FESTIVIDAD DE SAN LUIS BATIS

El próximo 15 de agosto, la Parroquia de San Luis Batis celebra la conmemoración de los Santos Mártires de nuestra Arquidiócesis: Salvador Lara Puente, Manuel Morales, David Roldan, Luis Batis y Mateo Correa, quienes murieron durante la persecución Cristera, dando hasta el último momento testimonio valiente y generoso de su fe en Cristo Jesús y de su amor a la Iglesia. San Luis Batis nació en San Miguel del Mezquital, Zacatecas, perteneciente a la Arquidiócesis de Durango. Fue además un sacerdote que tuvo especial dedicación a los jóvenes, pues fue para ellos un guía y padre bondadoso que de diversas formas les hacía crecer espiritual y culturalmente, y les ayudaba a superarse hasta en lo material. Fue párroco de Canatlán, Durango, director del Seminario Mayor, así cómo párroco de Chalchihuites, Zacatecas. Un 15 de agosto de 1926, fue conducido junto con los otros cuatro mártires al lugar conocido como “Puerto de Santa Teresa”, donde el Cura Batis y Manuel Morales fueron llevados fuera de la carretera para ser fusilados al grito de “¡viva Cristo Rey!”. Esta Parroquia invita a toda la comunidad católica de Durango, a asistir a la fiesta patronal, que se realiza en honor a este gran santo, misma que se desarrollará este domingo 12 de agosto, bajo el siguiente programa: 11:00 a.m. Santa Eucaristía; 12:00 p.m. mañanitas; 1:30 p.m. Misa y 6:00 p.m. Misa solemne presidida por el Señor Arzobispo José Antonio Fernández Hurtado. Se tendrá la tradicional kermes a partir de las 12 del día, con venta de antojitos mexicanos. Esta Parroquia esta ubicada en la privada tercera del lago, entre Aquiles Serdán y Negrete, en el Fraccionamiento del Lago, en la ciudad capital.

Levántate y come, el camino que te queda es muy largo (1 Re 19, 7). El pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo (Jn 6, 51).

 

Todo se había iniciado tras el milagro de la multiplicación de los panes que debía garantizar la veracidad de sus palabras, ya que quien había sido capaz de multiplicar el pan para dar de comer a cinco mil personas, podía también hacerse alimento Él mismo para saciar el hambre del espíritu. Ésta era, efectivamente, la afirmación que escuchábamos en el pasaje evangélico del pasado domingo: Yo soy el pan de vida (Jn 6, 35).

Afirmación inaudita, a la que se añade hoy esta otra: Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él (Jn 6, 55-56). Tales palabras dieron lugar al escándalo entre sus oyentes; muchos de sus discípulos lo abandonaron; incluso entre sus Apóstoles surgió la duda. Tendremos que esperar otros dos domingos para asistir a la respuesta de san Pedro: Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos (Jn 6, 68). Anticipadamente nosotros, hoy, hacemos nuestra la respuesta de Pedro, pues ya sabemos que la promesa de Jesús se hizo realidad la víspera de su Pasión, cuando en la Cena Pascual repartió entre sus Apóstoles un poco de pan y vino, diciéndoles: Esto es mi cuerpo… Ésta es mi sangre (Mt 26, 26. 28), ordenándoles que repitiesen ellos esta acción en memoria suya. Y, por eso, estamos aquí. (Alusión a la fe de los conjuntos orantes a ambos lados del retablo).

Sin embargo, la historia de la aceptación y el rechazo se ha ido repitiendo a lo largo de los siglos. Los que hemos dicho que sí, como lo dijeron los Apóstoles y la primera comunidad cristiana de Jerusalén, formamos parte de una sociedad privilegiada que se nutre del pan que da vida eterna. Subrayamos ya que el Pan de la Eucaristía no sólo nos alimenta sino que es también vínculo de unidad entre todos nosotros. Dimensión esta que siempre estuvo presente en la celebración eucarística. San Juan Pablo II en su encíclica sobre la Eucaristía lo subrayaba así: “El sacramento del pan eucarístico significa y al mismo tiempo realiza la unidad de los creyentes, que forman un solo cuerpo” (Ecclesia de Eucaristia, 21).

