El Romanticismo

El Romanticismo es un movimiento cultural, artístico, literario, filosófico y musical, una corriente opuesta a la Ilustración, desarrollada en Europa entre los siglos XVIII y XIX, tildando a la Ilustración de unilateral y alejada de la vida. En Alemania se desarrolla paralelamente al idealismo y es donde adquiere significado.original.
Georg Philipp Friedrich von Hardenberg (1772-1801), define: “el mundo debe ser romantizado. Así, se redescubre su significado original. Romantizar es un potenciamiento cualitativo…. Cuando doy a lo común un sentido más elevado, a lo ordinario un aspecto misterioso, a lo conocido la dignidad de lo desconocido, a lo finito una apariencia infinita, entonces yo lo romantizo”.
En el movimiento cultural y literario con toques filosóficos, denominado Sturm und Drang (tempestad é ímpetu) destacan Johann Wolfgang Goethe y Friederich Schiller. Algunas obras de Goethe, como Fausto llegaron a ser símbolos para los románticos. Goethe ve a la naturaleza como un todo viviente, hasta en sus elementos ínfimos; su concepción del arte está íntimamente unida a la naturaleza: el genio es naturaleza que crea y el arte es como la naturaleza actividad creadora. Con el Cristianismo mantiene una relación ambigua con tendencia a humanizar su contenido sobrenatural.
Schiller, gira en torno al amor por la libertad en todos sus ámbitos político, social y moral. La escuela más alta de libertad es la belleza; su figura del alma bella gozó de éxito en la época romántica: el alma bella cumple el deber con naturalidad espontánea, atraída por la belleza; es el alma capaz de una gracia capaz de armonizar instinto y moral. Descubramos los vuelos románticos de Schiller en el Himno de la alegría en el novena Sinfonía de Bethoven.
Contra la razón ilustrada se exaltaron el sentimiento y la pasión; contra la cultura lo natural y lo instintivo; contra la ley y la constricción, la autonomía y la libertad; contra la regla, la fantasía y la genialidad creadoras. Esto originó algunas figuras típicas: el rebelde, por su rexhazo valiente de toda oprsión y autoridad; el niño, modelo de naturalidad y espontaneidad de sentimientos; el genio, por su capacidad taumaturgica de crear rompiendo cánones o reglas establecidas.
Las reflexiones más interesantes de este movimiento se desarrollaron en torno al arte y a la religión. El arte entendido como forma privilegiada para orientar la existencia humana finita hacia lo infinito. La religión, como pasión de infinito y como sentimiento y experiencia panteísta de lo divino.
A ello se añaden grandes capítulos sobre el clasicismo, la revaloración del sentimiento, el redescubrimiento de lo infinito, el interés por la historia y la tradición, la función del arte como saber de salvación.
Ilustración y Romanticismo no son totalmente opuestos; tienen en el fondo una matriz ideológica común: la autonomía del hombre: se encuentran en las raíces de la cultura contemporánea; el hombre del tercer milenio conserva muchos elementos contradictorios, de las dos corrientes. El romanticismo sustituye la razón por un sentimiento no regulado, que tiende al infinito, que debe probarlo todo, saborearlo todo sin poner límites a sus deseos.
Desde este enfoque, descubrimos que todavía hoy vivimos en el romanticismo.
Durango, Dgo. 11 de mayo del 2008.
Héctor González Martínez
Arz. de Durango

