Entradas

MERMA DE CATOLICOS

En días pasados, un programa noticioso divulgó a nivel nacional una información atribuida al Sr. Nuncio Apostólico, diciendo que diariamente 10,000 católicos latinoamericanos abandonan la Iglesia Católica.
La Oficina Arquidiocesana de Prensa, sondeó los medios para dar seguimiento a la nota, sin encontrar rastro, a parte de la televisora nacional. La misma Nunciatura desmiente tal declaración. Personalmente leí la crónica del periodista Elio Masferrer Kan, quien no se distingue por favorecer a la Iglesia Católica; en su escrito cita la “crisis interior” de la Iglesia Católica pero nada encontré del dato estadístico.
En torno a Aparecida circuló el dato de que el 1% anual de católicos latinoamericanos se apartan de la Iglesia Católica. Con seguridad digamos pues, que el Sr. Nuncio no expresó tal cifra, que más parece infundio de grupos enemigos de la Iglesia.
Ciertamente algunas ideologías postmodernas, como el agnosticismo, diariamente difunden ideas o mensajes abierta o sutilmente presentados que debilitan las convicciones religiosas logrando que, muchos católicos, permaneciendo en su religión, hagan concesiones contrarias a su fe. Ducha corriente de la postmodernidad es causa de la mayor descristianización, sea que las personas se aparten de hecho o que permanezcan en un mar de dudas y contemporizaciones. Particularmente muchos hermanos, ignorando su propia religión, a diario sufren el proselitismo protestante, se dejan capturar con promesas y obsequios, se debilitan o lo que es peor caen en el agnosticismo.
La frase real del Sr. Nuncio “sí hay momentos de crisis”, es un hecho en todas partes. Entre nosotros, podemos notar unos cuantos síntomas: los que comulgan sin confesarse, el retraso del Bautismo y de la Primera Comunión, no casarse, las separaciones matrimoniales, el catolicismo light, la incoherencia, decirse católico y contemporizar con prácticas orientales, la abundante superstición, el niño Fidencio, la santa muerte, Jesús Malverde, 4° y 5° pasos, vivir libre, la pirámide, expresiones modernas de autoestima…
Mirando serenamente las palabras reales del Sr. Nuncio, hay que decir que tiene razón. Toda persona individual y todo organismo social, atraviesa por crisis diversas; y es necesario que así sea. Cada uno de nosotros atraviesa por crisis y México también. Y es saludable o provechoso atravesar y superar diversas etapas de crisis; pensemos en el proceso del embarazo, en el paso de la infancia a la niñez, a la adolescencia, a la juventud, a la edad adulta, a la tercera edad. Y en cada crisis crecemos física y espiritualmente.
Que la Iglesia esté atravesando por una crisis, es positivo, para crecer al pasar de la ignorancia al conocimiento y a la experiencia, del conformismo por la religiosidad heredada a la responsabilidad personal. Igualmente si la Iglesia pierde un 1% anual de sus miembros pasivos, abúlicos, ¡lástima!, pero quedará un resto fiel de gente pobre, capaz de renovarse y de regenerar el organismo entero de la Iglesia. Esos es lo que buscamos con la Misión Arquidiocesana en las etapas que se van sucediendo; apuremos el ritmo misionero.
Sufrimos la crisis de la postmodernidad y del neopaganismo, que se vuelve desafío para los discípulos y misioneros de Jesucristo , hoy.
Gracias, Sr. Nuncio, por su señalamiento; gracias, por visitarnos para motivar a nuestra Iglesia Local en su Misión Arquidiocesana. Gracias, Dios Padre Bueno, por las crisis y por la nueva Diócesis de Gómez Palacio, para evangelizar más y mejor a Durango.
Durango, Dgo. 15 de febrero del 2009
Héctor González Martínez
Arzobispo de Durango

