II Domingo de Pascua: Jesucristo resucitado, signo de bondad y misericordia

arzo-01Durante los cincuenta días del tiempo pascual, la liturgia de la Palabra orienta nuestra reflexión hacia la Iglesia comunidad de creyentes, nacida de la Pascua de Cristo. De modo muy concreto, cada domingo de Pascua, pone de relieve aspectos diversos de la vida de los cristianos, como testimonio del Señor resucitado.

            La primera comunidad Apostólica de Jerusalén, no ha dejado de existir, debe reflejarse en nuestras comunidades y en nuestras asambleas dominicales. Cada comunidad ha de ser continuamente recreada y reconstruida gracias a la presencia del Resucitado y por fuerza de sus dones pascuales como: el Espíritu, los Sacramentos, la paz, el gozo. Cada comunidad y cada asamblea dominical, está llamada a ser en el mundo signo y anuncio permanente de la Pascua del Señor, de su invitación a la paz, a la misericordia  y a la reconciliación; lo cual debe resplandecer particularmente hoy Domingo de la Misericordia Divina.

            La  primera Carta de S. Pedro, sostiene que “hemos sido regenerados, para una esperanza viva, mediante la Resurrección de Jesucristo, de entre los muertos”. En los primeros versos subyace un antiguo himno bautismal, que bendice a Dios por la obra de la salvación mediante el Cristo, el cual es para el creyente regeneración y apertura en la esperanza hacia una salvación total. En cambio, también se considera la vida cristiana, surgida de la nueva relación que se instaura entre el hombre y Dios

            En los Hechos de los Apóstoles, S. Lucas atestigua que “los hermanos eran asiduos a la enseñanza de los Apóstoles, en la unión fraterna, en la fracción del pan y en las oraciones… todos los que habían creído, permanecían juntos y poseían todo en común; quienes tenían propiedades y bienes los vendían y compartían a todos, según la necesidad de cada uno”.          “Los Hechos de los Apóstoles”, en su intento de narrar la difusión y el crecimiento de la Iglesia, ofrecen hoy, una descripción de la comunidad primitiva, que tiene su modelo y su inspiración en la pequeña comunidad cristiana, que nosotros no logramos visualizar o  imaginar. Trazo fundamental es ser asiduos y concordes en la oración y al templo. Esta actitud de piedad era también característica de compartir juntos el pan,  gesto típico de las comunidades cristianas para indicar la Eucaristía, signo de su unión amable o koinonía Se note también, en esta sumario la caracterización del discípulo como aquel que “escucha la doctrina de los Apóstoles”.

            En el Evangelio, S. Juan narra dos apariciones del Señor resucitado: la primera, en la misma tarde del día de Pascua: “el primer día después del sábado” (el primero de la semana); la segunda, “ocho días después”. El ritmo semanal de las apariciones de Jesús, presentando los signos gloriosos de su Pasión en medio de los discípulos reunidos, creaban un ambiente fuertemente litúrgico. El día de las apariciones del Señor, pronto fue  indicado por los cristianos con el nombre de “Día del Señor”; y desde los comienzos de la Iglesia fue considerado como “signo semanal de la Pascua que era celebrada por los fieles reunidos en Asamblea para escuchar la Palabra de Dios y participar en la Eucaristía, haciendo así, memoria de la Pasión, de la Resurrección y de la Gloria del Señor Jesús, dando así gracias a Dios que “nos ha regenerado     en la esperanza viva por medio de la Resurrección de Cristo Jesús de entre los muertos” (1 Pe 1,3).

            Por ello, “el domingo es la fiesta primordial que debe ser propuesta e inculcada a la piedad de los fieles” (SC 106). Desde ahí, los cristianos somos una Comunidad de paz, bondad y reconciliación”. Por ello: ¡qué bien queda el nombre de “Domingo de la Misericordia” al Domingo de hoy!, en que han sido canonizados los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II, edificantes en bondad y misericordia; hecho que nos motiva a ser una comunidad instrumento de paz, de reconciliación y de misericordia: que viva San Juan XXIII; que viva San Juan Pablo II. Así esa.

Héctor González Martínez

Arz. de Durango

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