Es ésta una de las dimensiones que quiero subrayar especialmente. Por cierto, que Juan Pablo II tenía en quién inspirarse, a este respecto: san Agustín. El santo obispo de Hipona, en su meditación sobre la Eucaristía nos regaló un pasaje, en el que su fe y su amor nos dicen lo que significaba y era para él Sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Éstas son sus palabras: “¡Oh misterio de amor! ¡Oh signo de unidad! ¡Oh vínculo de caridad! Quien quiere vivir sabe dónde está su vida, sabe de dónde le viene la vida. Que se acerque, que crea y que se incorpore a este Cuerpo para que participe de su vida… No se aparte de la unión con los miembros… Esté unido al Cuerpo para que viva de Dios y para Dios” (In Io. 26, 13).

“Que crea” –dice el Santo–; sí, la fe es condición absolutamente necesaria para aceptar el misterio; una fe, que todos los bautizados recibimos como regalo el día de nuestro bautismo, pero que no pocos han decidido abandonar toda praxis cristiana, cuyo centro es precisamente la Eucaristía (cf. Sacrosanctum Concilium). No podemos sino lamentar su abandono y pedir por ellos. En cuanto a nosotros, acaso estemos necesitando tomar plena conciencia de las riquezas que se nos ofrecen en la Eucaristía. Y va a ser san Agustín quien nos desvele una importante dimensión teológica que él mostraba con inmenso gozo a sus oyentes y que nosotros hemos de tener muy presente.

Reparad en las expresiones que empleaba el santo Obispo para concienciar a sus oyentes sobre las consecuencias comunitarias que debía tener la recepción de la Eucaristía: “Sobre la mesa del Señor está el misterio que sois vosotros y recibís el misterio que sois” (Sermón 272). Y ¿qué misterio es ese que somos nosotros? Nada menos que el Cuerpo de Cristo y sus miembros (1 Cor 12, 27) –dirá el apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto–. Ahora bien, las palabras de san Pablo le servirán a san Agustín para explicar a sus fieles que cuando comulgamos recibimos sacramentalmente el Cuerpo y la Sangre de Cristo; pero por ser Cristo Cabeza del Cuerpo místico del que formamos parte, mutuamente nos recibimos. Nos lo dice al recordar que al distribuir la comunión el sacerdote utilizaba las mismas palabras que usamos también hoy: “Se te dice: el Cuerpo de Cristo y respondes: “Amén”. Sé miembro del Cuerpo de Cristo para que sea verdadero el Amén”… (Y subrayando aún más la unidad de los fieles, añade): “Escuchemos otra vez al Apóstol, quien, hablando del mismo sacramento, dice: Siendo muchos, somos un solo pan, un único cuerpo. Comprendedlo y llenaos de gozo: unidad, verdad, piedad, caridad” (Ibid.). Así ha de vivirse la Eucaristía.

Héctor González Martínez

Arzobispo Emérito de Durango

 

 

DURANGO PRESENTE EN LA REUNIÓN INTERNACIONAL DE ENCUENTRO DE NOVIOS

El Movimiento de    Encuentro de Novios de la Arquidiócesis de Durango, fue partícipe de la Reunión de Consejo Internacional del encuentro católico para novios, que se llevó a cabo en las instalaciones de la Universidad Creigthon de Omaha, Nebraska (USA). Esta reunión se realiza cada tres años y participan matrimonios y sacerdotes encargados de las diferentes regiones del mundo, como de Canadá, Estados Unidos, México, Centroamérica, El Caribe, Suramérica, África, Asia del Este, India y Oceanía. Durante la reunión se realizó una video conferencia con Mons. Zolile Mpambani SCJ, encargado de la sección de familia y matrimonio de la Conferencia de Obispos de África del Sur. Además se estuvo retomando temas desde la exhortación apostólica “Familiaris Consortio”, en donde San Juan Pablo II resalta la necesidad de una preparación de los jóvenes al matrimonio y a la vida familiar, en específico del acompañamiento a las familias jóvenes. El Presbítero asesor de Encuentro de Novios en Durango, Manuel Ramírez, fue quien, en representación de nuestra ciudad, asistió a este encuentro.

RENOVACIÓN CATÓLICA INVITA A RETIRO PARA SERVIDORES

El Movimiento de Renovación Católica de la Arquidiócesis de Durango, invita al público en general a asistir al Retiro para servidores, que se llevará a cabo el próximo domingo 12 de agosto, en el Poblado Dolores Hidalgo de la ciudad local, de 9 de la mañana a 5 de la tarde. Así lo explicó Salomé Aranda, asesor de renovación, quien además comentó: “Este retiro tiene el fin de preparar y de promover la unidad entre los servidores que colaboran en diferentes templos y parroquias de la ciudad para que se sientan parte de ellos y sobre todo estén preparados ante ciertas circunstancias que se puedan presentar en las iglesias, además se tendrá la Celebración Eucarística y una Hora Santa”. El retiro es totalmente gratuito.

