ADVIENTO Y MISIÓN
Durango, Dgo., 12 de diciembre de 2009. La coordinadora de Obras Misionales, Norma Rodríguez Salazar, informó que la Iglesia, para comenzar el año litúrgico, celebra la llegada de Cristo con una gran fiesta: La Navidad. Esta fiesta es tan importante para todos que antes de celebrarla, nos prepara en el Adviento para esperar y estar atentos a la venida del Salvador.
La señorita Norma explicó: «En este tiempo, es muy importante pensar y reflexionar en: ¿cómo vamos a vivir y celebrar la Noche Buena y el día de Navidad, personal y familiarmente?, ¿con quién y cómo vamos a disfrutar estas fiestas?, ¿qué vamos a regalar? Pero todo este ajetreo de regalos y compras no tiene sentido si no consideramos que Cristo es el festejado, a quién tenemos que acompañar y agasajar en este día. Cristo quiere que le demos lo más preciado que tenemos: nuestra propia vida; por lo que el período de Adviento sirve para prepararnos como el regalo que Jesús quiere y desea».
Agregó que el Adviento está relacionado directamente con la misión, pues durante los siglos que la humanidad, los profetas fueron anunciando al pueblo de Israel la llegada del Mesías Liberador. Fue un tiempo de misión en el que el pueblo se preparaba para este gran acontecimiento y desde la primera venida de Jesús, la Iglesia sigue en permanente estado de misión.
Adviento tiene como finalidad el preparar el camino del Señor; es un período para abrir los ojos, volver a centrarse, prestar atención, tomar conciencia de la presencia de Dios en el mundo y en nuestras vidas… «la tarea del misionero es preparar a la gente para que conozca mejor a Jesús y formen parte de la Iglesia de los hijos de Dios. Como Discípulos y Misioneros de Jesús en el mundo de hoy, tenemos en el Adviento la maravillosa oportunidad de «escuchar la Palabra y aprender del Maestro para anunciar por el mundo el amor», concluyó.
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