La Ilustración Alemana
La Ilustración alemana o Aufklärung tiene tres fases, como antecedente a la época de oro de la filosofía y de la literatura alemana en Kant, Goethe y Hegel.
Samuel Pufendorf (1632-1694) y Christian Tomasius (1655-1728) representan la primera fase. Separan el derecho natral de la metafísica y de la teología; el análisis metafísico del hombre de la segunda escolástica, es sustituido por un análisis psicológico de las tendencias y pasiones humanas. Elaboran entonces una doctrina del derecho natural de perfil racionalista, deduciendo los preceptos de justicia de leyes y principios generales y racionales.
Christian Wolf (1679-1754), inicia la segunda fase. Su sistema es una gigantesca construcción lógico-formal, completa y coherente, pero alejada de la realidad sensible; la lógica ocupa el papel metodológico fundamental; los principios de no contradicción y de razón suficiente constituyen el sustrato formal de toda ciencia racional o empírica; toda ciencia tiene un aspecto teórico y una aplicación práctica. Dejó a la posterioridad una terminología exitosa: ontología en vez de metafísica, crítica en vez de teoría del conocimiento, teodicea en vez de teología natural. Wolf, creyente sincero y al mismo tiempo racionalista, colocó a la razón como juez de la fe.
Le tercera fase de la Ilustración alemana, se desarrolló en tiempos y a la sombra del rey prusiano Federico el Grande (1712-1786), escribiendo él mismo obras como el Ensayo sobre el amor de sí mismo considerado como el principio de la moral.
Hermann Samuel Reimarus (1694-1768), de raza hebrea y decidido defensor de la religión natural. En Apología y defensa de los adoradores racionales de Dios, sostenía que la única revelación divina es el mundo natural; las llamadas revelaciones sobrenaturales son sólo invenciones humanas y los mismos milagros son una ofensa a Dios, Quien ha creado un mundo organizado y gobernado mediante un sistema racional.
Moses Mendelssohn (1729-1786), de origen judío y de convicciones deístas, no compartía la hostilidad de Reimarus contra la revelación sobrenatural, interesándose sobre todo de la relación entre religión y poder político, defendiendo la tolerancia y la no intervención del Estado en materias religiosas.
Gotthold Ephraim Lessing (1729-1781), el filósofo de la religión más sobresaliente de la Ilustración alemana. Para él, la verdad absoluta y definitiva pertenece sólo a Dios; pero no se pueden despreciar las religiones reveladas, cuyo valor se mide por las consecuencias sociales que comporta; desde esta perspectiva la valoración del Cristianismo es más positiva que la de otras religiones; pero, su apreciación del Cristianismo no es del todo ortodoxa: en la historia de la humanidad el Cristianismo es sólo uno de sus tres períodos que corresponden a las etapas de la evolución psicológica del hombre: la primera, paralela a la de la infancia humana, es simbolizada por el Antiguo Testamento; la segunda o juventud es simbolizada por el Nuevo Testamento que predica a Dios como Padre universal y la inmortalidad del alma, en esta etapa los cristianos añaden elementos especulativos teológicos, no del todo negativos pero necesitados de una racionalización; la tercera etapa, paralela a la madurez psicológica, es del Evangelio eterno, en que el hombre hará el bien por amor del bien y no por el premio o por el castigo.
La revoltura histórica de la ideas se refleja en el comportamiento social del ambiente que nos envuelve.
Durango, Dgo. 27 de abril del 2008. Héctor González Martínez
Arz. de Durango