Ecos del Plenario

En la entrega de hace ocho días comenté globalmente los toques y los enfoques del Plenario Anual Sacerdotal celebrado de lunes a viernes en el Seminario Mayor congregando a todos los Presbíteros de la Arquidiócesis.
De los 204 Presbíteros que conformas actualmente el Presbiterio Arquidiocesano, se congregaron 150. Dentro de dos semanas, con la erección de la Diócesis de Gómez Palacio el día 17 del presente mes, 50 Presbíteros pasarán a formar parte del Presbiterio de la nueva Diócesis. De hecho, la tarde del miércoles se dedicó a deporte, teatro y cena de gala como señal de fraternidad entre los Presbíteros de la Arquidiócesis y de la nueva Diócesis. Brilló el espíritu de amistad y de sana alegría, que todos deseamos permanezca siempre
En terreno anexo al Seminario y en el marco del Plenario, con la asistencia de Presbíteros, Autoridades civiles, seminaristas y fieles, se bendijo la primera piedra de la Casa-hogar que se inicia a construir para albergar a los Presbíteros ancianos o enfermos. Los Presbíteros dedican su vida de tiempo completo al servicio de la Arquidiócesis; es justo que la Arquidiócesis gratifique a los Presbíteros que se hacen viejos sirviéndola. Gracias a Dios que por fin se le puso mano a esta iniciativa, que esperamos se construya con la colaboración de todos
El primer punto de estudio, fue sobre la figura de S. Pablo y la Sagrada Escritura. La figura de S. Pablo, porque estamos celebrando el segundo milenio de su nacimiento; y su figura campea como un gran converso del Judaísmo al Cristianismo, transformándose en el más grande evangelizador y misionero de la antigüedad; junto a S. Pablo, vimos el tema de la Sagrada Escritura, porque la Palabra de Dios escrita ha de ser el libro de lectura del cristiano, por encima de cualquier otro; indispensable para normar la vida personal, para transformar la vida familiar y social.
Como anuncié hace ocho días, un tema de primera importancia, tratado por un día entero, fue sobre el Diaconado permanente. Repito que el Sacramento del orden tiene tres grados: Diaconado, Presbiterado y Episcopado. El Diaconado, que viene a ser el tercer grado, es el menos conocido de los tres; influye en ello, que este grado lo conocemos sólo como ocasional o de paso para quienes se encaminan al Presbiterado. Pero, en realidad el Diaconado ha existido desde el principio bajo la modalidad de permanente, como su forma propia; porque es parte del Sacramento del Orden y de la naturaleza de la Iglesia. Así pues, después de que habíamos escuchado varias alusiones en diversas ocasiones, hora estudiamos seriamente el tema; dialogamos con dos Diáconos permanentes que vinieron de Parral, Chih. y el tema fue asumido o aceptado por unanimidad. A los fieles les ha costado aceptar a los Ministros laicos de la Sgda. Comunión; ahora que ya los van conociendo y aceptando, empezaremos a instrumentar el Diaconado Permanente, renglón eclesial y pastoral, que les estrujará, pero que impulsará nuestra vida diocesana.
Punto central del Plenario fue la Pastoral Integral del Presbítero bajo el siguiente hermoso y desafiante objetivo: “ofrecer al Presbítero los elementos necesarios para que crezca como persona y adquiera aquellas cualidades que hicieron de Jesucristo el hombre por antonomasia y llegue así, a la madurez existencial”. A todos nos debe interesar este elevado objetivo; ayudemos pues con nuestras incesantes plegarias para obtener una nueva oleada de Presbíteros.
Durango, Dgo. 8 de febrero del 2009.
Héctor González Martínez
Arz. de Durango

