Nacionalismo Totalitario

El Nacionalismo totalitario se basa en la afirmación de una nación como absoluta, y la consecuente negación de los derechos de las otras naciones. Este Nacionalismo llevó al mundo a la Primera Guerra Mundial.
El año 1918 marca el triunfo de algunos nacionalismos por el viejo anhelo de encontrar una concreción estatal en la realidad. Es considerado nacionalismo de distracción, como obra de los aliados deseando frenar al marxismo revolucionario. Polonia. Rumania, Yugoeslavia y Checoeslovaquia quedaron como presa fácil del nacionalismo alemán hasta 1945 y del nacionalismo ruso hasta 1989.
Libia, Egipto, Turquía, Arabia Saudita, Jordania e Irak alcanzaron la independencia estatal. Aunque a veces bajo protectorados anglo-franceses. En estas áreas, la unidad religiosa del Islam y el Estado de Israel moderaron el nacionalismo estatal, dotando a los pueblos islámicos de una cierta unidad.
Cono consecuencia de la primera guerra mundial, y del desmoronamiento de la ideología liberal, en Europa nacen ideologías nacionalistas de talante totalitario, el nacional-socialismo y el fascismo que llevarán hacia la segunda guerra mundial El nacimiento de estas dictaduras se explican por la fuerte carga de valores que conllevan y por el impulso del sentimiento patriótico herido en Alemania y en Italia a fines de la primera guerra mundial. Estas dictaduras representan el culmen del proceso de secularización en cuanto auténticas religiones secularizadas,
El nacional-socialismo alemán es una ideología política irracional. Adolfo Hitler (1988-1945) dijo: “la nación es la síntesis suprema de todos los valores materiales y espirituales de la raza”; de ahí que el tema central y obsesivo del nazismo es la pureza de la raza. La raza aria, cuyo prototipo es el hombre alemán, no puede mezclar su sangre con la de razas inferiores El Estado nazi es un instrumento de dominio de la raza aria, hacia el interior por medio de una política eugenésica y hacia el exterior ganando el espacio vital para el pueblo alemán, primera etapa de la conquista del mundo por parte de los “puros” de raza y de sangre. La shoa o exterminio de millones de judíos, será una trágica consecuencia de esta ideología.
El fascismo italiano no es racista, pero representa una exacerbación del nacionalismo. Benito Mussolini (1883-1945), propone un nacionalismo que pone al Estado en el centro de la vida de los hombres. Es totalitario, porque concibe al Estado como un Absoluto; el Estado, conciencia inmanente de la nación, supera los estrechos límites de la vida individual; el Estado fascista es un Estado ético, porque se erige en fuente de normatividad moral y jurídica; por lo mismo es militarista, porque la movilización general de la guerra genera virtudes éticas; de ahí el mito de la revivificación del Imperio Romano. Después de la Roma de los Cesares, y de la Roma de los Papas, la Roma fascista será la tercera Roma. Mussolini profetizó que el siglo XX, sería el siglo del fascismo, de la potencia romana, el siglo en que Italia por tercera vez sería la cabeza de la humanidad. Como en el pensamiento leninista, el partido fascista es la vanguardia del proletariado, la minoría consciente que sabe y que quiere en nombre del pueblo.
Otras formas de nacionalismo totalitario, son el franquismo español, el salazarismo portugués y el justicialismo argentino de 1945-1955. En el franquismo hay que distinguir varias influencias ideológicas; el título de fascista vale sobre todo para el falangismo.
Durango, Dgo. 9 de noviembre del 2008. Héctor González Martínez
Arz. De Durango

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