KANT

Emmanuel Kant (1724-1804), en la filosofía anterior a él tuvo una preparación y una prolongación a modo de diálogo en la filosofía posterior. La aportación revolucionaria de Kant, es afrontar el problema del conocimiento centrándose no en el objeto sino en el sujeto que construye objetos con estructuras cognoscitivas subjetivas. Se trata de verificar la posibilidad de la metafísica como conocimiento científico.
En el ambiente de Kant, en que muchos negaban la posibilidad de la metafísica, en 1781, publicó la Crítica de la razón pura, como respuesta a la pregunta: ¿qué podemos conocer?; el término Crítica, se entiende como un tratado sobre el método que debería seguir la metafísica; el término Razón pura, se entiende como la razón no contaminada por la experiencia sensible. Ello, encaminado a examinar la facultad de razonar los conocimientos que se pueda poseer al margen de la experiencia sensible.
Porque, según Kant, hay dos tipos de conocimiento; el primero, es sensible, particular y contingente, que no teniendo experiencia de cosas necesarias y universales, se expresa en juicios sintéticos a posteriori; significa que añade un nuevo conocimiento al sujeto; a posteriori significa que se tiene tal conocimiento después de la experiencia. El otro conocimiento es el racional, a priori o antes de la experiencia, universal y necesario, que no añade nuevo conocimiento al sujeto y se expresa en juicios analíticos y necesarios.
Hay que intentar combinar la necesidad y la universalidad de los juicios analíticos con el aumento de conocimiento que dan los juicios sintéticos. Es pues, necesario, encontrar un juicio que sea a la vez sintético, que añade nuevo conocimiento; y a priori, es universal y necesario.
En el culmen del proceso cognoscitivo, Kant pone el “yo pienso” o percepción trascendental, que es la función unificadora fundamental del entendimiento. El sujeto es el factor decisivo del proceso cognoscitivo, pero no en el vacío; pues la intuición sensible, es el inicio de este proceso.
La Crítica de la razón pura como trabajo previo, da lugar en 1788 a la Crítica de la razón práctica, como respuesta a la pregunta moral: ¿qué debemos hacer?; pues según Kant, la totalidad de la Filosofía debe responder a tres preguntas: ¿qué puedo saber?, ¿qué debo hacer?, ¿qué me es permitido esperar? Se trata de una moral del deber.
Hasta antes de Kant, el concepto básico de moral era el bien en relación con el fin último del hombre, concepto considerado por Kant como en sí mismo inmoral, pues la tendencia hacia un bien es egoísta, hedonista y utilitaria.
Pero la moral de Kant es débil frente a la moral racionalista que entiende el bien como un absoluto que trasciende lo sensible; es débil frente a la moral clásica del bien moral como realización teleológicamente plena de la naturaleza humana.
Con todo, la critica de Kant a la búsqueda de la felicidad desde una obligación, es útil a los bautizados que buscan su propio bien movidos por tendencias egoístas; y, siendo que esta tendencia es habitual y natural, una tendencia natural, necesaria y no libre, nunca puede servir de base a una obligación moral.
Como exigencias de la razón práctica, Kant introduce la teoría de los postulados (inmortalidad del alma, libertad y existencia de Dios), no como dogmas teóricos sino como presupuestos prácticos para la vida moral. La trascendencia queda en mera inmanencia.
En la Fundamentación de la metafísica de las costumbres (1785), en la tercera formulación del imperativo categórico: obra de modo que tu voluntad, pueda considerarse como universalmente legislativa, Kant introduce el concepto de autonomía, pues el deber no se impone ya que proviene de la razón que constituye al hombre. Someterse a una razón externa sería una heteronomía incompatible con la dignidad de la persona humana. Todo apunta a la autonomía de la razón.
Durango, Dgo. 4 de mayo del 2008.
Héctor González Martínez
Arz. de Durango

