Durango, Dgo., 28 de octubre de 2009. El movimiento de Jornadas de Vida Cristiana, es un movimiento de Iglesia, dirigido por jóvenes y asesorado por adultos. Su finalidad, es evangelizar al joven por medio del joven y su instrumento principal es la Jornada, como anuncio de la Buena Nueva en Jesús, que transforma su corazón y lo llama a vivir en Gracia. 

Entre los años de 1959 y 1961 surge la idea de preparar una experiencia de encuentro con Cristo, donde motivar a los alumnos de bachillerato del Centro Universitario México a ser cristianos santos y apóstoles, es su principal objetivo. Sin embargo existían varios retos que afrontar; los obispos no veían bien que los religiosos dirigieran retiros y menos para jóvenes, pues consideraban que eran poco serios. Así, abriendo brecha se llevó a cabo la 1ª. Jornada en Acuchitlancito estado de México, siendo esta un éxito y repitiéndose la experiencia varias veces con alumnos e invitados. Sus frutos fueron conocidos por varios sacerdotes y hermanos religiosos, los cuales la llevaron a otros colegios Maristas y más tarde su fama se extendió en otras universidades, institutos, conventos y parroquias.

Al ser el MJVC un movimiento de Iglesia, su vocación y su esencia es evangelizar al joven por medio del joven. Esto se logra mediante un proceso de evangelización. Según los lineamientos básicos del movimiento, el Proceso Evangelizador consta de tres etapas: Prejornada, Jornada y Postjornada, que tienen el propósito de preparar al joven para tener un encuentro personal y comunitario con Dios; dar a conocer al joven el anuncio de la Buena Nueva de la salvación realizada por Jesucristo y brindar al joven todos los elementos necesarios para garantizar el crecimiento y perseverancia dentro de la vida cristiana, a fin de que se integre y comprometa con la iglesia al servicio del hermano.

Este movimiento de jornadas, cumplirá 50 años de vida, gracias a personas que han confiado en este instrumento de la Iglesia juvenil en México. Ha rebasado fronteras al salir de su lugar de origen, hacia parroquias de la Arquidiócesis de México y de ahí, hacia la mayoría de las Diócesis de nuestro país. Esta información la dio a conocer la coordinadora de jornadas de vida cristiana de la región, Maribel Rubio.

Durango, Dgo., 26 de octubre de 2009. El presbítero Daniel Medina, coordinador de la Pastoral Familiar en la Arquidiócesis de Durango, informó a través del matrimonio responsable de esta área, Rogelio y Sandra Alonso, que del 26 al 30 de octubre del presente, se llevará a cabo en todas las Parroquias y Templos  la «Semana de la Familia», actividad que tradicionalmente se ha realizado como una forma de fortalecer la catequesis, la formación y la espiritualidad familiar.

El objetivo de este evento es Evangelizar a través de la Familia como educadora en los valores humanos y cristianos, además de proporcionar una catequesis de las ponencias e intervenciones del «VI Encuentro Mundial de las Familias» y dar respuesta al compromiso adquirido en la IV Etapa de la Misión, «Año de la Familia».

Derivado de este compromiso, este año las ponencias e intervenciones del VI Congreso Mundial de las Familias, serán el eje central de la temática. «Es muy importante que motivemos a las familias a participar activamente en esta preparación que nos ayudará a recibir con la conciencia y el corazón abiertos, el mensaje y las estrategias que emanaron del VI Congreso, para fortalecer a la institución familiar tan deteriorada en la actualidad», abundaron Rogelio y Sandra Alonso.

Por último, agregaron que se espera contar con  un buen número de feligreses en cada parroquia, seguros de que solo con la participación activa de laicos y sacerdotes, se logrará una Iglesia y sociedad sólidas en nuestros valores humanos y cristianos.

León Guanajuato, 23 de octubre del 2009. Con una asistencia de aproximadamente unas 100 personas, entre sacerdotes que ejercen el ministerio pastoral de ser voceros en sus diócesis, pero además, contando con la presencia de algunas religiosas y de  laicos comprometidos en  esta área tan importante en la Iglesia como lo es la comunicación, se dio por concluido el ENCUENTRO NACIONAL DE RESPONSABLES DE LA COMUNICACIÓN SOCIAL, en la ciudad de León Guanajuato.

