Episcopeo «Su Santidad el Papa Francisco»
Su Santidad el Papa Francisco
Hemos vivido en nuestra Iglesia un acontecimiento trascendental, algo que ya sabemos todos, católicos y no católicos, aún los no creyentes. Los cardenales reunidos en cónclave han elegido, iluminados por el Espíritu Santo, como obispo de Roma y pastor supremo de la Iglesia Católico dispersa por todo el mundo.
Jorge Mario Bergoglio, 77 años, argentino nacido en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936. Tras estudiar como técnico químico eligió el sacerdocio y entró en la Compañía de Jesús (Jesuitas). Estudio filosofía y teología en ambas facultades del Colegio Máximo San José. Fue maestro de novicios y profesor universitario en teología, provincial de los Jesuitas en su país y presidente de la Conferencia episcopal del 2005 al 2011. El 13 diciembre de 1969 fue ordenado sacerdote. Cumplió un postgrado en la Universidad de Alcalá de Henares y en 1986 concluyó su tesis doctoral en Alemania. Juan Pablo II lo creó cardenal en el 2001.
Tiene una fuerte experiencia pastoral, se ha caracterizado por decir verdades siempre de manera clara. Su página en Facebook cuenta más de 37.000 “me gusta”. Viaja normalmente en metro o autobús. No da entrevistas por lo que los periodistas toman sus declaraciones de las homilías. Se enfrentó fuertemente con las autoridades locales en temas como aborto, matrimonio homosexual y liberalización de drogas.
Como cardenal primado de Argentina tomó siempre una posición cercana a las clases menos favorecidas, los pobres. A los religiosos le pidió «salir a dar testimonio e interesarse por el hermano» porque la cultura del encuentro «nos hace hermanos, nos hace hijos, y no socios de una ONG (organización no gubernamental) o prosélitos de una multinacional».
En diversas oportunidades criticó fuertemente la corrupción y la trata de personas con imágenes fuertes: «Se cuida mejor a un perro que a estos esclavos nuestros». O “la esclavitud está a la orden del día, hay chicos en situación de calle desde hace años”. Se “sigue fracasando en librarnos de la esclavitud estructural». También ha dicho «hay chicas que dejan de jugar a las muñecas para entrar en tugurios de la prostitución, porque fueron robadas, vendidas o traicionadas». Criticó fuertemente el “limitar y eliminar el valor supremo de la vida e ignorar los derechos de los niños por nacer». Y aseveró: «el aborto nunca es una solución». Se opuso a la liberalización de drogas y exhortó a los jóvenes a no creerles a «los mercaderes de la muerte”.
Ahora como Papa en un encuentro con los medios de comunicación les dijo: “El papel de los medios de comunicación ha ido creciendo en estos últimos tiempos, hasta el punto de convertirse en indispensable para narrar al mundo los acontecimientos de la historia contemporánea. En estas semanas habéis tenido ocasión de hablar de la Santa Sede, de la Iglesia, de sus ritos, de sus tradiciones, de su fe, y en especial del papel del Papa y de su ministerio”.
“Un agradecimiento especialmente a todos los que han sabido observar y presentar estos acontecimientos de la historia de la Iglesia teniendo en cuenta la perspectiva más justa en que deben ser leídos: la de la fe. Los acontecimientos de la historia requieren casi siempre una lectura compleja que a veces también puede comprender la dimensión de la fe. Los acontecimientos eclesiales no son, ciertamente, más complicados que los políticos o económicos. Tienen sin embargo, una característica de fondo particular: responden a una lógica que no es principalmente la lógica de las categorías, por decirlo así, mundanas, y precisamente por esto no es fácil interpretarlas y comunicarlas a un público amplio y heterogéneo. La Iglesia aunque ciertamente es una institución humana e histórica, con todo lo que esto comporta, no tiene una naturaleza política, sino esencialmente espiritual: es el pueblo de Dios. El santo pueblo de Dios que camina hacia el encuentro con Jesucristo”.
“Solo colocándose en esta perspectiva se puede dar razón plenamente de todo cuanto la Iglesia católica obra. Cristo es el Pastor de la iglesia, pero su presencia en la historia pasa a través de la libertad de los hombres: Entre ellos, uno ha sido escogido para servir como su Vicario, sucesor del apóstol Pedro, ¡pero Cristo es el centro! El referente fundamental, el corazón de la Iglesia. Cristo es el centro; no, el sucesor de Pedro. Sin Cristo, ni Pedro ni la Iglesia existirían ni tendrían razón de ser…Cristo está presente y guía su Iglesia. En todo lo que ha sucedido, el protagonista es, en último análisis, el Espíritu Santo. Él ha inspirado la decisión de Benedicto XVI para el bien de la Iglesia; Él ha dirigido a los cardenales en la oración y en la elección. Es importante, queridos amigos, tener en cuenta este horizonte interpretativo, esta hermenéutica para analizar a fondo los acontecimientos de estos días”.
Ha tomado el nombre de Francisco por San Francisco de Asís, porque Francisco es el hombre de la paz. El hombre que ama y custodia la creación, es el hombre que nos da este espíritu de paz, el hombre pobre. ¡Ah, como querría una Iglesia pobre y para los pobres!
Se vislumbra un camino para la renovación de la Iglesia, desde dentro, ¿estaremos dispuestos a cambiar? ¿A ser una Iglesia más parecida a la que quiere Cristo?
Durango, Dgo., 17 de Marzo del 2013 + Mons. Enrique Sánchez Martínez
Obispo Auxiliar de Durango
Email: episcopeo@hotmail.com
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