REUNIÓN DE PLANEACIÓN DECANATO SEÑOR DE LOS GUERREROS

 El Decanato Señor de los Guerreros, perteneciente a la Región Pastoral Norte de la Arquidiócesis de Durango, llevará a cabo una reunión de planeación los días 17 y 18 de diciembre, en la parroquia de San Juan Bautista en Indé Durango. Así lo dio a conocer el presbítero Carlos Sariñana Valles, Decano de esta zona pastoral. “Esta junta tiene como objetivo principal, transmitir a cada uno de los sacerdotes de las parroquias, los planes pastorales marcados por el Señor Arzobispo Don Héctor González Martínez. Además, se hablará del trabajo diario de los párrocos con los laicos y las diversas herramientas de las cuales se dispone para evangelizar.” Finalizó el sacerdote.

Episcopeo: «Adviento: la fe nos llama a ser Pueblo de Dios a ser Iglesia»

La fe es un don, porque es Dios quien toma la iniciativa y viene a nuestro encuentro. La fe es una respuesta con la que lo recibimos. Es un don que transforma nuestras vidas, ya que nos hace entrar en la misma visión de Jesús.

El acto de fe es un acto eminentemente personal, que tiene lugar en lo más profundo es un cambio de dirección, una conversión personal: es mi vida que da un giro, una nueva orientación.

Creer no es el resultado de mi reflexión solitaria, no es el producto de mi pensamiento, sino que es el resultado de una relación, de un diálogo en el que hay un escuchar, un recibir, y un responder; es el comunicarse con Jesús, que me hace salir de mi «yo», encerrado en mí mismo, para abrirme al amor de Dios Padre. Me descubro unido no solo a Jesús, sino también a todos aquellos que han caminado y caminan por el mismo camino.

No puedo construir mi fe personal en un diálogo privado con Jesús, porque la fe me ha sido dada por Dios a través de una comunidad de creyentes que es la Iglesia, y por lo tanto me inserta en la multitud de creyentes, en una comunidad que no solo es sociológica, sino que está enraizada en el amor eterno de Dios, que en Sí mismo es comunión del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, que es Amor trinitario. Nuestra fe es verdaderamente personal, solo si es a la vez comunitaria: puede ser “mi fe”, solo si vive y se mueve en el “nosotros” de la Iglesia, solo si es nuestra fe, nuestra fe común en la única Iglesia.

El domingo en la misa, rezando el “Credo”, nos expresamos en primera persona, pero confesamos comunitariamente la única fe de la Iglesia. Ese “creo” pronunciado individualmente, se une al de un inmenso coro en el tiempo y en el espacio, en el que todos contribuyen, por así decirlo, a una polifonía armoniosa de la fe. “Creer» es un acto eclesial. La fe de la Iglesia precede, engendra, conduce y alimenta nuestra fe. La Iglesia es la Madre de todos los creyentes. «Nadie puede tener a Dios por Padre si no tiene a la Iglesia por Madre» (San Cipriano). La fe nace en la Iglesia, conduce a ella y vive en ella.

El camino de la Iglesia inicia en Pentecostés: el Espíritu Santo desciende con poder sobre los discípulos, (Hch. 2,1-13), y la Iglesia primitiva recibe la fuerza para llevar a cabo la misión que le ha confiado el Señor Resucitado: difundir por todos los rincones de la tierra el Evangelio, la buena noticia del Reino de Dios, y guiar así a cada hombre al encuentro con Él, a la fe que salva. Los Apóstoles superan todos los miedos en la proclamación de lo que habían oído, visto, experimentado en persona con Jesús. Por el poder del Espíritu Santo, comienzan a hablar en nuevas lenguas, anunciando abiertamente el misterio del que fueron testigos. Pedro en su gran discurso que pronuncia en el día de Pentecostés, refiriéndose a Jesús, y proclamando el núcleo central de la fe cristiana dice: Aquel que había sido acreditado ante ustedes por Dios con milagros y grandes señales, fue clavado y muerto en la cruz, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, constituyéndolo Señor y Cristo. Con él entramos en la salvación final anunciada por los profetas, y quien invoque su nombre será salvo (Hch. 2,17-24). Al oír estas palabras de Pedro, muchos se sienten desafiados personalmente, interpelados, se arrepienten de sus pecados y se hacen bautizar recibiendo el don del Espíritu Santo (cf. Hch. 2, 37-41).

