Domingo de la misericordia divina
En el Evangelio de S. Juan, leemos tres veces “la paz esté con ustedes”, palabras que dirigió Jesús Resucitado a sus discípulos en el Cenáculo, donde ellos se escondían por miedo a los judíos. La palabra paz, en hebreo “salóm” y en griego “eirene”, expresa la armonía con los demás, la integridad de una persona o sociedad, la salud, la prosperidad material y espiritual, la felicidad. En todo este sentido, nuestra necesidad nos hace clamar a Dios por la paz. Paz, en el AT es ante todo el don de Dios por excelencia, las buenas relaciones con Dios, resume las bendiciones con que Dios llena a sus fieles. Los profetas sitúan la paz en el centro de su mensaje, hasta personificarla en el Mesías Príncipe de la paz. En el NT, esta buena noticia de paz se obtiene mediante la plena adhesión al Evangelio entero. Jesús encarna la paz y realiza la espera mesiánica de Israel. Todos estos significados de paz, no son fáciles, sino que traen su carga de combate espiritual e invitan a todo discípulo a interiorizarlos, a ser artífice de la paz y hacerse testigo de ella en el mundo. Leer más