SACUDAMOS LA PASIVIDAD Y LA PEREZA ESPIRITUAL

Quienes nos consideramos católicos, recibimos los Sacramentos de Bautismo, Confirmación y Eucaristía, o lo que es lo mismo nos iniciamos como cristianos recibiendo tres Sacramento a los que llamamos Sacramentos de la Iniciación Cristiana.
Pero estos Sacramentos de Iniciación Cristiana, no son Sacramentos para fingir o aparentar, sino para hacer cristianos de una pieza, hechos y derechos en convicciones y en coherencia de vida.
La coherencia de vida significa que la creencia y las acciones cristianas se corresponden, de manera que lo que se acepta por la fe se avale con los hechos de la vida práctica. Cuando falla esta correspondencia, estamos hablando de incoherencia.
Esto se aplica de modo general, a toda la vida personal, pública y privada; familiar, religiosa y social. Abarcando el ámbito social, se entiende que comprende la vida civil, lo económico, la actividad política, lo jurídico y lo cultural. Para que hablemos de coherencia, es necesario que todos esos ámbitos sean iluminados y hasta empapados por la vida de fe y por la vida sobrenatural del creyente.
Por tanto, el que acepte los Sacramentos de la Iniciación Cristiana, ha de actuar coherentemente; es decir, busque proyectar su fe a los ámbitos sociales, de manera que estos manifiesten que el Reino de Dios está latente en el mundo.
Una manera práctica de cumplir a conciencia con los Sacramentos de la Iniciación Cristiana, es participando políticamente y acudiendo a sufragar en las urnas electorales. Tenemos el deber de contribuir con nuestros votos al bien común de la sociedad, conforme a una conciencia bien informada y bien formada.
Es esto un deber de conciencia y de coherencia con la fe, deber de elegir a los mejores prospectos para dirigir la sociedad civil.
Votar es participar democráticamente al desarrollo político del país.; es cumplir con tu conciencia, con la sociedad y con tu religión. No votar es dejar que unos pocos gobiernen por los muchos; es frenar el desarrollo democrático de la sociedad y del país; abstenerse es un pecado social grave.
Claramente digamos lo mismo, de las variantes hoy en voga, como votar en blanco o anular tu boleta.
Exhorto vehementemente a quienes han sido hechos cristianos por los Sacramentos del Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía, a ser coherentes con su condición de cristianos, cumpliendo el sagrado deber de poner en acto su fe acudiendo religiosamente hoy domingo a las urnas, acudiendo alegre y fervorosamente a cumplir un sagrado deber.
De lo contrario, quienes injustificadamente se abstengan, no tienen derecho a ostentarse como miembros respetables de la Iglesia Católica; serán: católicos pasivos, mediocres o sancochados.
Que la jornada cívica de hoy, nos encuentre de pie como ciudadanos y como fieles católicos. Que sacudamos la molicie y la pereza espiritual y que entre todos, superemos el abstencionismo y otros vicios del pasado. Que entre todos empujemos el proceso democrático de Durango y de México.
Invoco fervorosamente a la Santísima Virgen de Guadalupe, fundadora de la Nación y primera Evangelizadora de México: que esté junto a nosotros en esta jornada electoral.

Durango, Dgo. 5 de julio del 2009.

Héctor González Martínez
Arz. de Durango

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