MARCHA POR LA JUVENTUD

La Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Durango, invita a todos los jóvenes a ser partícipes de la Marcha por la Juventud, que se llevará a cabo el próximo sábado 11 de agosto a las 4:30 p.m. Así lo informó Fernando Hernández, asesor de la pastoral, quien explicó: “La cita para dar inicio con la marcha es en el bulevard Dolores del Río esquina con Aquiles Serdán, para llegar a la Parroquia de San Juan Bautista de Analco, en donde se procederá con una Hora Santa al término de la caminata. Este evento se realiza con motivo de festejar la Jornada Nacional de la Juventud, la cual será desarrollada en la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, ese mismo día, por lo que la juventud duranguense se une a esta jornada de esta manera y así poder representar la fe y evangelización de Durango”.

IGLESIA INVITA A PARTICIPAR EN LOS TALLERES DE ORACIÓN Y VIDA

El movimiento de Talleres de Oración y Vida (TOV) en la Arquidiócesis de Durango, invita a la comunidad católica y público en general a formar parte del nuevo ciclo de talleres de oración que se estarán impartiendo a partir del mes de agosto en las diferentes Parroquias y Templos de la ciudad local, con el fin de evangelizar a los participantes en un método especial para el aprendizaje de  la oración y meditación. Estos talleres son una presentación más  viva y activa de Jesús que posee una mayor adaptación a las necesidades de la sociedad actual y a lo que realmente las personas necesitan, aprendiendo a practicar la oración mediante un método estable. El fundador de esta obra de evangelización fue el Padre Ignacio Larrañaga, un sacerdote capuchino, escritor y evangelizador, considerado por muchos un “profeta moderno”, su principal obra ha consistido en dejar al mundo miles de laicos preparados y dedicados a enseñar la oración profunda y personal que permite un encuentro cotidiano con el Señor en el día a día. Los talleres son impartidos una vez por semana y tienen duración de 15 sesiones en total. Para mayores informes acudir directo a la Parroquia o Templo más cercano a su domicilio o comunicarse al número celular 618 221 13 30.

TALLER MENSUAL PARA AGENTES DE PASTORAL LITÚRGICA

La Pastoral de Liturgia de la Arquidiócesis de Durango invita a los Agentes de Pastoral y fieles católicos, al Curso-Taller mensual de Pastoral Litúrgica, que se llevará a cabo este martes 07 de agosto en el Centro de Pastoral, ubicado en calle Zarco #209, zona centro, de la ciudad capital, de 6:00 p.m. a 8:00 p.m. Así lo informó el Pbro. Juan José Martínez, asesor de la pastoral, quién explicó: “El objetivo de este taller es continuar en el enriquecimiento y fortalecimiento de los agentes para que se encuentren mejor preparados tanto espiritual como personalmente, y sobre todo en el trabajo de pastoral que se encomienda a cada uno de ellos”. Los temas son impartidos por mismos integrantes de la comisión y por el Presbítero asesor, totalmente gratuitos.

«Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre» (Jn 6,35)

A lo largo del mes de agosto, en las misas de los domingos, se va a proclamar, en cuatro partes, el discurso eucarístico del pan de vida, que nos ofrece san Juan en el capítulo sexto de su evangelio. Hoy, el fragmento del capítulo, que se ha leído, constituye el asunto central de las lecturas de la palabra de Dios.

La primera lectura, del libro del Éxodo, es una preparación para el discurso eucarístico por la evidente alusión que se hace en el evangelio al maná con que Dios alimentó a su pueblo durante la larga travesía por el desierto desde Egipto a la tierra prometida: Es el pan que el Señor os da de comer (Éx 16,15).

Los israelitas que habían experimentado las maravillas con que Dios los había sacado de la esclavitud de Egipto, destrozando al poderoso ejército de los egipcios en el mar Rojo, cuando empezaron a sentir la escasez de medios de vida, se atrevieron a echar en cara a Moisés y Aarón (por no osar contra Dios) que los estaban matando de hambre. En sus críticas, dejaban bien claro que preferían comida en esclavitud que libertad con penuria. Sin pararse a pensar que el Dios que había hecho por ellos lo más difícil también podría hacer lo más fácil. A pesar de la desconfianza del pueblo, Dios se aviene a saciar su necesidad, esperando que así lo reconocieran como su Señor y su Dios.

