Escuela de la Fe

Dec sta teresa del ninŽo jesus-01El Decanato Santa Teresita del Niño Jesús de la Arquidiócesis de Durango, llevará a cabo la clausura de la Escuela de la Fe, cuyo objetivo es dar por concluido este ciclo, así como agradecer a los párrocos y celebrar su tercer aniversario, por medio de un Convivio y una Celebración Eucarística, para motivar a los agentes de pastoral a que continúen con una sólida y buena formación. Esto lo comunicó el Presbítero Rolando Flores Lizarraga, Coordinador de este Decanato, quien además subrayo: “El evento se realizará el 22 de junio del presente año, en el Templo de la Resurrección, ubicado en el Fracc. Guadalupe a las 5:00 p.m., posteriormente se llevará a cabo el convivio para otorgar algo significativo a todas las Parroquias del Decanato”

 

La Diócesis de Durango

Sr.-Arzobispo-288x300Habiendo interrumpido la dinámica de esta columna, del domingo 3 de mayo al domingo 14 de junio, con motivo de la campaña electoral, para elegir a los diputados federales, para la próxima Asamblea Legislativa del Congreso de la Unión, ahora continuamos enfilándonos a la reflexión de nuestra historia misionera y civil en la Provincia de la Nueva Vizcaya.

            Habíamos tocado los temas de las Instituciones de Caridad y la Inquisición. Ahora retomamos el hilo sobre nuestra Provincia de la Nueva Vizcaya, después Durango. Este territorio, primeramente formaba parte de la Provincia de la Nueva Galicia con sede en Compostela, (cerca de Tepic, Nayarit), pronto trasladada a Guadalajara, Jalisco.

            Los territorios demasiado extensos, pues llegaban más allá de los actuales límites de México y los muy variados grupos étnicos con sus culturas y sus lenguas, dificultaban la atención pastoral de los Obispos. Por lo que pronto se vio la necesidad de una nueva Diócesis en la Provincia de la Nueva Vizcaya y en la Villa de Durango.

            Fue el Papa Paulo V, quién el 11 de octubre de 1620, erigió  la Diócesis de Durango, separándola de la Diócesis de Guadalajara, con sede esta Villa, “no como quiera separada sino muy remota de la Ciudad de Guadalajara, y que sus habitantes no podían ocurrir de ella al propio Obispo para recibir lo que es propio del cargo y Orden Episcopal”, la cual, por el mismo nombramiento adquirió el rango de Ciudad, conforme al uso de aquellos tiempos.

El razonamiento incluye que, “por la amplitud de la Diócesis de Guadalajara se desmembrasen y separasen algunos de sus pueblos, Ciudades, Villas y lugares con sus distritos, términos, territorios, clero, pueblo y personas, y así mismo con sus diezmos, derechos y emolumentos que el Obispado de Guadalajara solía o debía percibir”. La nueva Diócesis quedó como sufragánea del Arzobispado de México.

La Diócesis comprendió a todo el pueblo del territorio llamado de la Nueva Vizcaya: es decir en una línea recta, arrancando desde el Océano Pacífico, por el río de las cañas, siguiendo en línea recta entre Acaponeta y Chiametla (al sur de Mazatlán), pasando por las actuales parroquias de Durango en territorio de Zacatecas, dejando Saltillo para Guadalajara, siguiendo en línea recta hasta el Golfo de México; desde esa línea hacia el norte, hasta lo que pertenecía a México.

El primer Obispo Fr. Gonzalo de Hermosillo Álvarez, de la Orden de Ermitaños de S. Agustín, originario de Ciudad de México,  fue nombrado el 24 de octubre de 1620; cuando fue nombrado Obispo, era Prior del Convento de S. Agustín en la Ciudad de México. Al llegar,  Mons. Gonzalo de Hermosillo, ya encontró misioneros franciscanos y jesuitas por varios rumbos de la extensa Diócesis; en 1722 recibió religiosos de su orden, que primero levantaron una capilla y luego construyeron el templo de S. Agustín.

Antes de la erección de la Diócesis, del 17 al 20 de noviembre de 1818, sucedió la más grande rebelión indígena; instigada de tiempo atrás por indígenas tepehuanos, inconformes con la nueva religión, las celebraciones de los misioneros o por las exigencias en los trabajos mineros:  dejando ocho misioneros jesuitas, un francisano, un dominico y más de cien laicos martirizados con flechas, macanas y fuego; fueron incendiados varios templos o capillas, las habitaciones de los misioneros y casas de los indígenas; rebelión que fue controlada hasta el año siguiente. Pero, las misiones de franciscanos y jesuitas continuaron hasta la expulsión de los jesuitas en 1787. Ha habido intentos de beatificar o canonizar a estos mártires; pero no han cristalizado. Actualmente la Compañía de Jesús, tiene vigente un proceso que incluye a los ocho padres jesuitas y a un laico acólito. El P. Promotor pidió mi parecer; respondí afirmativamente; pero, sugerí que los más de cien laicos que murieron junto con los Padres, participaron de la misión y del martirio; que me parecía justo y conveniente que se les incluya también en el reconocimiento de la Beatificación. Al P. Promotor de la Causa le pareció bien, pero como se necesitan nombres y otros datos, lo  estamos investigando en archivos.

Héctor González Martínez

Obispo Emérito de Durango