Plenario Presbiteral

Es sano, justo y necesario que los fieles se interesen y se enteren de las diversas actividades de la Arquidiócesis, su Iglesia de pertenencia.
Particularmente es saludable que conozcan, las promociones que la Arquidiócesis organiza y orienta a la promoción de los Presbíteros. Es el caso del encuentro anual de todos los Sacerdotes en el Seminario Mayor, llamado Plenario, durante los días de lunes a viernes de la semana que empieza.
El Plenario gira en torno al eje principal de la oración, de la Liturgia de las Horas, de los Laudes y las Vísperas, de la Confesión sacramental y de la Eucaristía. Y así gira el ser y el quehacer del Presbiterio todos los días. Junto a ello, acompañarán la sana y fraterna convivencia y la plática amigable.
Por estar en el Año Jubilar por el bimilenario del nacimiento de S. Pablo, un eje particular del Plenario en este año, será la predicación diaria por la mañana sobre la vida y la teología de S. Pablo.
Todos comprenden fácilmente, que aún los Presbíteros requieren de atenciones y servicios para permanecer fieles a la propia vocación. Por lo que se estudiará la Pastoral sacerdotal y se organizará la formación permanente.
Entre los temas principales de estudio, uno será sobre el Diaconado Permanente. Se trata del tercer grado del Sacramento del Orden, que ordinariamente lo reciben los que se van a ordenar Presbíteros. Pero también hay la posibilidad de que lo reciban varones casados, con esposa e hijos y que simultáneamente permanezcan viviendo el Sacramento del Matrimonio. Es una modalidad en la Iglesia para vivir el Sacramento del Orden y ejercer algunos ministerios. Tiene requisitos de vida honesta, de familia integrada, de formación especial, de trabajo seguro, de entrega al apostolado; y en consecuencia de compromiso pastoral. Se estudiará con miras a introducirlo en nuestra Arquidiócesis.
Suele suceder que los fieles consideran que el Sacerdote no se cansa ni se enferma. Pero, en verdad está sujeto a la misma fragilidad de todo ser humano. Por ello, desde hace años se desea tener una Casa-hogar para los Sacerdotes ancianos o enfermos. El hecho de que en los últimos años hemos tenido más Sacerdotes enfermos y ancianos, nos ha empujado a formalizar este deseo que viene respaldado por un Patronato de laicos. Con la asistencia del Presbiterio, durante estos días se colocará la primera piedra.
La Casa-hogar sacerdotal, será apoyada por muchos laicos; pero también por los mismos Sacerdotes, quienes no podemos sólo esperar que los fieles nos apoyen, sino también valernos por nosotros mismos. Así es que debemos practicar entre nosotros mismos diversas formas de solidaridad.
Por otra parte se evaluará la sexta prioridad del Plan de Pastoral sobre la formación de agentes, tarea que tiene escasa proyección. Así mismo, se revisará como esté el termómetro del entusiasmo y del fervor sobre la Misión Arquidiocesana, con miras a elevar dicho nivel, para estar más a tono con la Misión Continental. Paralelamente se evaluarán las Escuelas de formación de laicos.
En honor de los que quedarán incardinados a la Diócesis de Gómez Palacio disfrutaremos de una tarde de deporte, de una obra de teatro y de una cena de gala.
Donde dos o más se reúnen en mi nombre, ahí estaré yo en medio de ellos. ¡Que hermoso es estar unidos en el Señor!
Durango, Dgo. 1 de febrero del 2009.
Héctor González Martínez
Arz. de Durango