La Ilustración Alemana

La Ilustración alemana o Aufklärung tiene tres fases, como antecedente a la época de oro de la filosofía y de la literatura alemana en Kant, Goethe y Hegel.
Samuel Pufendorf (1632-1694) y Christian Tomasius (1655-1728) representan la primera fase. Separan el derecho natral de la metafísica y de la teología; el análisis metafísico del hombre de la segunda escolástica, es sustituido por un análisis psicológico de las tendencias y pasiones humanas. Elaboran entonces una doctrina del derecho natural de perfil racionalista, deduciendo los preceptos de justicia de leyes y principios generales y racionales.
Christian Wolf (1679-1754), inicia la segunda fase. Su sistema es una gigantesca construcción lógico-formal, completa y coherente, pero alejada de la realidad sensible; la lógica ocupa el papel metodológico fundamental; los principios de no contradicción y de razón suficiente constituyen el sustrato formal de toda ciencia racional o empírica; toda ciencia tiene un aspecto teórico y una aplicación práctica. Dejó a la posterioridad una terminología exitosa: ontología en vez de metafísica, crítica en vez de teoría del conocimiento, teodicea en vez de teología natural. Wolf, creyente sincero y al mismo tiempo racionalista, colocó a la razón como juez de la fe.
Le tercera fase de la Ilustración alemana, se desarrolló en tiempos y a la sombra del rey prusiano Federico el Grande (1712-1786), escribiendo él mismo obras como el Ensayo sobre el amor de sí mismo considerado como el principio de la moral.
Hermann Samuel Reimarus (1694-1768), de raza hebrea y decidido defensor de la religión natural. En Apología y defensa de los adoradores racionales de Dios, sostenía que la única revelación divina es el mundo natural; las llamadas revelaciones sobrenaturales son sólo invenciones humanas y los mismos milagros son una ofensa a Dios, Quien ha creado un mundo organizado y gobernado mediante un sistema racional.
Moses Mendelssohn (1729-1786), de origen judío y de convicciones deístas, no compartía la hostilidad de Reimarus contra la revelación sobrenatural, interesándose sobre todo de la relación entre religión y poder político, defendiendo la tolerancia y la no intervención del Estado en materias religiosas.
Gotthold Ephraim Lessing (1729-1781), el filósofo de la religión más sobresaliente de la Ilustración alemana. Para él, la verdad absoluta y definitiva pertenece sólo a Dios; pero no se pueden despreciar las religiones reveladas, cuyo valor se mide por las consecuencias sociales que comporta; desde esta perspectiva la valoración del Cristianismo es más positiva que la de otras religiones; pero, su apreciación del Cristianismo no es del todo ortodoxa: en la historia de la humanidad el Cristianismo es sólo uno de sus tres períodos que corresponden a las etapas de la evolución psicológica del hombre: la primera, paralela a la de la infancia humana, es simbolizada por el Antiguo Testamento; la segunda o juventud es simbolizada por el Nuevo Testamento que predica a Dios como Padre universal y la inmortalidad del alma, en esta etapa los cristianos añaden elementos especulativos teológicos, no del todo negativos pero necesitados de una racionalización; la tercera etapa, paralela a la madurez psicológica, es del Evangelio eterno, en que el hombre hará el bien por amor del bien y no por el premio o por el castigo.
La revoltura histórica de la ideas se refleja en el comportamiento social del ambiente que nos envuelve.
Durango, Dgo. 27 de abril del 2008. Héctor González Martínez
Arz. de Durango

La Ilustración Francesa (Pt 4)

