AGRESION A SACERDOTE

Durango, Dgo., 2 de enero de 2010. Ante los hechos suscitados la noche del día primero del año en curso, en los que el sacerdote Antelmo Martín Benítez Marín, párroco de la Parroquia de Nuestra Señora de Talpa en la colonia Jalisco de la ciudad de Durango, y en donde fuera agredido físicamente, recibiendo duros golpes en todo su cuerpo, produciéndole considerables y  diversas fracturas; el claro propósito fue robarlo, pues de el interior de su casa se sustrajeron algo de dinero en efectivo y otros objetos. Afortunadamente su estado de salud, es estable.

Ante tal acontecimiento suscitado arriba descrito, la Arquidiócesis de Durango repudia enérgicamente la agresión a este párroco de nuestra ciudad, quien se ha distinguido por su generosa entrega a su comunidad. Todo atentado contra cualquier sacerdote es una atentado contra la Iglesia misma, y esto lastima a la comunidad.

Deseamos fervientemente que se dé diligente seguimiento a este caso por parte de las autoridades. Invitamos a toda la comunidad creyente a velar por sus pastores y a mantenernos unidos en oración por el Padre Antelmo y su pronta recuperación. Recordemos en este año sacerdotal las hermosas palabras de san Juan María Vianney: «El  mejor don de Dios para un pueblo, es un sacerdote…». 

EPIFANÍA DEL SEÑOR

Durango, Dgo., 2 de enero de 2010. Epifanía significa «manifestación». Jesús se da a conocer. La fiesta de la Epifanía tiene su origen en la Iglesia de Oriente. A diferencia de Europa, el 6 de enero tanto en Egipto como en Arabia se celebraba el solsticio, festejando al sol victorioso con evocaciones míticas muy antiguas. Epifanio explica que los paganos celebraban el solsticio invernal y el aumento de la luz a los trece días de haberse dado este cambio. Hasta el siglo IV la Iglesia comenzó a celebrar en este día la Epifanía del Señor. Al igual que la fiesta de Navidad en occidente, la Epifanía nace contemporáneamente en Oriente como respuesta de la Iglesia a la celebración solar pagana que tratan de sustituir. Así se explica que la Epifanía se llama en oriente: Hagia phota, es decir, la santa luz.

Los Reyes Magos

La celebración gira en torno a la adoración a la que fue sujeto el Niño Jesús por parte de los tres Reyes Magos (Mt 2 1-12) como símbolo del reconocimiento del mundo pagano de que Cristo es el salvador de toda la humanidad. De acuerdo a la tradición de la Iglesia del siglo I, se relaciona a estos magos como hombres poderosos y sabios, posiblemente reyes de naciones al oriente del Mediterráneo, hombres que por su cultura y espiritualidad cultivaban su conocimiento de hombre y de la naturaleza esforzándose especialmente por mantener un contacto con Dios. Del pasaje bíblico sabemos que son magos, que vinieron de Oriente y que como regalo trajeron incienso, oro y mirra; de la tradición de los primeros siglos se nos dice que fueron tres reyes sabios: Melchor, Gaspar y Baltasar. El hacer regalos a los niños el día 6 de enero corresponde a la conmemoración de la generosidad que estos magos tuvieron al adorar al Niño Jesús y hacerle regalos tomando en cuenta que «lo que hiciereis con uno de estos pequeños, a mi me lo hacéis» (Mt. 25, 40); a los niños haciéndoles vivir hermosa y delicadamente la fantasía del acontecimiento y a los mayores como muestra de amor y fe a Cristo recién nacido.

“Una sociedad reconciliada con Dios está más cerca de la paz”