Visita Pastoral

Hago del conocimiento de todos que, habiendo inaugurado la IV Etapa de la Misión Arquidiocesana, como Año de la Familia, a partir de esta semana que empieza Mons. Enrique, Mons. Caballero y su servidor recorreremos todas las Parroquia de la Arquidiócesis en Visita Pastoral.
El Objetivo general de esta Visita Pastoral es cumplir con el deber de cumplir lo establecido en el Código de Derecho Canónico de visitar cada cinco años todas las Parroquias de la Arquidiócesis. Esta vez, el Objetivo especifico de la Visita es recorrer cada una de las Parroquias alentando el interés y el entusiasmo de sacerdotes, misioneros y fieles en general por las líneas pastorales y por la Misión Arquidiocesana.
Por lo pronto, durante la semana que empieza visitaremos de una manera rápida los cinco Decanatos de la Región Laguna-Durango, que próximamente se convertirá en la Diócesis de Gómez Palacio. Dedicándoles un día por Decanato, se congregarán Párrocos y fieles de las Parroquias correspondientes con la siguiente temática: la Iglesia, la Diócesis, el Obispo y la Misión; escogemos esta temática con el fin de promover el interés y el entusiasmo por la nueva Diócesis y por la Misión. Dios nos conceda que pastores y fieles levanten los corazones conforme a las exigencias de las circunstancias.
Después de esta semana, durante el año, dedicaremos cuatro días de cada semana a visitar cada una de las Parroquias de lo que seguirá siendo la Arquidiócesis de Durango, con el fin de revisar el estado que guarda cada Parroquia, y específicamente el estado de la Pastoral y de la Misión. Y no sólo revisar como inspeccionando, lo cual ciertamente es un aspecto del ministerio episcopal, sino también avivando el celo pastoral.
Porque la intención de Jesucristo no fue la de establecer algo fijo o estático, sino la de instaurar en el mundo un organismo vivo y dinámico, vigoroso y pujante preñado de vida humana y sobrenatural, capaz de renovar constantemente las personas, los ambientes, antigua y siempre nueva, renovándose a sí misma para servir de germen renovador de la humanidad y del orden social.
Con el paso del tiempo los organismos biológicos o humanos se esclerotizan y requieren de una renovación. El punto de partida para esta renovación, puede ser diferente para cada uno: la incredulidad, el pecado, la tibieza, la debilidad espiritual o la necesidad de mayor vigor y santidad; el punto de llegada, es igual para todos: la vida nueva en el Espíritu.
No se trata pues, de ponerse en la situación de quien espera llegar a ser cristiano por primera vez, como si antes no lo hubiera sido de hecho o lo hubiera sido sólo de nombre. Se trata de descubrir con alegría la riqueza que ya es nuestra por el bautismo, pero que quizá yace inactiva en nuestro interior como el fuego bajo una capa de cenizas. Se trata de completar el bautismo en lo que falta de cumplimiento por parte nuestra.
Somos ricos , porque poseemos los títulos de hijos de Dios, de herederos de Cristo, de miembros del Cuerpo Místico, de templos del Espíritu Santo, y podemos llevar a cabo válidamente todos los actos de la vida cristiana, pero no tenemos conciencia de ser todo esto y, no sabiéndolo, no utilizamos nuestra riqueza y vivimos pobremente.
Las circunstancias eclesiales que vivimos pueden descubrirnos esta riqueza.
Durango, Dgo. 25 de enero del 2009.
Héctor González Martínez
Arz. de Durango

Encuentro Mundial de las Familias

El VI Encuentro Mundial de las Familias tuvo como anfitrión a la Arquidiócesis de México, que acogió a más de diez mil personas africanas, americanas, asiáticas y europeas, superando las expectativas. El Cardenal Norberto propuso como objetivo hablar de la familia y sus valores a la luz de la fe.
El Encuentro incluyó Celebraciones litúrgicas y de la Palabra, ponencias magistrales, resonancias practicas, presentación de experiencias mundiales a favor de la familia, exposición y oferta de materiales didácticos y coloquios especiales para jóvenes.
Destacó la asistencia y la participación valiente del Sr. Presidente de la República, llamando la atención su profesión de fe católica y exponiendo principios sobre el valor de la vida y sobre acciones de su gobierno.
El famoso y conocido P. Raniero Cantelamessa con el tema: “Las relaciones y los valores familiares según la Biblia” llamó a redescubrir el ideal bíblico del matrimonio. Ante las propuestas desquiciadas como abolir las distinción de sexos sustituyéndola con la distinción de géneros, o liberar a la mujer de la supuesta esclavitud de la maternidad, nuestros valores cristianos, “resistan estos intentos de sustituir a Dios”; “por ello, no hay que tener miedo de proponer a las parejas de futuros esposos cristianos, orar un poco juntos en la noche de bodas, como Tobías y Sara”
El Cardenal Marc Ouellet, Arzobispo de Québec, Canadá, con el tema “Valores a descubrir y redescubrir” inició señalando que el mundo se encuentra “en una confusión antropológica” en la que corrientes como el constructivismo o la teoría del género, desnaturalizan a la familia y al hombre, sobreponiendo sus deseos a su propia naturaleza, la salida es descubrir y redescubrir los valores”: que la familia busque lo mejor para cada miembro, que cada uno de ellos aspire a la santidad, importancia de la familia como la primera educadora del individuo, el amor conyugal como fundamento de la familia, la misión de la familia definida por el amor.
Frente a la corporeidad, don revalorizado por la vida y frente al tabú generalizado a hablar de sexo en el hogar sobre todo en las familias tradicionales, la Dra. Helen Alvaré reconoció que a partir del Encuentro es buen momento para que la Iglesia hable de sexualidad: “una de las cosas más interesantes de la Iglesia Católica, es su entendimiento tan profundo de lo físico; no nos da miedo ni pena hablar sobre la sexualidad humana, es por el contrario, una bendición”. “El Cristianismo tiene esta riqueza de expresar sus misterios a través de la corporeidad, como es el caso de la Encarnación y la Resurrección, por ello la Iglesia no se avergüenza del cuerpo humano y por el contrario, los fieles tienen la oportunidad de pertenecer al Cuerpo Místico de Cristo a través de su propia persona”.
En la línea de experiencias en apoyo a las familias, destacaron la pastoral parroquial; Equipos Nuestra Señora, de espiritualidad conyugal; Parejas de Cristo, construyendo el Reino de Dios; el Sodalicio de Vida Cristiana, a favor de la santidad familiar; Renovación Cristiana en el Espíritu Santo, el Reino de Cristo, la Familia Educadora en la fe, la Comunidad de S. Egidio, y el Movimiento Familiar Cristiano.
Puntualizando y terminando esta entrega se lamentó que decisiones de unos pocos influyan en la familia, devaluándola.
Ayer sábado fue de testimonios y hoy domingo el Papa clausura con su mensaje. Ojalá que aprovechemos para revalorar la familia mexicana
Durango, Dgo. 18 de enero del 2009. Héctor González Martínez
Arz. de Durango

