Una falsa religión cubre la injusticia. Domingo XXV ordinario; 22-IX-2013

Domingo XXV ordinario; 22-IX-2013

Una falsa religión cubre la injusticia

Leamos hoy del profeta Amós: “Escuchan esto, los que dicen: ¿cuándo pasará el descanso del sábado para vender el trigo, disminuyendo la medida y usando balanzas falsas, para comprar con dinero a los indigentes y al pobre por un par de sandalias? también venderemos el desecho del grano. El Señor, gloria de Israel lo ha jurado: no olvidaré jamás ninguna de estas acciones”. En momentos de crisis, el mercado negro está a la orden del día, y quien carga con las consecuencias es el pobre, el preferido de Dios. Ocho siglos antes de Cristo, en tiempos del profeta Amós, así era la situación de Israel. Pero Dios toma la defensa del pobre por medio de este profeta, que fue gran defensor por parte de Dios, profetizando contra quienes compran a los pobres con dinero.

Leamos también del Evangelio de S. Lucas: “un hombre rico tenía un administrador al que acusaron de malbaratar sus bienes. Lo llamó y le dijo: dame cuenta de tu administración, porque ya no podrás ser administrador. El administrador pensó: ¿qué haré? para cavar no tengo fuerza, mendigar me avergüenza. Llamó uno por uno a los deudores de su patrón, y les preguntó: ¿cuánto debes a mi patrón? Uno dijo. Cien barriles de aceite, el otro dijo cien medidas de grano. A los dos les rebajó la deuda. El patrón alabó a este administrador deshonesto, pues había procedido hábilmente, porque los hijos de este mundo son más hábiles en sus negocios que los hijos de la luz”. Inicialmente, la parábola pone como ejemplo la habilidad de un administrador infiel, que sabe hacerse amigos con los bienes de este mundo. Así también los hijos de la luz, los creyentes, deben hacerse amigos con los bienes de este mundo, poniéndose al servicio de los demás; de esta manera nunca caerán en la adoración del “dios dinero”.

Comúnmente, el mundo se divide entre ricos y pobres. La lucha de clases parece basada en el principio de que no hay posibilidad de acuerdo sino con la eliminación de una de las dos partes. El anuncio del Reino de Dios y de su amor que salva, se hace en un mundo dividido entre ricos y pobres. Es un anuncio, que trastocando el interior del hombre, trastoca también un cierto tipo de orden social.

            Hay una falsa religión que los profetas nunca han cesado de denunciar: la religión de quien cree que con poco esfuerzo tiene la conciencia a punto, cumpliendo ritos y prácticas exteriores de culto. Frecuentemente esta es una apariencia de religiosidad que encubre la explotación de los pobres.           En la primera lectura de hoy, aparecen ricos comerciantes que cumplen con el descanso del sábado, según la Ley de Moisés, día en que estaba prohibido el comercio, cumplen con el descanso, pensando como engañar a los pobres y como hacer fraude sobre las mercancías y los precios.

Para el rico, acoger el anuncio del Reino, es transformar los bienes, de objeto de presa en medio de amistad y comunión. El domingo antepasado, ya escuchamos la invitación de Jesús a vender todo y darlo a los pobres. Hoy, se nos dice: “procúrense amigos con la riqueza deshonesta”, es decir hagan amigos con los bienes materiales bien o mal habidos, pues una falsa religión encubre la injusticia.

La amistad que el rico debe construir no es fruto de su  buen corazón, sino exigencia y deber que se le deriva de los bienes que posee. Lo que él dona no debe tener apariencia de limosna. El pobre de la comunidad eclesial o civil, tiene derechos que no han sido satisfechos. El rico sea de sentir como un atento administrador de los bienes, más que un propietario.

El dinero, símbolo de las cosas e instrumento de división y de lucha, debe ser instrumento de comunión entre las personas, de amistad, de igualdad, antes que vehículo de discriminación y de guerra. Esto exige una comunidad en la producción, en la distribución y en el consumo.