Desde la entrega del pasado 7 de octubre, venimos repasando el proceso de secularización, iniciado en 1453 con la caída de Constantinopla en poder de los turcos.
Repasando la Ilustración francesa ya vimos su introducción y varios exponentes sobre sus dos desarrollos principales: el materialismo y la teoría político-social. En esta cuarta y última entrega, abordamos la figura de Juan Jacobo Rousseau (1712-1778).
Sin un sistema filosófico sólo un sistema del corazón, su principio básico es que la naturaleza ha hecho al hombre bueno y feliz, pero la sociedad lo degrada y lo hace miserable. En su Discurso sobre las ciencias y las artes (1750), busca responder sobre la positividad del influjo de la cultura en las costumbres de los hombres. Considera que el hombre del siglo XVIII está desnaturalizado y alienado, ya no responde de sí mismo; dependiendo de la opinión de los demás, ha de volver al origen escuchando a la naturaleza.
El Discurso sobre el origen y el fundamento de la desigualdad entre los hombres (1758), es un intento de redescubrir la auténtica naturaleza humana. Presenta al hombre natural, a la naturaleza humana natural. Naturaleza y cultura son contrarios; lo cultural es artificial, no natural; lo natural se identifica con lo original y espontáneo. El hombre natural es un ser todavía pre-racional, feliz, con una bondad natural que incluye todo para la conservación de su vida. Con esta posibilidad, todos los hombres son iguales y libres. Por tanto, libertad e igualdad son los derechos naturales del hombre. En cambio, evolucionando racionalmente, el hombre se aleja de la naturaleza y ya no puede regresar; ahora la sociedad es un contrato social, basado en la desigualdad económica, que pisotea los derechos fundamentales del hombre.
El Contrato social de 1762, es su propuesta política: “encontrar una forma de asociación, que defienda y proteja con toda la fuerza común la persona y los bienes de cada uno de los asociados; y por la cual, uniéndose cada uno a todos, no obedezca sin embargo más que a sí mismo, y permanezca tan libre como antes”. Su finalidad es salvaguardar la libertad y la igualdad originales; para ello, es imprescindible una cláusula: la alienación total de cada asociado, con todos sus derechos, a toda la comunidad; esto es, la libertad natural se transforma en la sociedad del contrato en libertad civil; la sociedad que surge de ello, está formada por los derechos de todos los ciudadanos.
Así, la voluntad popular que legisla es la voluntad propia del ciudadano, porque todos ellos forman parte del poder, es decir de la comunidad que custodia los derechos individuales, y que es erigida en soberano. Esta coincidencia es la libertad definida como la “obediencia a la ley que nosotros mismos nos hemos dado”.
Libertad pues, es autonomía, autolegislación; igualdad es igualdad legal; la ley es la declaración de la voluntad general y es igual para todos.
Si la intención última era defender los derechos integrantes de la naturaleza humana algunas propuestas tienden al totalitarismo. Dado que los hombres se reúnen para defender el bien común de la libertad y de la igualdad, la voluntad general que resulta de la enajenación de los derechos individuales tenderá necesariamente hacia ese bien común.
En el Contrato social, a nombre de una voluntad general absoluta, indivisible e infalible, se niegan el derecho de asociación, la libertad de enseñanza y se reduce la libertad religiosa. Grave reduccionismo, hoy vigente, en contraste con el mensaje de Benedicto XVI anteayer en Nueva York en la ONU.
Durango, Dgo. 20 de abril del 2008. Héctor González Martínez
Arz. de Durango

La Ilustración Francesa (Pt 3)

Vimos ya el materialismo como uno de los principales tópicos de la Ilustración francesa, importante por su radicalidad. Veamos ahora el tópico de la teoría político-social, importante por las consecuencias históricas que tuvo.
Carlos de Sécondat, barón de la Bréde y de Montequieu (1689-1755). En su primera obra, Cartas persas de 1721, critica las instituciones políticas y religiosas de Francia, con visión satírica atribuida a un viajero persa.
En El espíritu de las leyes de 1748, compara distintas sociedades, abarcando la causa de la diversidad de instituciones y formas de vida; las causas de las diferencias son múltiples como el carácter de un pueblo, el clima, la geografía, el comercio, las formas de gobierno. Este conjunto de circunstancias constituye el espíritu de las leyes. Analizando los datos particulares de cada sociedad, establece una teoría: existen leyes de la naturaleza, admite la existencia de una moral natural que precede al derecho positivo, afirma la existencia de un Dios creador y conservador del mundo que establece reglas fijas de justicia.
Para Montesquieu las formas de gobierno son tres: la republicana, que puede ser democrática o aristocrática, la monárquica y la despótica. La diferencia entre estas últimas es que en la monarquía gobierna el rey con algunas reglas fundamentales; en la despótica, gobierna el capricho del déspota. En la república rige el principio de la virtud civil, en la monarquía el honor y en el despotismo el miedo. Destaca otro principio destinado a perdurar: la separación de poderes. Los poderes legislativo, ejecutivo y judicial deben ser independientes entre sí para evitar el despotismo y al abuso tiránico del poder.
Francisco Maria Arouet, conocido como Voltaire (1694-1778). La crítica a la tradición recorre toda su obra. Voltaire sostiene que los sistemas metafísicos del siglo XVII son artificiosos. Considera que Newton conduce al verdadero teísmo, en que se reconoce a un Dios supremo que ha creado todas las cosas; redescubre las causas finales como prueba para demostrar la existencia de Dios.
Pero duda de la espiritualidad del alma; rechaza la libertad en sentido psicológico y en sentido democrático pues siempre despreció a la plebe; pero defiende la libertad como libertad política para los filósofos. Pretende sustituir los dogmas religiosos por los principios de la Ilustración filosófica. Por eso defendió la tolerancia religiosa y terminada sus escritos con la frase: “écrasez l’infame”: destruir a la Iglesia Católica.
De 1734 a 1778, año en que murió, con panfletos disfrazados de falsos sermones o sobre diversos temas, Voltaire multiplica sus ataques contra la fe y la Iglesia Católica. Comienza atacando el clericalismo, el poder de la Iglesia, la teocracia, las órdenes religiosas seculares y monásticas y termina contra los textos sagrados y los dogmas, cuyo su defecto fundamental “es aprisionar el espíritu a favor de hipótesis vanas y suscitar el fanatismo”. Lo que quiere atacar con perseverancia es el principio mismo de la religión, como fundada en el pecado más grave para un espíritu lúcido, la presunción.
Sin ser un filósofo profundo, logró modelar las categorías de pensamiento de vastos sectores intelectuales. Desde Voltaire, la confianza en el progreso de las luces y la consideración de la fe como un obstáculo a dicho progreso, serán una motivación subyacente del pensamiento posterior hasta el presente, aún entre bautizados.
Durango, Dgo. 13 de abril del 2008.
Héctor González Martínez
Arz. de Durango