Año de la Familia

Hace casi seis años que, habiendo regresado a Durango, me preguntaron en rueda de prensa sobre mis propósitos u objetivos en Durango; contesté que no traía nada preparado; que mi objetivo primero sería ver lo que estuviera bien para reforzarlo y ver lo que estuviera mal para enderezarlo.
En consecuencia, como Sucesor de los Apóstoles y Pastor de esta noble Iglesia, emulando al Apóstol Pablo, pasé un año, observando las realidades humanas, sociales y espirituales y la actividad pastoral; recorrí todos los rumbos de nuestra Iglesia local,
Especialmente me llamaron la atención las seis prioridades pastorales: 1.- Evangelización y Catequesis, 2.- Pastoral Litúrgica, 3.- Pastoral Social, 4.- Pastoral Familiar, 5.- Pastoral Juvenil y 6.- Formación de Agentes.
Detecté una profunda religiosidad, una liturgia viva y unos atisbos de Pastoral Social, impulsados por el II Sínodo Diocesano y por los dos Planes Diocesanos de Pastoral. Simultáneamente detecté pasividad, superficialidad, y abulia, sobre todo para la Nueva Evangelización, formar las conciencias y la proyección social de la fe. No observé generosidad y entusiasmo en la realización de tan altas y promisorias metas.
En consecuencia, hace casi cinco años, propuse a los cuadros pastorales un programa, resaltando aspectos apremiantes y entre ellos una Misión Diocesana que despierte el entusiasmo de ser cristianos y la generosidad por evangelizar.
Así, después de un año de preparación, “caminando, caminando”, ya hemos realizado tres Etapas de la Misión Arquidiocesana: 1ª Etapa Kerygmática, 2ª Etapa Bíblica y 3ª Etapa Catequética. Ahora nos aprestamos para una 4ª Etapa como Año de la Familia.
Año de la familia, porque la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, es Familia Trinitaria y en su Nombre estamos bautizados. Año de la Familia, porque la Iglesia es la gran Familia de Dios, y, si en próximos días, la Iglesia Católica se concentra en Ciudad de México celebrando el VI Encuentro Mundial de las Familias, nuestra Misión Diocesana, dedicará todo este año a dicho tema. Año de la familia, para recoger la ancestral tradición de la familia mexicana, que es el aspecto humano-cristiano más afectado por el relativismo y el reduccionismo de la postmodernidad. Año de la familia, para repasar o recoger las raíces tradicionales de la familia mexicana y revitalizarlas con el injerto del Evangelio. Año de la familia, para hacer eco al tema del VI Encuentro mundial de las familias, a saber: “la Familia formadora de los valores humanos y cristianos”.
Pero para ello se necesita enjundia, entusiasmo y hasta valor para dejar el pellejo en las trancas por el Evangelio. Muchos se empeñan en la Misión Arquidiocesana, mientras que otros se contentan con recoger migajas del pasado.
Para enfervorizarnos en la búsqueda de estos objetivos, en la inauguración de la 4ª Etapa, anhelando una Iglesia bonita y sencilla, ayer, viva y dinámicamente, vigorosa y pujantemente proclamamos nuestro Pregón de compromisos.
Y después del Pregón llenos de alegría y optimismo, entonamos el himno de la familia: “que ninguna familia comience en cualquier de repente; que ninguna familia se acabe por falta de amor; la pareja sea uno en el otro de cuerpo y de mente, y que nada en el mundo separe un hogar soñador. ¡Bendecid oh Señor las familias, Amén; Bendecid, oh Señor, la mía también!”
Durango, Dgo. 11 de enero del 2009.
Héctor González Martínez
Arz. de Durango.