Héctor González Martínez

Arz. de Durango

NUEVA COMUNIDAD PARROQUIAL EN LA ARQUIDIÓCESIS

Logo-ElcheEl Excelentísimo Señor Arzobispo Don Héctor González Martínez erigió canónicamente, el día de ayer 20 de septiembre,  la nueva Parroquia de Nuestra Señora del Refugio en el poblado Morcillo del Municipio de Durango. El Excelentísimo Sr. Arzobispo presidió la Eucaristía a la que acudió un buen número de sacerdotes del Decanato guadalupe y un nutrido número de feligreses, quienes llenos de contento manifestaron su gozo por este acontecimiento. Así lo informó el Presbítero José de la Luz Guerrero Haro, Secretario Canciller de la Arquidiócesis de Durango, quien explicó que: “…Con la nueva comunidad eucarística los habitantes de los poblados que abarca tendrán más cercanía con los sacerdotes y se asegura la atención Pastoral para los mismos. El Párroco es el Padre Armando Flores Colón, y atenderá los siguientes poblados: Morcillo, Colonia J. María Morelos, Chupaderos, Juan B. Ceballos, San Miguel de Casa Blanca, La Joya, El Carmen, San Rafael, El 22 de Mayo y La Perla”. Esta nueva parroquia y las comunidades que la integran se desprenden del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, con cabecera en esta ciudad capital.

CONCLUYE REUNIÓN DE PROVINCIA ECLESIAL DURANGO

4La “VI Reunión de Provincia Eclesial Durango”, que se llevó a cabo en esta ciudad capital del 17 al 19 de septiembre, cumplió con su objetivo de fortalecer los lazos fraternales entre los sacerdotes de las Diócesis de Gómez Palacio, Torreón, Mazatlán, la Prelatura de El Salto y la Arquidiócesis de Durango.  Así lo informó el Presbítero Refugio Estrada Noris, Coordinador de  la Comisión del Clero en Durango, quien explicó que: “…Logramos reunir a más de 160 hermanos sacerdotes, quienes no solamente asistieron a conferencias, sino que participaron en actividades deportivas y culturales, entre las que podemos mencionar una convivencia en el Club Campestre de Durango, así como las visitas al Museo Nacional Francisco Villa y al Museo Túnel de Minería.” Los sacerdotes  también celebraron Eucaristías presididas por el Excelentísimo Señor Arzobispo Don Héctor González Martínez, Monseñor J. Guadalupe Torres Campos, Obispo de Gómez Palacio, y Monseñor Mario Espinoza Contreras, Obispo de Mazatlán.

SACERDOTES ESTUDIAN CARTA ENCÍCLICA DEL PAPA FRANCISCO

lmLos sacerdotes de la Arquidiócesis de Durango, los de las Diócesis de Gómez Palacio, Torreón y Mazatlán y los de la Prelatura de El salto, que se encuentran reunidos en esta ciudad con motivo de la “VI Reunión de Provincia Eclesial Durango”, serán partícipes el día de hoy de la conferencia “El Camino de la Fe: Carta Encíclica Lumen Fidei”. Así lo dio a conocer el Presbítero Pedro Astorga Guerra, quien será el encargado de desarrollar el tema, y además explicó que: “… Lumen Fidei es la Primera Carta Encíclica del Papa Francisco y la Última de Benedicto XVI, que acentúa el hecho de realizar un proceso de evangelización, recorrer un camino para recibir la luz de la Fe. Esto se puede aplicar directamente a las nuevas normativas para el procesos de Iniciación Cristiana que se han puesto en vigencia las cuales llevan al Católico a recorrer un camino de Fe antes de recibir los Sacramentos”. Dicha conferencia será impartida en punto de las 11:00 horas en las instalaciones del Seminario Mayor. lm

CONVIVENCIA DEPORTIVA PARA SACERDOTES

deportesEl Decanato Mateo Correa de la Arquidiócesis de Durango, ha organizado para hoy 18 de septiembre, una convivencia deportiva para los sacerdotes que participan en la “VI Reunión de Provincia Eclesial Durango”, la cual se llevará a cabo en el Club Campestre de esta ciudad de las 11:00 a las 16:00 horas.  Así lo informó el Decano Gerardo Humberto Gutiérrez Vargas quien explicó que: “…Nos visitan sacerdotes de las Diócesis de Gómez Palacio, Torreón, Mazatlán, la Prelatura de El Salto y nuestra Iglesia Local. Esta convivencia nos ayudará a fortalecer los lazos fraternales entre los presbíteros de la Provincia Eclesial Durango. Podrán practicar fútbol, natación, frontenis y golf, entre otros deportes.” Previo al evento, los sacerdotes habrán celebrado la Eucaristía en la Parroquia Cristo Rey presidida por Monseñor J. Guadalupe Torres Campos, Obispo de Gómez Palacio.

