CONSUMISMO: EL DEMONIO DE LA NAVIDAD

Durango, Dgo., 10 de diciembre de 2009. El Secretario Canciller de la Arquidiócesis, Pbro. José de la Luz Guerrero Haro, comentó que en estos días, la sociedad entra en un círculo de consumo, motivados por la manera de pensar y por el ambiente de competencia, en el que se quiere superar a familiares y conocidos en realizar las mejores compras; preparar las fiestas llamadas «posadas» ofreciendo a nuestros invitados las mejores bebidas y platillos sofisticados, regalar juguetes exportados con los últimos avances de la tecnología, y adquirir ropa de marca porque queremos ser vistos a la última moda.

El Sacerdote exhorto diciendo «procuremos evitar el consumismo exagerado que nada tiene que ver con la Navidad, y menos con los valores que nos trajo el Niño de Belén que cambió la historia del mundo y que trajo actitudes de amor, solidaridad, paz, sensibilidad a los que menos tienen. La corriente de pensamiento consumista nos hace creer que para ser felices lo más importante es comprar, y en ocasiones comprar cosas que con frecuencia son innecesarias y superficiales…»

«Consciente o inconscientemente, el pensamiento consumista nos ha cambiado el auténtico sentido del mensaje navideño. Estemos alerta para que no nos dejemos llevar por los falsos valores de consumir, ya que las fiestas y las decoraciones jamás podrán llenar nuestro interior de los verdaderos valores que Jesús de Nazaret vivió y predicó de desprendimiento, solidaridad, respeto, justicia y amor, que son los que nos otorgan fundamento, sentido, dirección y felicidad verdadera a nuestras vidas como personas y al mundo.

Por último, el secretario canciller de la Arquidiócesis abundó:  «Vayan aquí algunas sugerencias para evitar caer en el consumismo en esta Navidad: primero que nada trate de comentar con sus amigos, vecinos, sus hijos y demás familia sobre el auténtico sentido de la Navidad. Compre la comida que realmente vaya a consumir, para no desperdiciar. Evite endeudarse con gastos que rebasen su capacidad económica. Elija productos amigables con el medio ambiente y sin ingredientes tóxicos. Elabore sus bebidas en casa utilizando frutas, son más sanos y económicos. Evite utilizar árboles naturales para que nos los arranquen de su hábitat. Se le hace una invitación a la moderación y responsabilidad en su estilo de consumo en esta Navidad, de modo que se siga conservando el espíritu cristiano de la misma…»

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