ASAMBLEA DEL PRESBITERIO

A PRESBITEROS DIOCESANOS, RELIGIOSOS Y DIÁCONOS:

Estimados Hermanos:
Les saludo afectuosamente en este comienzo del nuevo año que Dios nos concede como oportunidad para continuar la IV Etapa de la Misión Diocesana, dedicado a la Familia, con sus virtudes y valores humanos que forjan la sociedad y la Iglesia.

Aunque todos están enterados del Plenario Sacerdotal Anual, lleven a bien que les haga recordatorio y exhortación para que acudan gustosa y puntualmente a este encuentro a celebrarse en el Seminario Mayor del 2 al 6 de Febrero de 2009.

Coordinación general: Mons. Enrique Sánchez Martínez
Secretaría: P. Francisco Javier Pérez y P. Héctor Frías
Tesorería: P. José Luis Galindo Anaya
Liturgia: P. Juan José Martínez Mireles
Cocina y alimentación: Diac. Manuel Bernardo Aguirre
Hospedaje: P. Refugio Estrada Noris
Deporte: P. Francisco Javier Pérez
Refrigerios: P. Miguel Antonio Morales.

Inicio: lunes 4.30 p.m. Término: viernes con la comida.
Para hospedaje hay 85 camas disponibles en cuartos de 1,3 y 4 camas. Se les recomienda traer su propia ropa, sus cobijas y su toalla. Avisar con tiempo al P. encargado.
Cuota: $700.00 por persona. Encargados de colectarlas: cada Decano y las entrega al P. Tesorero.
Recomendación: quienes traigan valores, tomen las medidas convenientes. La Comisión del Clero o el Seminario no se hacen responsables de alguna pérdida.
Se adjunta Programa.

Confiando vernos pronto, saludarnos y convivir fraternalmente.

Durango, Dgo. 8 de enero del 2009.