El Pbro. Roberto Muñoz, anfitrión y presidente de la Pastoral de la Comunicación de la Arquidiócesis de León, fue quien dio la bienvenida al Comité Organizador y a los comunicadores diocesanos, en el Hotel San Francisco, sede del Encuentro. Resaltó la importancia del Encuentro Nacional por las experiencias y riquezas que se pueden encontrar y compartir.  Mons. Enrique Teodoro Pino Miranda, Obispo de la Diócesis de Huajuapan de León y Presidente de la CECS (Comisión Episcopal de Comunicación Social), agradeció a Mons. Guadalupe Martín Rábago y al equipo de Pastoral de la Comunicación de León la atención, organización y hospitalidad. Expresó que la comunicación es una necesidad urgente y un compromiso evangelizador.

El padre, Omar Sotelo, secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal de Comunicaciones Sociales, destaco la importancia y trascendencia de la presencia del Vocero de la Arquidiócesis de Durango, el padre Víctor Manuel Solís y el equipo de la oficina de prensa diciendo: «su experiencia es valiosa, para entender, que hoy más que nunca debemos estar unidos formando un solo equipo de la Iglesia en México, en comunión, motivados a seguir dando razón de nuestra esperanza… felicitamos la labor realizada en la oficina de prensa  y reconocemos su empeño por dar un testimonio de transparencia informativa, proyectando una Iglesia comprometida con la verdad».

La participación estuvo muy enriquecida por dinámicas de trabajo, que permiten profundizar sobre situaciones que pueden ser comunes a todas las diócesis, y que en la medida en que se puedan unificar los criterios y las líneas de acción, podremos juntos afrontarlas con eficacia y profesionalismo.

El lema escogido para este encuentro fue «HACIA UNA LECTURA CRISTIANA DEL MUNDO». La caridad y la solidaridad deben ser nuestra bandera ante los problemas que afectan al hombre de hoy como son: el hambre, el desempleo y la desesperación, entre los individuos concretos con los que nos topamos todos los días, en especial con aquellos cuya mirada suplica una «obra de caridad». Los medios de comunicación pueden contribuir apoyando mecanismos que promuevan la caridad, creando redes digitales que acrecienten la solidaridad humana, la paz y la justicia, los derechos humanos, el respeto por la vida y el bien de la creación.

Sería un error para el futuro de la humanidad si los medios de comunicación, que trasmiten información de modo veloz y eficaz, no fueran accesibles a quienes ya están social y económicamente marginados, o si contribuyeran tan sólo a acrecentar la distancia que separa a los pobres de las nuevas redes que se desarrollan al servicio de la información y la socialización humana.

Durango, Dgo., 21 de octubre de 2009. El vicario regional y sacerdote del templo de San Pedro y San Pablo Héctor Frías Ramírez, dio su punto de vista respecto a la crisis que asecha a nuestro país, argumentando que hoy por hoy, lo que más se escucha y se lee en los medios de comunicación,  es la crisis; en lo económico, en los valores, en la familia, en la inseguridad, en la juventud, etc., parece que es lo que caracteriza el momento actual.

Aclaró que es tiempo  para poner atención y buscar las alternativas que ayuden a salir adelante ya que las cámaras legislativas están buscando la mejor opción y los gobiernos hacen frentes comunes.  «Lo cierto es que no podemos esperar que todo se haga desde afuera, como si sólo las instituciones fueran las responsables de sacar adelante el país, y de nuestra parte, fuera sólo esperar el resultado. Es cuando debemos cuestionarnos sobre lo que nos toca, en qué y cuánto debemos involucrarnos ante la situación actual. Es necesario que cada uno, cada familia y toda la sociedad junto con las instituciones, hagamos lo que nos corresponde».

Añadió que como familia, debemos apostarlo todo en la educación en la casa, desde lo más cotidiano, para hacer frente al reto que nos presenta la crisis. Si queremos realmente colaborar con un cambio en la sociedad, nuestro empeño debe estar en educar a los hijos en la responsabilidad, la honestidad, el servicio y sobre todo la fe. Para esto, propuso cinco puntos para lograrlo: «No hagas a los hijos lo que puedan hacer solos»; «Aunque hagan las cosas por ellos mismos, deben ser supervisados»; «Nadie da lo que no tiene, especialmente en educación»; «No hagas de tu casa un hotel»; «No podemos desesperarnos, ni dejar que nos invade la impaciencia o el desaliento».

            Por último agregó, que los hijos en el núcleo familiar, cuando sean adultos, agradecerán el habérseles preparado para la vida desde sus primeros años de vida y el cariño que se puso en todo ello, a pesar de tantas dificultades que solo ahora están en condiciones de comprender…cuando les toque el turno a ellos de ser padres.  Esto será sin duda, lo que más agradezcan.