Los medios de comunicación social pueden contribuir a erradicar la cultura de la violencia
Celebramos el Bicentenario de nuestra Independencia y constatamos que somos un pueblo con una gran riqueza cultural, un estilo de vida y de convivencia social, que se expresa con una gran variedad de símbolos, lenguajes, costumbres; que somos un pueblo que ama la vida que somos un pueblo hospitalario, fraterno, alegre y solidario. Dentro de la pluralidad cultural de nuestro país existen elementos valiosos de unidad y de identidad nacional, muchos de ellos relacionados con la fe cristiana. Sin embargo, se asocian también al “modo de ser”, a la cultura de los mexicanos, anti-valores y actitudes negativas, entre ellas: la violencia. Seguimos sufriendo la violencia y la inseguridad a lo largo y ancho de nuestro país y de nuestro Estado.
“El comportamiento violento no es innato, se adquiere, se aprende y se desarrolla; en ello influye el contexto cultural en que crecen las personas…La crisis de valores éticos, el predominio del hedonismo, del individualismo y competencia, la pérdida de respeto de los símbolos de autoridad, la desvalorarización de las instituciones (educativas, religiosas, políticas, judiciales y policiales) los fanatismos, las actitudes discriminatorias y machistas, son factores que contribuyen a la adquisición de actitudes y comportamientos violentos”.
“La violencia se vuelve una forma de ver el mundo como un ambiente problemático; que inhibe la libertad personal; que amenaza y obliga a la persona a reducirse al espacio privado que le brinda seguridad y protección. Esta conducta también es una forma de reaccionar, pues ante cualquier situación considerada como amenaza, se reacciona visceralmente, sin reflexión, reforzando prejuicios sobre las personas y sobre los hechos y justificando acciones discriminatorias.
Se debe “enfrentar este modo de ser que con facilidad recurre a formas violentas de relación y que para resolver dificultades y conflictos hace uso de la fuerza y de la violencia, verbal, física o psicológica. Esto sucede en la familia, en las relaciones laborales, sociales e incluso en la diversión”. Estas conductas son conductas aprendidas y transformarlas exige intervenir y cambiar las instancias que nos forman como personas, los procesos de socialización, particularmente en los educativos, formales e informales.
Hay “medios de comunicación social que incrementan en la población la percepción de inseguridad y la cultura de la violencia. La transmisión de contenidos violentos, que recurre al sensacionalismo sangriento, que narra con lujo de detalles las acciones criminales y los hallazgos macabros; que repite, una y otra vez, los modos de operar de los delincuentes, sus mecanismos de tortura o de eliminación de las víctimas; genera en la sociedad miedo y desconfianza, con lo que se afecta la convivencia social y se daña el tejido social. Los medios de comunicación no ayudan a la construcción de la paz cuando informan, sin tener el más mínimo pudor o respeto para su auditorio, para las víctimas o para sus familiares y sin medir el impacto social o comunitario”. Al exponer a los auditorios a ser testigos indirectos de hechos violentos presentados con toda crudeza y al privilegiar contenidos en los que el uso de la fuerza es el mejor remedio para cualquier problema, los medios de comunicación se convierten en un factor significativo de la violencia.
Muchos comunicadores han vivido en carne propia los embates de la violencia en el cumplimiento de su profesión. Se sabe de las amenazas a las que están sujetos y las pérdidas que han sufrido. Forman parte de nuestro pueblo y apreciamos su servicio. De ellos se esperan lecturas imparciales de los posicionamientos de los distintos actores sociales, incluidos los de la Iglesia. Cuando la verdad que construye a la comunidad no se transmite con imparcialidad, perturba un correcto análisis de los hechos y de las propuestas adecuadas sobre los caminos para instaurar la paz.
Durango, Dgo., 5 de septiembre del 2010. + Enrique Sánchez Martínez
Obispo Auxiliar de Durango
email:episcopeo@hotmail.com
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