VI ENCUENTRO SACERDOTAL DE LA PROVINCIA ECLESIAL DURANGO

imagesLa Arquidiócesis de Durango se prepara para recibir a las Diócesis hermanas representadas por sus sacerdotes para celebrar la “VI Reunión de Provincia Eclesial Durango” , conformada por la Diócesis de Torreón, la Diócesis de Gómez Palacio, la Diócesis de Mazatlán, la Prelatura de El Salto y la Arquidiócesis de Durango.  Dicho evento se llevará a cabo del 17 al 19 de septiembre en esta ciudad capital. Esta es una gran oportunidad para cultivar la fraternidad sacerdotal. Por tanto, el objetivo principal de esta reunión, es formar parte de una agenda de estudio y convivencia, pues además de pasar unos días en compañía del Señor y con los hermanos Sacerdotes, también habrá oportunidad de formar parte de una serie de conferencias que se impartirán esos días. Como cada año, la Provincia Eclesial Durango se prepara para esta reunión, y hoy toca a la ciudad de Durango recibir a los grupos de sacerdotes de las Iglesias Locales. Los fieles nos unimos en alegría por este importante acontecimiento y hacemos oración para que nuestros sacerdotes obtengan beneficio y grandes frutos de este encuentro.

PARTICIPACIÓN ECLESIÁSTICA DURANGUENSE EN LA LUCHA POR LA INDEPENDENCIA

descargaLa Oficina del Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Durango, con motivo del 203 aniversario del inicio de la lucha por la Independencia de México, celebrado el 16 de septiembre,  comparte algo de historia sobre la participación eclesiástica duranguense en el movimiento armado. Así lo dio a conocer el Presbítero Alejandro Vacio, responsable del archivo, quien explicó que: “…El movimiento insurgente encontró un eco importante en la intendencia  de Durango, donde las condiciones económico-sociales favorecieron las rebeliones. Según la historia, el alto clero duranguense permaneció fiel a la monarquía. Pero el hecho de mayor relevancia histórica en la jurisdicción eclesiástica fue el aprehendimiento del Cura Miguel Hidalgo y sus compañeros.” Se ha dicho que el Obispo en turno de Durango, Francisco Gabriel de Olivares y Benito a quien le correspondía degradar a Hidalgo, opuso resistencia, al grado de pretender salvarle la vida. Sin embargo, se dice también que instruyó al canónigo Francisco Fernández Valentín para que procediera con la degradación de del cura y lo entregara al poder civil.

Algunos insurgentes fueron conducidos y juzgados en la ciudad de Durango, y posteriormente  fusilados el 17 de julio de 1812 en la Hacienda de San Juan de Dios en las afueras de la ciudad: Ignacio Hidalgo y Muñoz, Mariano Balleza, clérigos seculares; Fray Pedro Bustamante Mercedario, y Fray Ignacio Jiménez. Por su parte, Salvador Parra, vicario del Valle de Topia quien contaba con un largo historial rebelde, se había escapado de la prisión de San Juan de Dios en Durango más fue confinado al Convento de san Francisco. El párroco de Pueblo Nuevo, Telésforo Alvarado quien entabló contacto con los insurgentes, fue también procesado por sedición. La consumación de la Independencia de México se dio el 27 de septiembre de 1821, y en 1824, el duranguense proveniente de Tamazula, quien estudió en el Seminario y después en el Colegio de san Ildefonso, se convirtió en el primer presidente del país.

E P I S C O P E O Santa María de Guadalupe ¡Salva nuestra Patria y aumenta nuestra fe!

E P I S C O P E O

Santa María de Guadalupe ¡Salva nuestra Patria y aumenta nuestra fe!

Hoy, como parte de nuestra identidad, de nuestra historia como mexicanos celebramos el inicio de la Independencia de México. Aunque para muchos en este momento no hay tanto que celebrar, nuestro país pasa por momentos importantes de crisis, de cambio, de problemas, que nos presentan un panorama poco halagador. La crisis económica mundial y la recesión económica de nuestro país; las reformas que se están gestando: educativa, energética (petróleo, luz), hacendaria; teniendo como fondo la situación de pobreza de más de la mitad de los mexicanos; la violencia que no ha cesado, originada sobre todo por la presencia del crimen organizado en todo el país, etc. ¿Cómo celebraremos la independencia, la soberanía de nuestro país? Con gritos, con lamentos, con fiesta?