Los acontecimientos que han sucedido en el mundo y a lo largo de nuestro país, nos dejan primero, un ambiente negativo: en nuestro país, la descomposición de la ley y de las actitudes morales de fondo, la experiencia de la guerra, la violencia y la inseguridad; La corrupción de los funcionarios públicos y la impunidad; La delincuencia organizada y el narcotráfico; La pobreza, falta de empleo, encarecimiento de la vida, que provocan la emigración y mayor desigualdad social; El abandono del campo y de los campesinos; el descuido de la ecología y el cambio climático, etc., nos han dejado un panorama desolador.
A nivel de nuestra Iglesia universal, el Papa Benedicto XVI ha expresado las grandes angustias a las que hemos sido expuestos en el 2010: “…hemos sido turbados cuando, precisamente en este año y en una dimensión inimaginable para nosotros, hemos tenido conocimiento de abusos contra menores cometidos por sacerdotes, que trabucan el Sacramento en su contrario: bajo el manto de lo sagrado hieren profundamente a la persona humana en su infancia y le acarrean un daño para toda la vida… Debemos aceptar esta humillación como una exhortación a la verdad y una llamada a la renovación. Sólo la verdad salva. Debemos preguntarnos qué podemos hacer para reparar lo más posible la injusticia cometida. Debemos preguntarnos qué era equivocado en nuestro anuncio, en toda nuestra forma de configurar el ser cristiano, de manera que una cosa semejante pudiera suceder. Debemos encontrar una nueva determinación en la fe y en el bien. Debemos ser capaces de penitencia. Debemos esforzarnos en intentar todo lo posible, en la preparación al sacerdocio, para que una cosa semejante no pueda volver a suceder”. Revisar y reestructurar nuestro Seminario es uno de nuestros retos.
El año que termina también ha estado marcado lamentablemente por persecuciones, discriminaciones, por terribles actos de violencia y de intolerancia religiosa. Especialmente en Iraq y en el Medio Oriente.”Los cristianos son actualmente el grupo religioso que sufre el mayor número de persecuciones a causa de su fe. Muchos sufren cada día ofensas y viven frecuentemente con miedo por su búsqueda de la verdad, su fe en Jesucristo y por su sincero llamamiento a que se reconozca la libertad religiosa. Todo esto no se puede aceptar, porque constituye una ofensa a Dios y a la dignidad humana; además es una amenaza a la seguridad y a la paz, e impide la realización de un auténtico desarrollo humano integral”. El Mensaje de este 1 de enero del 2011, en la Jornada Mundial para la Paz, el Papa Benedicto lo dedica a este tema: “Libertad religiosa, camino para la paz”. En México debemos avanzar en este tema.
El tema de la responsabilidad de los cristianos en este tiempo y la tarea de la Iglesia de anunciar el Evangelio, el Papa Benedicto XVI lo expuso en su visita a Inglaterra: esto nos lleva a un asunto de fondo: la cuestión sobre la verdad y la propia fe. “Alexis de Tocqueville, en su época, había observado que en América la democracia había sido posible y había funcionado porque existía un consenso moral de base que, yendo más allá de las denominaciones individuales, unía a todos. Sólo si existe un consenso semejante sobre lo esencial, las constituciones y el derecho pueden funcionar. Este consenso de fondo procedente del patrimonio cristiano está en peligro allí donde en su lugar, en lugar de la razón moral, se coloca la mera racionalidad finalista de la que he hablado hace un momento. Esto supone en realidad una ceguera de la razón hacia lo que es esencial. Combatir contra esta ceguera de la razón y conservar su capacidad de ver lo esencial, de ver a Dios y al hombre, lo que es bueno y lo que es verdadero, es el interés común que debe unir a todos los hombres de buena voluntad. Está en juego el futuro del mundo”. En este tema la iglesia debe dar su propia contribución.
El mundo, con todas sus nuevas esperanzas y posibilidades, está angustiado por la impresión de que el consenso moral se está disolviendo, un consenso sin el cual las estructuras jurídicas y políticas no funcionan. Debemos dirigir nuestra oración al Dios de la historia y a su Hijo el Señor que se nos ha manifestado como “el Rey justo”; “… que sea como el grito dirigido al Señor, que estaba durmiendo en la barca de los discípulos zarandeada por la tempestad y a punto de hundirse. Cuando su palabra poderosa hubo aplacado la tempestad, Él reprochó a los discípulos por su poca fe (cfr Mt 8,26 y par.). Quería decir: en ustedes mismos, la fe se ha dormido. Lo mismo quiere decirnos también a nosotros. También en nosotros la fe a menudo se duerme. Pidámosle por tanto que nos despierte del sueño de una fe que se ha vuelto cansada y que vuelva a dar a nuestra fe el poder de mover las montañas, es decir, de dar el orden justo a las cosas del mundo.
Al final del Mensaje para la Jornada Mundial de la paz, el Papa Benedicto XVI, señala: “El mundo tiene necesidad de Dios. Tiene necesidad de valores éticos y espirituales, universales y compartidos, y la religión puede contribuir de manera preciosa a su búsqueda, para la construcción de un orden social justo y pacífico, a nivel nacional e internacional. La paz es un don de Dios y al mismo tiempo un proyecto que realizar, pero que nunca se cumplirá totalmente. Una sociedad reconciliada con Dios está más cerca de la paz, que no es la simple ausencia de la guerra, ni el mero fruto del predominio militar o económico, ni mucho menos de astucias engañosas o de hábiles manipulaciones. La paz, por el contrario, es el resultado de un proceso de purificación y elevación cultural, moral y espiritual de cada persona y cada pueblo, en el que la dignidad humana es respetada plenamente. Invito a todos los que desean ser constructores de paz, y sobre todo a los jóvenes, a escuchar la propia voz interior, para encontrar en Dios referencia segura para la conquista de una auténtica libertad, la fuerza inagotable para orientar el mundo con un espíritu nuevo, capaz de no repetir los errores del pasado… Ante todo, hay que dar a la Paz otras armas que no sean las destinadas a matar y a exterminar a la humanidad. Son necesarias, sobre todo, las armas morales, que den fuerza y prestigio al derecho internacional; primeramente, la de observar los pactos. La libertad religiosa es un arma auténtica de la paz, con una misión histórica y profética. En efecto, ella valoriza y hace fructificar las más profundas cualidades y potencialidades de la persona humana, capaces de cambiar y mejorar el mundo…”
Siguiendo al Papa, abramos nuestros ojos, precisamente en la retrospectiva del año que llega a su fin, puede hacerse visible que el poder y la bondad de Dios están presentes de muchas maneras también hoy que iniciamos un nuevo año. Así todos tenemos motivos para darle gracias.

