Liberalismo y Libertad Individual

Wilhelm von Humbolt (1767-1838), desarrolla la doctrina del estado mínimo, considerando que el fin del Estado moderno es garantizar la libertad de los hombres.
Distingue netamente entre nación o sociedad civil y Estado. La Nación o sociedad civil, es el reino de la iniciativa, de la espontaneidad y de la originalidad; el Estado, es el reino de la subordinación y de la obediencia. Reduce los fines institucionales del Estado al mantenimiento de la seguridad externa e interna.
Las instituciones políticas son para los hombres y no al revés. El Estado debe abstenerse de imponer la vida virtuosa desde arriba. Si no, el resultado sería “uniformidad y comportamientos forzados”; el fin del hombre en “el desarrollo más alto y proporcionado de sus facultades hasta construir un todo acabado”, como obra de libertad y no de imposiciones políticas. En las sociedades modernas, debe pues reinar la libertad religiosa y de enseñanza y el principio de subsidiariedad. .
El Estado es necesario, pero subordinado a la sociedad civil. La organización política no debe poner obstáculos a la autonomía y a la libertad de la nación, dado que el Estado garante de la seguridad de la seguridad tiene como fin “promover con todos los medios una condición de madurez para la libertad”.
Benjamín Constant (1767-1830), político y teórico suizo-francés. Un párrafo define su actitud liberal: “he defendido durante cuarenta años el mismo principio: libertad en todo, en religión, en filosofía, en literatura, en industria, en política. Y por libertad yo entiendo el triunfo de la individualidad tanto sobre la autoridad que querría gobernar mediante el despotismo, como sobre las masas que reclaman el derecho de someter la minoría a la mayoría”.
Constant distingue claramente la libertad de la ciudad griega consistente en compartir el poder social entre los ciudadanos de una misma ciudad. En cambio, para los modernos, libertad significa gozar de la vida privada, gracias a las garantías que el ordenamiento jurídico da a los individuos. En las sociedades modernas, el desarrollo del individuo no reside en el ámbito público sino en el privado: las actividades privadas de los ciudadanos deben ganar terreno frente al Estado, considerado como un mal necesario que hay que tener bajo control.
Cuando ha avanzado el egoísmo y el individualismo.
Durango, Dgo. 10 de agosto del 2008.
Héctor González Martínez
Arz. de Durango

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