La Iglesia católica participó activamente en todos estos hechos del pasado de manera protagónica, ya que los más notables iniciadores y actores fueron miembros del clero y el pueblo era mayoritariamente católico. Esta celebración y los acontecimientos históricos que le dieron origen, no pueden ignorar el papel de la Virgen de Guadalupe en el origen de la identidad nacional de los mexicanos.  “No fue fortuito el que el símbolo escogido por el movimiento libertario fuera el estandarte de Santa María de Guadalupe, que años más tarde, sería proclamada por Morelos como La Patrona de nuestra Libertad. Es precisamente la devoción por Guadalupe lo que provoca el sino espiritual en la búsqueda apasionada del alma nacional: la aspiración colectiva era por alcanzar una dignidad que desarrolló un culto cívico religioso en que se convirtió la imagen tutelar de la Guadalupana”.

La Virgen de Guadalupe “fue el estandarte que permitió a Hidalgo encontrar la visión mística y libertaria que lo acompañó en sus luchas, para reaparecer 100 años después como bandera de los campesinos zapatistas, porque su culto no tiene clases, ni regiones, es público y colectivo, íntimo y masivo. La vemos como a nuestra Gran Madre pues nos sacó de la orfandad, es natural, es ínsito, es de tierra morena, es raíz y matriz, es nuestra y de todos. Ella preside el nacimiento de nuestra nacionalidad, ella palpita lo mismo en los pendones insurgentes que en las proclamas de Morelos, en las insignias de Iturbide, en las banderas de Guerrero, tanto en el nombre de Victoria como en el estandarte campesino. Ella es emblema, vínculo de unidad nacional; sin lugar a dudas, destino”.

Con el ¡grito de independencia! En todo nuestro país, se celebra el comienzo de la rebelión contra el sistema colonial español. La Conspiración de Querétaro fue descubierta en septiembre de 1810. Los conspiradores tuvieron tiempo de prevenirse ante la intervención de las autoridades virreinales en la ciudad de Querétaro. Josefa Ortiz de Domínguez alcanzó a dar aviso a Juan Aldama del peligro en que se encontraba el movimiento independentista, al encontrarse las tropas realistas en Querétaro. A su vez, Aldama se puso en camino a Dolores, para poner al tanto de la situación al cura Hidalgo. Apremiado por la situación, Hidalgo convocó al pueblo de Dolores, tocando las campanas de la parroquia local. Acudieron las personas, aún cuando era de madrugada. Luego se dirigió a la cárcel del pueblo. Junto con un pequeño grupo de campesinos, de prácticamente nula experiencia militar y portando un improvisado armamento, tomó el presidio. Allí tomaron algunas armas y partió Hidalgo con su ejército de campesinos hacia Atotonilco el Grande.

Al mediodía del domingo 16 de septiembre de 1810, el tranquilo y sereno pueblo de Atotonilco fue violentado por la presencia intempestiva de una chusma de más de tres mil hombres que, llegaron al mando del cura de Dolores hasta el hermoso santuario. El cura apeó de su brioso corcel, entró al santuario y, antes de llegar al altar a donde habría de postrarse a pedir la ayuda divina por la misión que iniciaba, tuvo entonces la genial intuición. Fue entonces cuando desvió sus pasos hacia la Capilla Mariana que se encuentra a la izquierda del altar, tomó la pintura de la Virgen, pidió una pica o asta, y en ese instante convirtió la imagen en pendón primigenio de los mexicanos y declaró en esos momentos de sublime inspiración hacia la Guadalupana “Capitana jurada de nuestras legiones” ¡Viva la Virgen de Guadalupe! y ¡Mueran los gachupines!  Su camino le llevaría luego hacia San Miguel el Grande, donde convergieron los militares rebeldes Abasolo y Allende. Era el comienzo de la larga lucha por la independencia de México, que no habría de culminar sino hasta 1821.

La celebración del inicio de la Independencia de México, es una ocasión única para unirnos en la reflexión de nuestra historia, bajo la mirada de fe, pero también para comprometernos responsablemente como mexicanos y discípulos de Cristo, en la búsqueda de la justicia, la paz y el desarrollo de todos los mexicanos.