+ Héctor González Martínez
Arzobispo de Durango

Pbro. Lic. M. Alberto Villalobos
Secretario-canciller

Selecciones de Teología 5

Se observa en nuestra Arquidiócesis una tendencia, a navegar entre práctica incoherente, cumplimiento social, prácticas relativistas, sincretistas, supersticiosas, desmitologizantes o reduccionistas (el Dalai Lama, la santa muerte, el niño Fidencio, Jesús Malverde, simbolismo sacramental, etc.), junto con la práctica del Catolicismo.
Hay hermanos que, por falta de formación, sin fijarse en teorías, adoptan las prácticas; hay otros que adoptan interpretaciones y prácticas “lights” cómodas, como es el tema que venimos estudiando.
Pero, en la Iglesia, se vive el misterio trinitario en múltiples formas de comunión eclesial, que significa las relaciones de caridad, paz, comunicación, armonía, afecto, respeto, sinfonía, etc. y que han de practicar los fieles bautizados. La comunión eclesial incluye enseñanza, formas sacramentales, litúrgicas y disciplinares. Lo contrario de la comunión es la excomunión o excomulgarse por herejía o cisma en diversos grados.
La Iglesia en todos sus niveles, tiene en la Eucaristía, la máxima expresión de la comunión; en el Obispo y en el Papa tiene el centro de esta comunión por la caridad. Por este misterio de comunión con el Papa, el Obispo tiene en la Iglesia diocesana el oficio de enseñar, santificar y regir; por lo mismo, también es vigilante de la sana enseñanza doctrinal y teológica. Consecuentemente, en la Arquidiócesis no puede haber un doble magisterio; no somos una iglesia sincretista, luterana o presbiteriana; somos una Iglesia católica laical, presbiteral y episcopal, en comunión con el Papa.
Por tanto, acerca de la relación entre los Sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía, ante las posturas o teorías doctrinales, litúrgicas y disciplinares ha de prevalecer el Magisterio oficial de la Iglesia que enseña: que los pecados leves no interrumpen el estado de gracia y por tanto se puede comulgar hasta por un año, siendo conveniente confesar también los pecados veniales durante el año para mayor perfección cristiana.
El pecado grave interrumpe el estado de gracia e impide celebrar la Misa o comulgar; en situaciones de urgencia o necesidad y no habiendo confesor disponible, extraordinariamente se puede comulgar haciendo un acto de contrición perfecta con propósito firme de confesarse cuanto antes (una semana). Urgencia o necesidad podría ser de celebrar la Misa, de ganar la Indulgencia plenaria, de acompañar en un Matrimonio, Primera Comunión ú Ordenación, etc. Esta excepción no vale para padres o padrinos que viven en amasiato o en adulterio.
En el caso extraordinario de Confesión general o de Unción de enfermos, queda igualmente el deber en conciencia de confesarse personalmente cuanto antes.
Por tanto, los hermanos presbíteros y laicos, que van adoptando posturas fáciles o cómodas y contrarias, vean que se van apartando de la rectitud doctrinal, litúrgica y disciplinaria; o sea solos se van excluyendo de la Comunión eclesial diocesana y católica. Les exhorto a corregir el camino y atender a la sana enseñanza de la Iglesia ya expuesta; primeramente, adoptando la doctrina del Magisterio de la Iglesia; luego, adoptando la práctica coherente.
Queda desaprobada la práctica presbiteral de urgir a los fieles a que pasen a comulgar bastándoles participar en la Misa. Los Presbíteros, no violenten la conciencia de los fieles que se sienten en pecado grave, su obligación es formar su recta conciencia.
Durango, Dgo. 4 de enero del 2009.
Héctor González Martínez
Arz. de Durango