Durango, Dgo., 2 Enero del 2011.

+ Enrique Sánchez Martínez
Obispo Auxiliar de Durango

email:episcopeo@hotmail.com

¡FELIZ AÑO NUEVO, AÑO DE PAZ!

Durango, Dgo., 31 de diciembre de 2009. «Si quieres cultivar la paz, protege la creación», es el tema elegido por Benedicto XVI para el mensaje de la XLIII Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero de 2010, en donde el Papa Benedicto XVI invita a todos los hombres a reflexionar sobre la necesidad de preservar el medio ambiente, cuya salvaguardia es «esencial» e «indispensable» para «la convivencia pacífica de la humanidad», así lo informó el Vicario de Pastoral de la Arquidiócesis de Durango, presbítero Manuel Olvera González.

«En la carta encíclica Caritas in veritate 48-51  Benedicto XVI subrayó la urgencia de poner el cuidado del ambiente como un desafío para la humanidad entera y en este contexto, el Papa destaca la importancia de llegar a compromisos firmes y serios para evitar que el degrado ambiental pueda desestabilizar la convivencia entre los hombres y generar más guerras y violencias» dijo.

El Padre Olvera, añadió que hoy comienza un nuevo año y con él, un mundo de oportunidades se abre ante nosotros. El momento es propicio para reflexionar internamente sobre experiencias pasadas, situaciones presentes y futuras, en las que se pueden aprender del pasado, disfrutar del presente y construir un futuro mejor, pues el ser humano construye su futuro día a día mediante sus pensamientos, palabras y acciones, y estas a su vez van moldeando el presente».

A su vez, dijo que siempre podemos escoger entre vivir el mundo cual lo conocemos o cambiarlo en el que deseamos; la decisión al final es de cada uno según decida ejercitar su libre albedrío. «Que este nuevo año nos brinde paz, amor, salud, armonía, unión, felicidad y prosperidad, y que  la familia de Nazaret sea siempre el modelo a imitar. Que la santa familia de Nazaret, Jesús, María y José, hagan de sus familias,  escuelas de paz. ¡Feliz año nuevo, año de paz!».

UN MUNDO MEJOR PARA NUESTROS HIJOS: MFC

Durango, Dgo., 30 de diciembre de 2009. EL Movimiento Familiar Cristiano hace una invitación  a su «XIX Encuentro Diocesano» que se llevara a cabo en el Instituto Universitario PROMEDAC en Durango, los días 30 y 31 de enero del  2010 a las 14:00 horas, en donde se entregara la estafeta a los nuevos Presidentes Diocesanos que son el matrimonio formado por Fernando y Manuela Guzmán, quienes serán los nuevos encargados de este movimiento en la Arquidiócesis de Durango.

