CELEBREMOS CON FE ENTUSIASTA EL TRIDUO PASCUAL

Con el Jueves Santo inicia  el llamado Triduo Pascual, que tiene como finalidad principal, hacernos revivir el acontecimiento central de nuestra salvación. La actividad de la Iglesia gira en torno a un acontecimiento universal: La Pascua de Nuestro Señor Jesucristo. La cual, es el paso por el cual Dios mismo nos muestra el verdadero rostro del hombre entregándose por amor para nuestra salvación.

En el Triduo Pascual es donde se celebran los tres grandes misterios de la redención: La Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Este periodo comienza con la Misa vespertina de la Cena del Señor del Jueves Santo, día de reconciliación, y se celebra lo que Jesús vivió en la cena de despedida. Continúa con el Viernes Santo, que se centra en el misterio de la cruz y se proclama la Pasión de Jesús. La Cruz, para el cristiano deja de ser un instrumento de condena y se convierte en signo del amor más creíble por el que Cristo vence al pecado y a la muerte.

El Sábado Santo es el día del gran silencio, la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando su pasión y muerte, esperando su resurrección. El culmen de nuestras celebraciones está constituido por la Vigilia Pascual. Festejamos con alegría la resurrección del Señor, pues con ella, todos hemos renacido a una vida nueva. Contemplamos gozosos las maravillas que ha obrado Dios entre nosotros, y que culmina en la manifestación definitiva del Señor de la Vida, al cual nos hemos incorporado por el Bautismo y nos unimos más íntimamente en la Eucaristía.