Jesús también realiza un milagro material alimentando a una multitud con cinco panes y dos peces, llenando doce canastos con las sobras. La gente lo ve como un signo de que Jesús era el Profeta que estaban esperando, pero entienden su misión como un mesianismo terreno, por lo que opta por ponerse lejos de su alcance para evitar que lo proclamaran rey.

La alusión al maná en el relato evangélico surge cuando los coterráneos de Jesús lo encuentran en la sinagoga de Cafarnaún, al otro lado de la orilla del lago de Genesaret, donde había tenido lugar el milagro. Le piden una señal para creer en Él como el enviado de Dios que estaban esperando. Y ello, a pesar de que se habían beneficiado de la multiplicación de los panes y los peces. Esperaban que el Mesías realizaría un prodigio semejante al de Moisés, que alimentó al pueblo con pan bajado del cielo durante la larga travesía del desierto.

Jesús rectifica que hubiera sido Moisés el que realizó tal prodigio, que fue obra de Dios; y aprovecha la ocasión para anunciar un verdadero pan del cielo, no para sostener la vida temporal, sino capaz de proporcionar la vida eterna inmortal, que es prerrogativa de Dios.

Como manifestaron su deseo de ser alimentados con este pan, Jesús les habla abiertamente de una vida sobrenatural, que ellos no pueden conseguir, sino tan sólo aceptar, creyendo en el enviado de Dios. Y se propone como el pan de vida, que quien lo coma no tendrá hambre.

¿A qué vida alude Jesús? A la vida divina de hijos de Dios de la que le decía a Nicodemo que el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios (Jn 3,5). Es la vida que nos ha sido infundida en el Bautismo por la comunicación del Espíritu Santo por medio del agua; la vida que el Hijo ha recibido del Padre y que es la luz de los hombres (Jn 1,4). Es como un tesoro que llevamos en el vaso frágil de nuestra naturaleza de criaturas y que hemos de cuidar y alimentar, y precisamente el alimento adecuado es el pan de vida, el mismo Hijo, que se nos da en la Eucaristía.

Así es, hermanos, verdaderamente somos hijos de Dios, aunque, al presente, permanezca velada nuestra más valiosa condición. Sabemos que, cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él porque lo veremos tal cual es (1Jn 3,2).

Como hijos de Dios, hechos a su imagen y semejanza, hemos de vivir una vida en justicia y santidad verdaderas, que se corresponde con la bondad con que Dios dotó al hombre al crearlo y hacerlo hijo suyo. Una buena persona cristiana no se comporta de distinta manera que una buena persona no cristiana, lo que las diferencia radica en la motivación de su conducta y el modelo que le sirve de inspiración, conforme a la verdad que hay en Jesús, es decir su persona y su vida ejemplar.

Héctor González Martínez

Arzobispo Emérito de Durango

IGLESIA INVITA A FORMAR PARTE DEL CORO DIOCESANO

La Comisión de Música de la Arquidiócesis de Durango, invita al público en general con gusto y conocimiento en música, a que sean integrantes del Coro Diocesano. Así lo informó el Presbítero asesor Sergio Juárez, quien demás explicó: “Esta comisión tiene el fin de cuidar que el canto y la música  en la liturgia  sea apropiado y digno, además de ayudar para que cada Parroquia, Rectoría o Vicaría  en sus celebraciones exprese y viva cada vez mejor su fe y cante con gusto las alabanzas del Señor. A esta comisión se pueden integrar hombre y mujeres mayores de 14 años”. Los ensayos generales se realizan todos los días miércoles a las 7:30 p.m. en el Centro de Pastoral, ubicado en Calle Zarco #209, de la zona centro en la ciudad capital.

COLECTA SACERDOTE ENFERMO Y ANCIANO 2018

La Arquidiócesis de Durango invita a la comunidad católica y público en general a participar con su generosidad para cooperar en la Colecta Anual para el Sacerdote enfermo y anciano, el próximo domingo 5 de agosto, que se estará desarrollando en todas las Parroquias y Templos. Esta recaudación tiene como objetivo ayudar a los sacerdotes ancianos y que se encuentran enfermos, a seguir viviendo con dignidad, asegurando la calidad de sus viviendas, comida y atención médica. Además de poder contar con un fondo económico, el cual se utiliza cuando algún sacerdote necesita rehabilitación fuera del estado y así poder cubrir el gasto si el seguro no lo puede hacer. Por lo que se hace una invitación en general para ayudar a los sacerdotes que han entregado su vida al servicio de Dios y de la comunidad, siendo este, un acto de reconocimiento por la vida que han prestado a este gran servicio. Oremos por cada uno de ellos para que Dios les continúe bendiciendo en la salud.