El matrimonio de Leonardo y Tere Rodríguez, coordinadores del área II de este movimiento familiar, detallaron que la intención de esta agrupación es promover los valores humanos y cristianos de la familia en la comunidad, para que la familia sea formadora de personas, educadora en la fe y por lo tanto comprometida activamente en el desarrollo integral de la comunidad a través de sus miembros… «Nuestro CARISMA es la espiritualidad conyugal y en consecuencia el apostolado familiar como medio de santificación de toda la familia; nuestra MISION es brindar a los matrimonios y jóvenes, una evangelización integral que incluye una formación pedagógica, dinámica, progresiva y sistemática a través de la cual se promueven valores humanos y cristianos, se aprende a dialogar y se proporcionan medios e instrumentos para propiciar que sus familias sean verdaderas comunidades de personas, servidoras de la vida, promotoras del bien común; nuestra VISION es construir el Reino de Dios desde las familias, fermento de vida cristiana en su comunidad».

El señor y la señora Rodríguez, agregaron que los valores que se inculcan en esta asociación, es creer que la familia lleva consigo el porvenir de la persona y de la sociedad, y que dicho porvenir se va fraguando día, a día desde los valores evangélicos y que quien vive el valor de la familia ejercita muchos valores y es por medio de ellos, que se forjan las personas.

«Que en esta época de amor y solidaridad motive en nuestros corazones los sentimientos más nobles y la esperanza por un mundo mejor que heredaremos a nuestros hijos. Son los deseos del equipo coordinador diocesano y la gran familia del movimiento familiar cristiano».

SE CONSAGRA UN UNUEVO SACERDOTE

Durango, Dgo., a  29 de diciembre del 2009.- El día de hoy, la Arquidiócesis de Durango, se llena de grande júbilo al recibir en su seno, a un nuevo servidor de la Iglesia Católica, el Diácono Pedro Astorga Guerra.

Pedro Astorga Guerra, nació el 18 de noviembre de 1981 en Torreón Coahuila. Su madre María del Rosario Guerra y su padre  Pedro Astorga Díaz, siendo este el mayor de  tres hermanos. Su núcleo familiar es de comerciantes; desde muy chico, le enseñaron la actividad del comercio, al cual le gustaba mucho atender el negocio familiar. Pedro Astorga, inicialmente pensaba estudiar la carrera de administración de empresas pero un buen día, el párroco de su Parroquia, Gabriel Antúnez Valenzuela, lo invitó a vivir la experiencia del Seminario y le gusto tanto, que  desde ese momento se sintió comprometido para servir a Dios, el resto de su vida.

Estuvo en el Seminario Menor de 1996 a 1999; su curso introductorio a la vida del Seminario Mayor fue de 1999 al 2000, cursó la Filosofía del 2000 al 2003, continuó sus estudios de Teología en Madrid España, en la Universidad Pontificia de «Comillas», del 2003-2006, curso la licenciatura en Teología Bíblica ahí mismo en España del  2006 al 2008. Posteriormente se ordeno de Diacono el 24 de agosto del 2008. Actualmente es el coordinador de control escolar  del Seminario Menor.

La ordenación del diácono Pedro Astorga se ha llevado a cabo el día 29 de diciembre del  presente año, a las 11:00 hrs. en la Catedral de la Diócesis de Gómez Palacio, Durango. Damos gracias al Señor por el don del Sacerdocio de servicio para su pueblo. FELICIDADES

CONCIERTO DE NAVIDAD

Durango, Dgo., 29 de diciembre de 2009.Para el día de hoy, el presbítero Jesús Rendón Ayala, párroco de la parroquia San Juan Bautista, anuncia la presentación del «Concierto de Navidad» en el Sagrario Metropolitano Catedral a las 20:30 hrs., siendo ya una tradición para la ciudadanía duranguense.

Este Concierto se llevará a cabo con la colaboración de los coros del colegio Sor Juana Inés de la Cruz y Miguel Bernal Jiménez, (siendo este último integrado por ex seminaristas) y una orquesta de cámara. Cada año, desde el 2005, se ha realizado esta actividad por la dirección del Padre Jesús Rendón. El párroco de la parroquia de San Juan Bautista de Analco, destacado sacerdote impulsor de la música y del deporte en nuestra Arquidiócesis, apunto que anteriormente, este concierto lo realizaba con el Sor Juana y el Seminario, cuando era director del coro del seminario.