 Durango, Dgo., 15 de Septiembre del 2013                                    + Mons. Enrique Sánchez Martínez

                                                                                                    Obispo Auxiliar de Durango

                                                                                                  Email: episcopeo@hotmail.com

Domingo XXIV ordinario; 15-IX-2013 La experiencia del perdón renueva interiormente

Domingo XXIV ordinario; 15-IX-2013

La experiencia del perdón renueva interiormente

Escuchemos la primera lectura, del libro del Éxodo: estando Moisés en la cima del monte Sinaí, dialogando con Yahvé-Dios, el Señor dijo a Moisés: “véte y baja, porque el pueblo que has hecho salir de Egipto, se ha pervertido… El Señor dijo además a Moisés: he observado este pueblo y he visto que es un pueblo de dura cerviz: deja que mi ira se encienda contra ellos. De ti, en cambio, haré una gran nación”.

En este diálogo, Moisés aparece delante de Dios como el gran intercesor por el pueblo pecador: oponiéndose a Dios que estaba dispuesto a recomenzar en él la historia de la salvación, Moisés responde apelando a la continuidad del obrar salvífico de Dios y solidarizándose plenamente con el pueblo. Es este el pueblo liberado de Egipto y portador de la salvación. La intercesión de Moisés prefigura la de Cristo que se solidarizó con la humanidad, intercediendo por nosotros ante el Padre Celestial.

En el Evangelio de hoy, S. Lucas nos presenta a Jesús, conversando con publicanos y pecadores; pero los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: “Este recibe a los pecadores y come con ellos”. Entonces, Jesús les dijo tres parábolas: la de la oveja perdida y la de la mujer que perdió una moneda de plata y la busca hasta encontrarla, describen la solicitud de Dios que va en busca de lo perdido. La tercera,   la del hijo pródigo, es mejor titularla la parábola del Padre misericordioso, porque resalta la paciencia de Dios que no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva; otro tema posible de esta parábola es considerar en la actitud del hijo pródigo el proceso de conversión y de rehabilitación de la propis dignidad. Las tres parábolas tienen una misma conclusión: la invitación al gozo en el cielo por un pecador que vuelve al camino del bien.

El amor de Dios hacia los hombres es tan gratuito, que no podemos pretender algún derecho; y es tan absoluto, que jamás podremos decir que nos llegue a faltar. El amor humano, al contrario, es tan limitado y cerrado en egoísmo, que raramente se extiende más allá de nuestra justicia, o fuera de la severidad moralizante, que nosotros fácilmente imaginamos un Dios vengador y una religión basada en el temor. ¿Quién de nosotros, sabe que la gracia que pedimos a Dios significa ternura de Dios y piedad para el pecador? ¿Sólo un estudio atento de la palabra de Dios puede ayudarnos a tomar conciencia de la misericordia infalible de Dios?

Los hebreos usaban la palabra “hesed” = bondad,  para indicar el amor misericordioso de Dios hacia el pueblo. Esta palabra indica la benevolencia, la solidaridad, el amor mutuo que debe existir entre los miembros de una misma familia o de una sociedad, dispuestos a ayudarse entre sí con amor y generosidad. Dios manifiesta esta benevolencia sobre todo escogiendo a Israel como su pueblo. Prescindiendo de sus méritos establece con él un pacto de fidelidad y de amor.

La correspondencia de Israel al amor de Dios, que no abunda, pero que sí existe, es identificada con la misma palabra “hesed” = bondad, que en este caso significa reconocimiento, amor filial, fidelidad, Con todo, a pesar de que Israel no observa la alianza, Dios permanece fiel y perdona ejercitando siempre su bondad misericordiosa. Por esta bondad misericordiosa, el pueblo aunque pecador e infiel, podrá siempre esperar la ayuda divina.

La bondad resulta ser la misma ternura y la piedad, que Dios tiene por el pecador, mientras le ofrece la salvación sacándolo del mismo pecado y regalándole  continuamente nuevos beneficios siempre más eficaces para triunfar sobre el mal y responder finalmente a las exigencias de la alianza. Concluyamos que el amor de Dios no está condicionado por nuestra correspondencia.

Héctor González Martínez

Arz. de Durango