La Ilustración Francesa (Pt 2)

La rama francesa de la Ilustración tuvo dos desarrollos principales: el materialismo y la teoría político-social.
El principal representante del materialismo es Julián Offray de La Mettrie (1709-1751) en sus obras El hombre máquina, Historia natural del alma, El hombre planta y El arte de gozar o Escuela de la voluptuosidad desarrolla un materialismo de base, haciendo depender todo de la sensibilidad, incluidas las ideas. La clave para entender qué es el hombre está en los procesos fisiológicos; la diferencia entre hombre, animal y planta es sólo de grado.
El barón Paul d’Holbach (1723-1789) compuso el Sistema de la naturaleza o de las leyes del mundo físico y del mundo moral, el texto más importante del materialismo del siglo XVIII. Todas las cosas son el resultado de un conjunto de átomos estructurados de formas distintas; los principios del movimiento, atracción y repulsión entre los átomos, son internos a las cosas, que en el hombre se llaman amor y odio. La ignorancia y el miedo son el origen de la noción de divinidad; la religión aumenta el ansia y el miedo; eliminando la religión, se podrá cambiar el antiguo sistema político y sustituirlo por otro más racional.
Etienne Bonnot de Condillac (1715-1780). Su sensismo radical lo acerca a la corriente materialista del pensamiento, aunque deja espacio al espíritu y a la trascendencia, afirmando categóricamente la existencia de Dios como causa suprema y reconociendo la existencia del alma inmaterial y espiritual como, no como el conjunto de las sensaciones sino como un centro simple de la unidad de ellas En su ensayo sobre El origen de los conocimientos humanos (1746), enseña, que todo conocimiento tiene un origen empírico, ya se trate de una idea simple o de una idea compuesta.
En el Tratado de los sistemas (1749), critica fuertemente a Descartes, Malebranche, Spinoza y Leibniz, porque partieron de definiciones y llegaron a definiciones arbitrarias; hay que aceptarle que ciertamente hay que sistematizar los conocimientos, partiendo de datos fenoménicos provistos por los sentidos.
En el Tratado de las Sensaciones (1754), Condillac afirma que las operaciones mentales como juzgar, querer, comparar, son sólo sensaciones transformadas. Para demostrar que la sensación es la única fuente de conocimiento, partiendo del sentido del olfato reconstruye todo el proceso del conocimiento hasta llegar a la misma inteligencia.
En el Ensayo sobre el entendimiento humano, en el Resumen razonado y en el Tratado de los animales, explica que la voluntad está determinada por un malestar del espíritu, que siente necesidad de un bien ausente; este malestar o inquietud es el principio de todos los hábitos de nuestra alma. Por este enfoque sobre la voluntad, el sistema de Condillac es considerado voluntarismo, puesto que toda pasión o idea dependen de la determinación de la voluntad.
Claude Adrien Helvetius (1715-1771), en su libro Del espíritu, reduce todas las capacidades del hombre a percepción sensorial; reduccionismo que se aplica también a la vida ética, donde el principio fundamental de la conducta consiste en la búsqueda del placer. La educación debe enseñar a hacer coincidir la búsqueda del placer con el interés general de la sociedad, que producirá un placer mayor. A ello ayudarán la libertad política y la religión natural. Desde cuando vamos dejando de ser cristianos.
Durango, Dgo. 6 de abril del 2008.
Héctor González Martínez
Arz. de Durango

