Procesión por la Paz

Hoy domingo, día del Señor, del hombre y del descanso, les saludo afectuosamente con deseos de gracia y paz en Cristo nuestro Señor.
Hoy por la tarde, con la procesión de los cinco Decanatos de la Ciudad y con la participación de invitados especiales, así como de toda persona que guste solidarizarse terminaremos el Triduo de desagravio e imploración a favor de la paz social.
Porque “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo” (GS 1).
La Iglesia pues, vive en medio de los ambientes y situaciones en que se desenvuelve la vida de los hombres; con ellos se alegra o sufre las situaciones favorables o desfavorables. También es necesario orar en comunión por nuestras autoridades civiles, en su importante y delicado servicio de promover el desarrollo, de normar la interacción social de los ciudadanos, de guardar el orden y de hacer justicia.
En consecuencia, nuestra Iglesia Local, ante los sucesos de violencia e inseguridad y el subsiguiente nerviosismo que sienten los habitantes de las poblados y ciudades duranguenses y zacatecanas de nuestra Arquidiócesis, quiere orar oficial y públicamente presentando nuestras preocupaciones e implorando paz y serenidad de lo alto.
Alguien piensa que es peligroso, pero es más peligroso que el ciudadano o el bautizado se quede como mudo expectante, viendo de lejos, sin implicarse en la vida cívica y religiosa. Alguien piensa que no compete a los bautizados incursionar en la vida política; en parte tiene razón, pero los bautizados, individual y grupalmente, tenemos derecho a manifestar nuestras convicciones religiosas y a dar testimonio de nuestra fe y de nuestra esperanza.
Por ello, su servidor, los Vicarios y la Región Pastoral Centro, invitamos a toda clase de personas a acudir responsable y fervorosamente a esta Procesión por Decanatos o directamente desde sus hogares. No habrá mantas o gritería, se trata de una Procesión con plegarias y cantos religiosos.
Un evento no basta; es necesario que, todos prolonguemos los ruegos e intercesión a favor de la sociedad de la que formamos parte responsable. Es preciso que todos hagamos un serio esfuerzo de conversión del corazón y de las actitudes, sobre todo conversión al amor de Dios y al amor del prójimo.
Durango, Dgo. 22 de junio del 2008.
Héctor González Martínez
Arz. de Durango

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