Durango, Dgo., 4 de agosto de 2011. Hoy se celebra en la Iglesia el día del párroco. Al venerar la memoria hoy del Santo Cura de Ars, san Juan María Vianey,  patrono de los sacerdotes. El sacerdote que coordina la Comisión del Clero de nuestra Arquidiócesis expresó, «… que con motivo de esta celebración, todos los sacerdotes han de tener presente que han sido llamados y elegidos por el Señor, que él los ha participado de su misión, para construir la Iglesia, Cuerpo de Cristo y templo del Espíritu».

Así pues, por medio del Sacramento del Orden y de la acción del Espíritu Santo, abundó: «los  presbíteros somos insertados dentro de la caridad pastoral de Cristo. Esto quiere decir que el sacerdote, por medio de la caridad pastoral, no sólo participa de la misión y del poder de Jesucristo, sino también de su afectividad, de su amor de Pastor».

Para finalizar, el Padre Refugio Estrada envió un mensaje de felicitación a todos los párrocos diciendo: «Gracias, señores Párrocos por su «inagotable entrega, como pastores, evangelizadores y animadores de la comunidad eclesial» (Juan Pablo II, Iglesia en América, 39). Muchas felicidades. Elevemos nuestra oración, a Dios Padre, para que cada sacerdote pueda encontrar en esa fiel imagen de Cristo que fue San Juan Maria Vianney, el modelo e intercesor que necesita. Seguros de que en espíritu de gratitud todos los fieles manifestaron a sus párrocos en su día, le seguimos enviando la  más cordial felicitación a todos esos grandes pastores y guías de sus comunidades parroquiales».

Durango, Dgo., 2 de agosto de 2011. «El sacerdote anciano y enfermo cuando vive esa realidad creatural por amor a Cristo, por amor a Dios y a los demás, nos enseña que el Señor nos redimió con su Pasión y su Muerte en la cruz, como acto supremo de su amor. Por tal motivo, el sacerdote anciano y enfermo, como todo cristiano, al aceptar con humildad, paciencia y esperanza las incapacidades humanas, nos ofrece testimonio de que el sufrimiento unido al de Cristo, tiene una fuerza redentora». Así lo expresó el presbítero Refugio Estrada Noris, secretario ejecutivo de la Comisión del Clero de la Arquidiócesis de Durango.

Al respecto, el Padre Refugio abundó  que para el pueblo de Dios, apoyar generosamente a los sacerdotes ancianos y enfermos mediante la oración, sacrificios, lo económico, etc., es un acto de gratitud, de caridad, de solidaridad y de corresponsabilidad hacia ellos y, al mismo tiempo, de apertura a la presencia del Reino y al amor redentor de Cristo, manifestando ellos: «Entonces dirá el Rey a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y acudisteis a mí» (Mt 25,34-36).

Es por ello que nuestros pastores nos están urgiendo a participar en la «Colecta a favor del sacerdote anciano y enfermo» que tendrá lugar el próximo 7 de agosto en todas las parroquias y templos de la Arquidiócesis. Asiste y coopera.