La Iglesia, desde el principio, es el lugar de la fe, el lugar de transmisión de la fe, el lugar en el que, mediante el Bautismo, estamos inmersos en el Misterio Pascual de la Muerte y Resurrección de Cristo, que nos libera de la esclavitud del pecado, nos da la libertad de hijos y nos introduce a la comunión con el Dios Trino. Al mismo tiempo, estamos inmersos en comunión con los demás hermanos y hermanas en la fe, con todo el Cuerpo de Cristo, sacándonos fuera de nuestro aislamiento.

Hay una cadena ininterrumpida de la vida de la Iglesia, de la proclamación de la Palabra de Dios, de la celebración de los sacramentos, que llega hasta nosotros y que llamamos Tradición. Esta nos da la seguridad de que lo que creemos es el mensaje original de Cristo, predicado por los Apóstoles. El núcleo del anuncio primordial es el acontecimiento de la Muerte y Resurrección del Señor, de donde brota toda la herencia de la fe.

La Biblia contiene la Palabra de Dios y la Tradición de la Iglesia la conserva y la transmite fielmente, para que las personas de todos los tiempos puedan acceder a sus inmensos recursos y enriquecerse con sus tesoros de gracia. Por eso la Iglesia, “en su doctrina, en su vida y en su culto transmite a todas las generaciones todo lo que ella es, todo lo que ella cree”.

Es en la comunidad eclesial donde la fe personal crece y madura. En ella todos son invitados a ser “santos”. Hoy es igual: un cristiano que se deja guiar y formar poco a poco por la fe de la Iglesia, a pesar de sus debilidades, sus limitaciones y sus dificultades, se vuelve como una ventana abierta a la luz del Dios vivo, que recibe esta luz y la transmite al mundo. Juan Pablo II afirmó que “la misión renueva la Iglesia, refuerza la fe y la identidad cristiana, da nuevo entusiasmo y nuevas motivaciones. ¡La fe se fortalece dándola!”.

Tenemos necesidad de la Iglesia para confirmar nuestra fe y para experimentar los dones de Dios: su Palabra, los sacramentos, el sostenimiento de la gracia y el testimonio del amor.

 En un mundo donde el individualismo parece regular las relaciones entre las personas, haciéndolas más frágiles, la fe nos llama a ser Pueblo de Dios, a ser Iglesia, portadores del amor y de la comunión de Dios para toda la humanidad.

 

Durango, Dgo., 16 de Diciembre del 2012               + Mons. Enrique Sánchez Martínez

Obispo Auxiliar de Durango

Email: episcopeo@hotmail.com

PASTORAL JUVENIL REALIZA CONVIVENCIA NAVIDEÑA

 El pasado viernes 14 de diciembre, La Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Durango, llevó a cabo una convivencia navideña algunos movimientos juveniles de Iglesia, en la casa de la Acción Católica de la ciudad de Durango. Así lo dio a conocer el sacerdote Francisco Canales Samaniego, quien se encarga de la Pastoral. “…En la convivencia los muchachos repartieron aguinaldos y rompieron algunas piñatas, lo que hizo muy ameno el momento. Los jóvenes han trabajado muy duro en las labores de apostolado que se han planeado a lo largo del año; por esta razón, tendremos un pequeño periodo de vacaciones y será hasta el 5 de enero del 2013, cuando retomemos actividades con la primer reunión de Consejo Juvenil Diocesano.” Finalizó el presbítero.

