En Roma
Este lunes pasado por la tarde salí de Durango a México y por la noche salí de México a Madrid, donde pasé dos días y medio y ahora estoy en Roma de donde regresaré el próximo jueves llegando a Durango por la noche; el motivo de este viaje, es visitar a los presbíteros y seminaristas que tenemos estudiando en Europa. Todo con el favor de Dios.
En la Universidad de Comillas-Madrid y su Residencia tenemos cuatro seminaristas: Jesús Omero Herrera y Emerson Martínez Sánchez cursan segundo año del Bachillerato teológico; Noé Soto Valdez, termina el Bachillerato teológico y continuará en Licencia; y Pedro Astorga Guerra, termina licencia en Teología Bíblica y a fines del presente semestre regresa a servir en la Arquidiócesis.
En Roma, en el Colegio Maria Mater Ecclesiae de los Legionarios tenemos cuatro seminaristas: Sergio Ibarra Ramos, terminando Bachillerato filosófico, quien continuará con el Bachillerato y la Licencia en Teología. Cesar Astorga Guerra, termina Bachillerato teológico y seguirá tres años más en Licencia sobre Biblia. Mauricio Montiel Pizaña, terminó Bachillerato Teológico y está iniciando Licencia en Moral. Edgar Gerardo Moreno, terminó Bachillerato teológico y está iniciando Licencia en Historia de la Iglesia.
Alojado en el Colegio Urbano De Propaganda Fide, Sergio Alejandro Rojero Jiménez, está terminando Bachillerato teológico en la Universidad De Propaganda Fide y continuará dos años más haciendo Licencia en Misionología.
Alojado en el Colegio Mexicano, el Padre Rolando Flores Lizárraga, inicia licencia de tres años en Historia de la Iglesia en la Universidad Gregoriana. Alojado en el Colegio Pío Latino Americano, el Padre Rafael Landeros Rubio, inicia licencia en Espiritualidad en la Universidad Gregoriana. Alojado en el Colegio de S. Anselmo, el P. Omar de la Torre Reyes, termina Licencia en Liturgia y regresará a servir en la Arquidiócesis. Hace dos semanas regresó Bernardo Aguirre Marques, con Licencia en Patrología.
Aunque todos ellos están bajo la tutela de los respectivos superiores y formadores de los Colegios donde se alojan, es saludable visitarles fomentando la cercanía y buenas relaciones del obispo con ellos y visceversa.
Por una parte está bien la visita, como preocupación pastoral del Arzobispo; pero tengamos en cuenta que el primer agente de la formación sacerdotal es la misma persona que se siente llamada a la vida y al ministerio presbiterales y que se ha de esmerar en moldearse conforme a las enseñanzas del Nuevo Testamento y del Magisterio de la Iglesia.
Igualmente hemos de tener en cuenta que todos en la Iglesia como la familia, la parroquia, el Seminario, el Presbiterio, la Arquidiócesis y el Obispo, según distintos roles, tenemos responsabilidad en la formación de los pastores, no conforme cada quien quiera, sino conforme el ideal del Sacerdocio de Cristo interpretado por la Iglesia.
Por último, tengamos en cuenta que el agente principal de la formación sacerdotal, es el Espíritu Santo. Por lo cual, tanto ustedes como yo, hemos de empeñarnos en orar asiduamente por la buena formación de estos seminaristas y presbíteros y por todos los demás. Más aún, orar no sólo por tener más sacerdotes, ni siquiera sólo bien formados académicamente; orar también por su perfección humana, cristiana y pastoral, por su santificación. Es difícil despertar vocaciones, más difícil es su formación y más difícil aún su perseverancia. Imploremos pues al Señor, por pastores según su corazón.
Durango, Dgo. 9 de marzo del 2008.
Héctor González Martínez
Arz. de Durango
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