La Ilustración Francesa

Una vez más volvamos al proceso de la secularización. Los ingleses Isaac Newton, Herbert de Cherbury, John Locke, John Toland, Mateo Tendal, Antony Ashley y Francis Hutcheson fueron los primeros fautores de la Ilustración. Las actitudes teóricas ilustradas de estos autores ingleses se mantuvieron bajo el manto de la moderación. La Ilustración francesa radicalizó las actitudes moderadas de los ingleses.
El movimiento cultural de la Ilustración francesa, pugnó por alumbrar las mentes de los europeos en el s. XVIII por una gran confianza en la razón en todos los órdenes de la vida y en contra de las verdades reveladas. Socialmente, fue la expresión de la burguesía en ascenso, opuesta al absolutismo político y a los privilegios nobiliarios. Los excesos siempre permanecen más en la memoria de los pueblos; por lo que el materialismo, el ateismo, los ataques a la Iglesia Católica y los horrores de la Revolución son elementos característicos de la imagen popular de la Ilustración francesa.
Pierre Bayle (1647-1706), autor del Diccionario histórico-critico y precursor de los enciclopedistas franceses, por falta de claridad en los juicios y por la existencia de prejuicios, considera confusas e inútiles las controversias teológicas; en el fondo todos están de acuerdo sobre cosas fundamentales. Si las controversias teológicas son frecuentes, las controversias metafísicas lo son más; pero, dígase lo que sea sobre la demostración racional de la existencia de Dios o de la inmortalidad del alma, siempre habrá demostraciones en contrario. Además, subsiste el problema del mal en el mundo, inconciliable con la existencia de un Dios omnipotente, infinito y omnisciente. Frente a disputas metafísicas y teológicas, sólo queda la tolerancia con fuerte connotación de indiferentismo, como única respuesta racional a puntos de vista que superan el poder de la razón. Además, no hay un vínculo indisoluble entre creencia religiosa y práctica moral como demuestra la vida de los hombres en todas las edades; es pues necesario separar religión y moral. Bayle dejó como herencia la tolerancia como base de la convivencia civil y la separación entre religión y moral.
El Enciclopedismo. La Enciclopedia o Diccionario razonado de artes y oficios (1751-1780), es el símbolo de la Ilustración Francesa. Esta compuesto por muchos autores en treinta y cinco volúmenes bajo la dirección de Denis Diderot (1713-1784) y Jean Le Rond D’Alembert (1717-1783).
La Enciclopedia o Diccionario logró reunir todo el saber de la época, presentado en artículos razonados, ordenados alfabéticamente y desarrollados de forma polémica y crítica, y con un enfoque progresista. Su impresión y publicación no fue fácil, pues el gobierno francés consideró algunos artículos como perjudiciales para el poder político y para la autoridad de la religión.
Diderot no tiene un sistema filosófico estable y pasa por distintas etapas religiosas, incluyendo deísmo, panteísmo y ateísmo. D’Alembert, filósofo, matemático y físico es más coherente. Filosóficamente, tiene importancia su Discurso preliminar de la Enciclopedia. Considera a Locke como el padre de la filosofía científica y ve con satisfacción el progreso de la filosofía en el siglo de las luces.
La Ilustración francesa, privilegiando el conocimiento racional, avanza critica y agriamente contra la revelación, la fe, la religión, la moral, la ética y las tradiciones.
Durango, Dgo. 30 de marzo del 2008.
Héctor González Martínez
Arz. de Durango

¡Feliz Pascua!