Homilía Domingo III de Adviento; 16-XII-2012

 Alégrense, el Señor está cerca

En la primera lectura, el profeta Sofonías entona un himno de gozo con dos aspectos de la salvación: primero negativamente, como perdón de los pecados, liberación del mal y revocación de la condena; y luego, positivamente, como reconciliación y comunión con Dios. El gozo que resulta no es una vana ilusión, sino una realidad profunda que procede de estar en paz con Dios. Exhorta pues el profeta: alégrate hija de Sión, exulta Israel y alégrate hija de Jerusalén. Mientras el país está en la máxima miseria moral, Sofonías proclama su mensaje y predica al pueblo dramas dolorosos de los que escapará sólo un pequeño resto fiel. Es Dios que se manifiesta y preserva al pueblo de la guerra; es Él, que, con su amor permite a la alianza retomar nuevo vigor. También S. Pablo en la segunda lectura confirma esta realidad y exhorta a saber descubrir la presencia de Dios aún en los acontecimientos difíciles de comprender. Estando prisionero, S. Pablo recibió la ayuda de Dios y de los cristianos de Filipos, y hasta una promesa de liberación. Que el Señor está cerca, anuncia la presencia de Dios en la vida cristiana de cada día. Viviendo en esta cercanía, el cristiano vive sereno, en paz, en oración y en el gozo. En el Evangelio preguntan los oyentes a Juan Bautista: Qué debemos hacer ante la cercanía de Dios?. La cercanía de Dios hace al cristiano abierto y solidario con todo lo que hacen de bueno y de sincero sus hermanos, los hombres. El cristiano no se encierra en una moral toda suya, sabe hacer suyas las virtudes propias de su generación, sabe hacer propios los valores inscritos en los modos de pensar de los demás. Ver y apreciar todo aquello que hay de bueno en los demás con una mirada y un juicio positivos, es otro aspecto del optimismo que viene de la certeza de vivir con Dios. Sepamos pues, que la apertura a los demás depende siempre de la comunión gozosa y personal con Dios. Si el Señor está entre nosotros, cabe preguntarnos: ¿nosotros qué debemos hacer? Ante diversas categorías de personas como la muchedumbre, los publicanos y los soldados: Juan bautista impone un comportamiento preciso en señal de conversión: no hacer del egoísmo nuestro personal modo de actuar, no aprovecharnos del oficio o de la profesión para enriquecerse injustamente. Estos signos de conversión son elementales, aún antes de pensar en las bienaventuranzas. Pero, el no hacer del egoísmo la razón de ser de la propia vida es ya un signo inicial de conversión al Reino. Es más: el hecho de tener en el cielo un Padre común que nos ama y al que podemos encontrar, ha de ser una fuente de gozo para los cristianos; un gozo que es comunicado y reservado para los hermanos. Aunque, muchos van viviendo el Cristianismo entre vaciladas y otros bostezando aguantan la asamblea eucarística. Nuestra era, excesivamente problemática ha deteriorado el gusto de la festividad y de la fantasía; sí se aceptan las fiestas, pero sin brío y sin emoción. Hasta las fiestas más tradicionales, algo tienen de vacío y de exaltación; bajo las apariencias advertimos falta de autenticidad. En cambio la Madre Teresa de Calcuta, que consumió su vida al servicio de los más pobres del mundo, dijo: “la alegría es plegaria, es fortaleza, es amor, es una red de amor con las cuales podemos llegar a las almas. Dios ama al que da con alegría. Da más quien da con alegría, El mejor camino para mostrar nuestra gratitud a Dios y a la gente es aceptar todas las cosas con alegría y gozo. Un corazón contento es el resultado normal de un corazón que arde en amor. No dejen entrar en ustedes nada triste que pueda hacerles olvidar la alegría de Cristo Resucitado”.

Héctor González Martínez

Arz. de Durango

POSADA DEL SEMINARIO MAYOR Y LA ESCUELA DE LA CRUZ

 El movimiento “Escuela de la Cruz” de la Arquidiócesis de Durango, llevará a cabo éste domingo 16 de diciembre, una posada de convivencia con los seminaristas y Equipo Formador del Seminario Conciliar Mayor de esta Iglesia Local. Así lo informó el señor Eleuterio Pérez, quien se desempeña como coordinador laico de los cruzados. “Esta posada se hace más que nada, con el fin de convivir con los jóvenes que estudian en el Seminario, y además  conozcan las labores de apostolado que se realizan en Escuela de la Cruz. Tendremos la fortuna de contar con la presencia del Excelentísimo Señor Arzobispo don Héctor González Martínez y nuestro sacerdote asesor, el presbítero Ezequiel Maldonado Rentería. Las actividades iniciarán en punto de las 19:00 horas con una celebración Eucarística y terminarán con un convivio.