El Padre Jesús Rendón agregó que el programa incluye en su primera parte, cantos de navidad de origen alemán y en la segunda parte, obras de Mozart, Hendel, J. S. Bach y Camilo Saint-Saens. Explicó que el objetivo de este Concierto tan conocido por el pueblo de Durango, es simplemente transmitir un mensaje de navidad y de alegría en esta época decembrina…»Los invitamos a que acudan a nuestra Catedral a escuchar los cantos de navidad que expresan la alegría y el nacimiento del Salvador, deseando que pasen un rato de esparcimiento y tranquilidad», finalizó. Ojalá que nos demos  el tiempo para disfrutar de este extraordinario momento.

 

 

FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA

Este año la Navidad y la fiesta de la Sagrada Familia están tan cercanas que apenas les ha dado tiempo de que nazca el niño para salir huyendo. Me alegra esta fiesta porque creo profundamente en el valor de la familia. No les voy a soltar ninguna explicación sociológica sobre la importancia de la misma. Ni tan siquiera les voy a ensalzar su grandeza. Sólo decirles que tener una familia es sentirse parte de este mundo pero también del otro. Los lazos de amor que tenemos con los que vivimos se vuelven tan fuertes que ni la muerte los puede romper. Vivir en familia es ser capaz desde el comienzo de la vida de descubrir que a mi lado hay otros que me quieren, me enseñan, me animan, me apoyan. Otros que saben mis deficiencias porque me ven todos los días y así y todo me aguantan y sufren y se alegran conmigo. Leer más

LA NAVIDAD SIGNIFICA DIOS CON NOSOTROS

Durango, Dgo., diciembre de 2009. El encargado de la pastoral de la Liturgica y Arte Sacro, presbítero Juan José Martínez Mireles, explicó el significado del pesebre y árbol de navidad.

El Padre Juan José, abundó también, que después de la Pascua, la Navidad es el acontecimiento más importante para los cristianos, pues celebramos la venida de Dios a la tierra. Sin embargo, para muchos la Navidad no va más allá del 25 de diciembre, pues sólo consiste en la «cena de medianoche», las felicitaciones y abrazos con buenos deseos, unos cuantos regalos y es todo; esperar otros 365 días para lo mismo.

En la Navidad celebramos el nacimiento del Salvador. En la Santa Misa de medianoche hemos proclamado en el salmo responsorial «Hoy nos ha nacido el Salvador». En la ‘Navidad’ celebramos nuestra redención, ya que se revive en nosotros la gozosa esperanza de la salvación, acogiendo llenos de júbilo a Jesucristo como nuestro redentor».

Explicó el padre Mireles que el Pesebre o Nacimiento, es una tradición introducida por los frailes, franciscanos, durante la colonización y evangelización a partir del siglo XV y XVI. Existía la costumbre de reproducir en imágenes el nacimiento de Jesús que se remonta hasta el siglo XIII por iniciativa de San Francisco de Asís. Era la Navidad del año 1223. Mientras oraba rodeado de aquella paz del bosque y meditando la lectura del evangelista san Lucas, tuvo la inspiración de reproducir en vivo el misterio del nacimiento de Jesús en Belén. Construyó una casita de paja a modo de portal, puso un pesebre en su interior, trajo un buey y un asno de los campesinos del lugar e invitó a un pequeño grupo de ellos a reproducir la escena de la adoración de los pastores. La hermosa idea se propagó por toda Italia, luego a España y el resto de la Europa católica.

Respecto al Árbol de Navidad, dijo que la costumbre de adornar árboles o ramas en los últimos días de diciembre tuvo su origen en el norte de Europa, muchos siglos antes de Cristo. Sin embargo, en nuestra Iglesia el árbol con sus ramas verdes, simboliza la vida eterna que trajo Cristo al mundo, la perpetua primavera de esperanza. Las velas encendidas -ahora focos de colores- y los objetos brillantes colgados, simbolizan la llegada de la luz y la gloria de Dios que se refleja a todas partes. La estrella que se pone en la cúspide, es recuerdo de la Estrella de Belén que atrajo a los hombres desde lejos. Los regalos que se colocan debajo de él, simbolizan la cantidad de dones que Dios nos trae con su Encarnación y que hemos de compartir unos con otros.