Es común que en Navidad nos felicitemos de varias maneras, un saludo, un abrazo, una tarjeta, un regalo, una cena, etc. En cambio, no es tan divulgado el uso de felicitarnos por la Pascua de Resurrección.
Y, sin embargo, el Misterio Pascual es el Misterio central del Cristianismo. La segunda parte del Catecismo de la Iglesia Católica, se intitula: la “Celebración de los misterios Cristianos”; y estos Misterios que celebramos en la Liturgia, son los mismos que profesamos en el Credo, a saber: Santísima Trinidad, Misterio Pascual e Iglesia.
Cada religión tiene elementos distintivos y característicos. El Pueblo elegido en el Antiguo Testamento, por la comida de un cordero sin mancha acompañado de hierbas amargas y rociando su sangre en los dinteles de las casas, tuvo la experiencia de Dios Salvador en la Pascua judía, como paso de la mano de Dios castigando con la muerte a todo primogénito de los egipcios, dejando vivos a los hijos de los hebreos. A ello se le llama Pascua, es decir paso de la muerte para los primogénitos de los egipcios, o salto, como pasando de largo sobre las casas de los hebreos, dejando con vida a sus primogénitos. Ello trajo una liberación política y social, saliendo Israel de la esclavitud en Egipto.
Ello dio pie a la conmemoración anual en una cena el 14-15 del mes de Nisán, en que cada familia comía un cordero de un año mezclado con hierbas amargas en recuerdo de la esclavitud en Egipto. La memoria histórica de Israel celebra estos hechos hasta el presente, cada sábado, pero sobre todo anualmente.
En el marco de esa cena, Jesucristo instituyó una nueva Pascua, ya no por el derramamiento de la sangre de animales, sino en su propia persona por el Misterio Pascual de Pasión, Muerte y Resurrección; elevó la conmemoración y transformó la Pascua antigua por la entrega de Sí mismo como nuevo Cordero, instaurando una nueva y más perfecta liberación. Esta nueva liberación pascual no sólo tiene alcance político-social; tiene además poder transformador para romper las ataduras internas del egoísmo y del pecado que se adueñan del corazón humano y que son las raíces del mal personal y social..
Para el Cristianismo pues, el Misterio Pascual es el Misterio central. Nuestra Pascua nos trae un liberación integral que abarca lo personal y lo comunitario, lo interior y lo exterior, lo individual y lo social, lo temporal y lo espiritual, las potencias, pasiones e inclinaciones humanas.
De manera que, si los israelitas tienen aún clara conciencia de la obra liberadora de Dios por Moisés en el Antiguo Testamento, cuanta más clara conciencia hemos de tener los cristianos por nuestra Pascua en Cristo. Si fue admirable la intervención de Dios en la pascua judía, más admirable es la obra de la pascua en la Nueva Alianza.
La Pascua pues, es Misterio de Cristo y del Cristianismo, es Misterio central de la religión católica y de cada bautizado; a el fuimos injertados por los Sacramentos de la Iniciación Cristiana; en el vivimos, el es nuestra energía espiritual para hacer el bien y evitar el mal cada día; a el nos reintegramos por el Sacramento de la Penitencia, al experimentar la victoria pascual venciendo toda clase de pasiones y tentaciones, al superar las obras de la carne y vivir en el Espiritu.
Es pues justo y necesario que celebremos y hagamos fiesta por nuestra liberación pascual. Así, con sano regocijo, felicito a todos diciéndoles: ¡Feliz Pascua de Resurrección!
Durango, Dgo. 23 de marzo del 2008.
Héctor González Martínez
Arz. de Durango

