VOLVER A MIRAR A DIOS ANTE LA VIOLENCIA: OBISPO AUXILIAR

Durango, Dgo., 04 de marzo de 2011. Ante la situación tan lamentable de violencia que se está viviendo en estos momentos en la ciudad de Durango, el Señor Obispo Auxiliar, Enrique Sánchez Martínez, compartió unas palabras de aliento a los fieles católicos de nuestra ciudad, exponiendo que es una situación que se está viviendo en muchas partes de México, pero especialmente estos últimos días se ha recrudecido en nuestra Arquidiócesis.

El mensaje Cristiano,  es el mensaje del Evangelio y siempre es un mensaje de paz y de amor, dijo el Obispo auxiliar: «Tenemos que volver nuestros ojos y nuestra mente a las palabras de Cristo. La presencia de Dios en nuestras vidas, significa amor, significa que la paz este con nosotros; palabras que Jesucristo les dijo a sus discípulos y que  nosotros como discípulos suyos hoy, hemos de llevar a los demás».

«Yo invito primero a quienes provocan estos brotes de violencia, que vuelvan a mirar a Dios y hagan suyo ese mensaje de paz, de amor, de unidad y de justicia; siempre esos principios tienen que ser los conductores de nuestra convivencia familiar y social.  Una llamada a ellos para que tengan respeto por las demás personas pues el respeto a los demás tiene que ser un principio fundamental. Un llamado a ellos y a toda la comunidad a unirnos en la oración,  en una sola fe, en un solo pensar,  para hacer nuestro ese mensaje Cristiano. Por otro lado, hacer conciencia de que el problema de la violencia radica en nosotros mismos. El problema de la violencia viene desde nuestras propias familias, desde nuestra propia experiencia, entonces hay que hacer conciencia de que tenemos que erradicarla desde lo más fundamental que es nuestra familia».

En ese mismo sentido el Obispo Auxiliar, dijo que está por iniciar la cuaresma y el mensaje de la Iglesia es una  invitación a reconocer nuestras faltas,  pero también es un mensaje de penitencia, de oración que nos ayudará a todos a tener más claridad de cómo erradicar la violencia, como volver nuestros ojos a Dios, y como volver a vivir en unidad, en paz, en armonía.