CELEBRARÁ SU POSADA EL CONSEJO DIOCESANO DEL APOSTOLADO LAICAL

El Consejo Diocesano de Apostolado Laical (CODAL) de la Arquidiócesis de Durango, llevará a cabo su tradicional posada, el próximo domingo 16 de diciembre, las instalaciones del Arzobispado de Durango. Así lo informaron José Ángel y Ana María López, presidentes laicos del CODAL. “…Esta posada es por una invitación que el Excelentísimo Señor Arzobispo Don Héctor González Martínez nos hace cada año. Hasta el momento tenemos confirmadas alrededor de 190 personas, las cuales serán participes de un nutrido programa de actividades, el cual iniciara con una Celebración de la Palabra para luego disfrutar una Pastorela presentada y dirigida por el sacerdote Martín Gómez. En el evento estará presente el sacerdote Guillermo Hernández quien funge como asistente eclesiástico de este consejo…“expresó el matrimonio.

RETIRO DE ADVIENTO PARA LAICOS

El Seminario Laical de la Arquidiócesis de Durango, realizó un Retiro de Aviento, el pasado 11 de diciembre, en las instalaciones de la institución antes mencionada. Así lo dio a conocer el Rector, el presbítero Luis Rubén de la Torre. “…Este retiro tuvo como objetivo preparar espiritualmente para la venida del Señor. El taller espiritual fue dirigido por el sacerdote Omar de la Torre Reyes y para dar culmen a las actividades de oración, se tuvo una Eucaristía oficiada por el mismo presbítero. En el evento participaron miembros del Seminario Laical y algunos otros católicos que gustosos formaron parte de esta experiencia.” Agregó el Rector.

CONVIVE SEMINARIO MAYOR CON MOVIMIENTO FAMILIAR CRISTIANO

 El Seminario Conciliar Mayor de Durango, el pasado 9 de diciembre, realizó su tradicional posada de convivencia con el Movimiento Familiar Cristiano. En el que comparte un momento especial de reflexión sobre la Navidad y se abre un espacio para la sana convivencia entre los matrimonios  y los seminaristas. Esta tradición se nutre desde hace varias décadas y permite al Seminario entrar en contacto con los diversos grupos y movimiento eclesiales, en particular en el MFC. “Se recibirá a demás en los próximos días, a otros movimientos y grupos durante el tiempo de las posadas especialmente, tales como La Escuela de la Cruz, entre otros.” Así lo informó el padre Rafael Landeros Rubio, Rector de esta gloriosa institución como es el Seminario.

EL MOVIMIENTO DE RENOVACIÓN CARISMATICA PONE EN MARCHA FESTEJOS NAVIDEÑOS

 El movimiento “Renovación Carismática Católica” de la Arquidiócesis de Durango, realizará hoy, en la Escuela de Evangelización Católica, la reunión mensual de Servidores y además, llevará a cabo la tradicional posada y pastorela del movimiento. Así lo dieron a conocer Rogelio y Yolanda Gámiz, matrimonio coordinador de la renovación, quienes comentaron que: “…en estas actividades destaca la presencia del guía espiritual del  movimiento, el presbítero Tomás Cardiel Bacio y además, algunos otros sacerdotes que tienen “grupo carismático” en sus Templos. Quienes estarán guiándonos durante la Hora Santa ante el Santísimo y una hora más de retiro espiritual, para después dar paso al convivio navideño.” Finalizo el matrimonio.

RELIGIOSAS REALIZAN RETIRO DE DISCERNIMIENTO VOCACIONAL

 La congregación de Misioneras de Jesús Hostia en la Arquidiócesis de Durango, invitan a las mujeres mayores de 18 años a participar en un Retiro de discernimiento vocacional, que llevarán a cabo este próximo 15 y 16 de diciembre a las 9:00 horas, en la casa de las Misioneras, ubicada en Gabino Barreda # 911. La hermana Lorena Velázquez, Misionera de Jesús Hostia y una de las animadoras de este evento, comentó que: “…este retiro de discernimiento ayudará a que las participantes descubran a través de la oración y el encuentro con Dios, respuestas a preguntas que comúnmente nos hacemos. Las encargadas de dirigir este espacio espiritual serán la religiosa Catalina Rábago y la hermana Edith Velázquez Oviedo, ambas Misioneras de Jesús Hostia. Para quienes deseen participar solo deberán llevar su Biblia, un cuaderno, ropa y artículos de aseo personal para dos días. El costo de recuperación será de 150.00 pesos.” Expresó la religiosa.