A Sacerdotes y Fieles de la Arquidiócesis

Saludo afectuosamente en este día de la “Bendición de los Óleos”, a quienes por el Bautismo, la Confirmación y el Orden participan del Sacerdocio de Cristo.
1.- Les comunico que en la Asamblea Episcopal de noviembre, los Obispos fuimos informados sobre el uso del término “ustedes” en lugar de “vosotros”, que aparecerá en los misales y textos sacramentales, por aprobación de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
También se nos comunicó que, después de años de estudios en dicha Congregación y habiendo consultado a la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Santo Padre aprobó cambios en los términos “por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados” para la formula de la consagración del vino.
2.- La Asamblea Episcopal señaló la fecha para la entrada en vigor de estos cambios y así ha sido ratificada. Hago pues del conocimiento de todos, que el próximo 23 de este mes, Domingo de Resurrección, entran en vigor los cambios anunciados para las palabras de la consagración, quedando de la siguiente manera.
Para la consagración del pan: “Tomen y coman todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por ustedes”.
Para la consagración del vino: “Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes y por muchos para el perdón de los pecados. Hagan esto en conmemoración mía”.
3.- Lo más sobresaliente, es el uso de las palabras “por muchos”.
Las versiones alemana, española, inglesa, portuguesa y otras, hemos usado la formula “por todos”, que expresa el sentido de los relatos bíblicos, poniendo de relieve un número grande, sin excluir a nadie.
Acudiendo a los distintos relatos bíblicos, las versiones griega, siríaca, armena y eslava, polaca, rusa, ucraniana, vietnamita y otras han usado la fórmula “por muchos”. Las versiones francesa y hebrea moderna usan la formula “por los muchos” (“por la multitud”), que equivale literalmente a la expresión semita antigua que subyace al texto bíblico y a los textos litúrgicos antiguos.
La versión que ahora es aprobada para unificar términos básicos en algo central para toda la Iglesia, sigue la tradición más antigua de Mateo y Marcos y es más apegada al contexto en que se realizó el acontecimiento de la Última Cena: Mateo usa las palabras “peri ton polon” y Marcos pone “húper pollón”; formulas traducidas “por muchos”.
Augurando que estos cambios ayuden a renovarnos espiritual, pastoral y teológicamente, les adelanto mi felicitación por una Feliz Pascua.
Durango, Dgo. 18 de marzo del 2008.
Héctor González Martínez
Arz. de Durango
Mariano Alberto Villalobos Salas
Secretario-canciller

Comunicado a Sacerdotes y Fieles de la Arquidiócesis.

COMUNICADO A SACERDOTES Y FIELES DE LA ARQUIDIÓCESIS

Saludo afectuosamente en este día de la “Bendición de los Óleos”, a quienes por el Bautismo, la Confirmación y el Orden participan del Sacerdocio de Cristo.
1.- Les comunico que en la Asamblea Episcopal de noviembre, los Obispos fuimos informados sobre el uso del término “ustedes” en lugar de “vosotros”, que aparecerá en los misales y textos sacramentales, por aprobación de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
También se nos comunicó que, después de años de estudios en dicha Congregación y habiendo consultado a la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Santo Padre aprobó cambios en los términos “por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados” para la formula de la consagración del vino.
2.- La Asamblea Episcopal señaló la fecha para la entrada en vigor de estos cambios y así ha sido ratificada. Hago pues del conocimiento de todos, que el próximo 23 de este mes, Domingo de Resurrección, entran en vigor los cambios anunciados para las palabras de la consagración, quedando de la siguiente manera.
Para la consagración del pan: “Tomen y coman todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por ustedes”.
Para la consagración del vino: “Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes y por muchos para el perdón de los pecados. Hagan esto en conmemoración mía”.
3.- Lo más sobresaliente, es el uso de las palabras “por muchos”.
Las versiones alemana, española, inglesa, portuguesa y otras, hemos usado la formula “por todos”, que expresa el sentido de los relatos bíblicos, poniendo de relieve un número grande, sin excluir a nadie.
Acudiendo a los distintos relatos bíblicos, las versiones griega, siríaca, armena y eslava, polaca, rusa, ucraniana, vietnamita y otras han usado la fórmula “por muchos”. Las versiones francesa y hebrea moderna usan la formula “por los muchos” (“por la multitud”), que equivale literalmente a la expresión semita antigua que subyace al texto bíblico y a los textos litúrgicos antiguos.
La versión que ahora es aprobada para unificar términos básicos en algo central para toda la Iglesia, sigue la tradición más antigua de Mateo y Marcos y es más apegada al contexto en que se realizó el acontecimiento de la Última Cena: Mateo usa las palabras “peri ton polon” y Marcos pone “húper pollón”; formulas traducidas “por muchos”.
Augurando que estos cambios ayuden a renovarnos espiritual, pastoral y teológicamente, les adelanto mi felicitación por una Feliz Pascua.
Durango, Dgo. 18 de marzo del 2008.

Héctor González Martínez
Arz. de Durango
Mariano Alberto Villalobos Salas
Secretario-canciller