LA CARIDAD EN LA VERDAD XX Subsidiariedad: principio adecuado para gobernar la globalización y orientarla hacia un verdadero desarrollo humano

La religión cristiana y las otras religiones podrán contribuir al desarrollo solamente si Dios tiene lugar en la esfera pública. La Doctrina Social de la Iglesia ha nacido para reivindicar esta “carta de ciudadanía” de la religión cristiana. La negación del derecho a profesar públicamente la propia religión y a trabajar para que las verdades de la fe inspiren también la vida pública, tiene consecuencias negativas sobre el verdadero desarrollo. La exclusión de la religión del ámbito público y el fundamentalismo religioso, impiden el encuentro entre las personas y su colaboración para el progreso de la humanidad. La vida pública se empobrece y la política adquiere un aspecto opresor y agresivo. Se corre el riesgo de que no se respeten los derechos humanos. Se pierde la posibilidad de un diálogo fecundo y de una provechosa colaboración entre la fe y la razón. La razón necesita siempre ser purificada por la fe y esto vale también para la razón política. A su vez, la religión siempre tiene necesidad de ser purificada por la razón para mostrar su auténtico rostro humano.
El diálogo fecundo entre razón y fe hace más eficaz el ejercicio de la caridad en lo social, además es el marco más apropiado para una colaboración fraterna entre creyentes y no creyentes, para trabajar por la justicia y la paz de la humanidad. Para los creyentes el mundo no es fruto de la casualidad ni de la necesidad, sino de un proyecto de Dios. Así los creyentes tienen el deber de aunar sus esfuerzos con todos los hombres y mujeres de buena voluntad de otras religiones, o con no creyentes, para responder efectivamente al proyecto divino: vivir como una familia bajo la mirada del creador. El Principio de Subsidiariedad es ante todo una ayuda a la persona, a través de la autonomía de los cuerpos intermedios; dicha ayuda se ofrece cuando la persona y los sujetos sociales no son capaces de valerse por sí mismos. Este principio respeta la dignidad de la persona, en la que ve un sujeto siempre de dar algo a los otros; también reconoce la reciprocidad como parte de la constitución íntima del ser humano, este es el antídoto más eficaz contra cualquier forma de asistencialismo paternalista. Es un principio adecuado para gobernar la globalización y orientarla hacia un verdadero desarrollo humano. El gobierno de la globalización debe ser de tipo subsidiario, articulado en múltiples niveles y planos diversos, que colaboren recíprocamente. La globalización necesita una autoridad, sin embargo, ésta deberá estar organizada de modo subsidiario y con división de poderes.
El principio de subsidiariedad debe mantenerse íntimamente unido al principio de la Solidaridad y viceversa, porque una sin la otra, se caería en un particularismo social o en un asistencialismo que humilla al necesitado. Esta es una Regla que debe tenerse en cuanta, sobre todo, cuando se afrontan los temas de las ayudas internacionales al desarrollo. Dichas ayudas, por encima de las intenciones de los donantes, pueden mantener a veces a un pueblo en un estado de dependencia, favorecer dominios locales, ó explotaciones de países. Las verdaderas ayudas económicas deben perseguir otros fines. Se han de conceder implicando no solo a los gobiernos de los países interesados, sino también a los agentes económicos y culturales locales, incluidas las iglesias. El recurso humano es lo más valioso de los países en vías de desarrollo: éste es el auténtico capital que se ha de potenciar para asegurar un futuro halagador en ellos. En lo económico, la ayuda principal que necesitan los países en vías de desarrollo es permitir y favorecer más el ingreso de sus productos en los mercados internacionales. En el pasado las ayudas han servido solo para crear mercados marginales de los productos en esos países. Hay una falta de verdadera demanda de estos productos. Es necesario ayudar a estos países a mejorar sus productos. Algunos temen con frecuencia la competencia de las importaciones de productos agrícolas de los países económicamente pobres. Pero garantizar sus productos significa garantizar su supervivencia a corto o a largo plazo. Un comercio internacional justo y equilibrado en el campo agrícola puede reportar beneficios a todos. Por esto, no solo es necesario orientar comercialmente estos productos, sino establecer reglas internacionales que los sostengan y reforzar la financiación del desarrollo para hacer más productivas esas economías.

Durango, Dgo. 29 de noviembre del 2009. + Héctor González Martínez
Arz. de Durango