Selecciones de Teología 4

En la entrega del 7 de diciembre, refiriéndome a la teoría sobre la Penitencia y la Eucaristía publicada en 1968 en Selecciones de Teología, expresé que dicha teoría es tema ya repetidamente superado por el Magisterio de la Iglesia. Ofrezco otras muestras.
En el año 1983, el Código de Derecho Canónico asienta: “Quien tenga conciencia de hallarse en pecado grave, no celebre la Misa ni comulgue el Cuerpo del Señor sin acudir antes a la confesión sacramental, a no ser que concurra un motivo grave y no haya posibilidad de confesarse; y en cuyo caso, tenga presente que está obligado a hacer un acto de contrición perfecta, que incluya el propósito de confesarse cuanto antes” (Canon 916).
En abril de 2003, la Enciclica “Ecclesia de Eucharistia” de Juan Pablo II urge reconciliarse para comulgar: “La integridad de los vínculos invisibles es un deber moral bien preciso del cristiano que quiera participar plenamente en la Eucaristía comulgando el Cuerpo y la Sangre de Cristo… La Eucaristía y la Penitencia son dos Sacramentos estrechamente vinculados entre sí. La Eucaristía, al hacer presente el Sacrificio redentor de la Cruz, perpetuándolo sacramentalmente, significa que de ella se deriva una exigencia continua de conversión, de respuesta personal a la exhortación que S. Pablo dirigió a los cristianos de Corinto: ‘en nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios!” (2Cor 5,20). Así pues, si el cristiano tiene conciencia de un pecado grave está obligado a seguir el itinerario penitencial, mediante el Sacramento de la Reconciliación para acercarse a la plena participación en el Sacrificio eucarístico” (nn. 36-37).
En marzo del 2004, la Instrucción de la Congregación para el culto divino y la disciplina de los Sacramentos, amplía: “Por lo que se refiere al acto penitencial, situado al comienzo de la Misa, este tiene la finalidad de disponer a todos para que celebren adecuadamente los sagrados misterios, aunque carece de la eficacia del Sacramento de la Penitencia, y no se puede pensar que sustituye, para el perdón de los pecados graves, lo que corresponde al Sacramento de la Penitencia. La costumbre de la Iglesia manifiesta que es necesario que cada uno se examine a sí mismo en profundidad, para que quien sea consciente de estar en pecado grave no celebre la Misa ni comulgue el Cuerpo del Señor sin acudir antes a la confesión sacramental, a no ser que concurra un motivo grave y no haya oportunidad de confesarse; en cuyo caso, recuerde que está obligado a hacer un acto de contrición perfecta, que incluye el propósito de confesarse cuanto antes” (80-81).
En febrero del 2007, la Exhortación Apostólica postsinodal Sacramentum caritatis” de Benedicto XVI, exhorta: “No se puede esperar una participación activa en la liturgia eucarística cuando se asiste superficialmente, sin antes examinar la propia vida. Favorece dicha disposición interior, por ejemplo, el recogimiento y el silencio al menos unos instantes antes de comenzar la liturgia, el ayuno y, cuando sea necesario la confesión sacramental. Un corazón reconciliado con Dios permite la verdadera participación… Sin duda, la plena participación en la Eucaristía se da cuando nos acercamos también personalmente al altar para recibir la Comunión. No obstante, se ha de poner atención para que esta afirmación correcta no induzca a un cierto automatismo entre los fieles, como si por el sólo hecho de encontrarse en la Iglesia durante la liturgia se tenga ya el derecho o quizá incluso el deber de acercarse a la Mesa Eucarística”.
Suficientes documentos del Magisterio eclesial a favor de la recta enseñanza.
Durango, Dgo. 28 de diciembre del 2008.
Héctor González Martínez
Arz. de Durango

A Sacerdotes y Seminaristas en el Extranjero.

“Que el Señor Jesús que quiso encarnarse en el seno de una familia y nos la ha dado como modelo perfecto para nuestras familias, nos conceda la paz, la alegría y el estar unidos por los lazos del amor”.
Como ya es tradición en este tiempo, me comunico especialmente con ustedes, con el mensaje común, pero con un saludo particularmente afectuoso, de manera que en estos días, yo les sienta cercanos e igualmente ustedes me sientan cercano.
El texto de la felicitación lleva el tema de la Sagrada Familia, no sólo porque el mes próximo se celebrará en México el Encuentro Mundial de las Familias, sino porque en el avance de la Misión Arquidiocesana, dedicaremos todo el año 2009, a la siguiente IV Etapa como “Año de la Familia”.
Entre el Presbiterio, no se ha logrado o no se ha querido comprender, que el Plan Diocesano de Pastoral tiene seis prioridades: Evangelización y Catequesis, Liturgia, Pastoral Social, Familia, Juventud y Formación de agentes. Y que correspondientemente, las Etapas de la Misión corren paralelas a las Prioridades, buscando potenciarlas: Evangelización, Biblia, Catequesis y Familia. Y parece pretexto para no apoyarlas cuanto se necesita, por lo que la Misión no alcanza su máximo.
Como causa puede ser que nos ha faltado impulsar suficientemente la oración y la conversión personal y pastoral. Les dejo esa tarea, para que la hagan convicción y desde allá apoyen asiduamente.
De todas maneras, con nuestras imperfecciones se sigue adelante, y ya tenemos impresos cuarenta mil folletos con el tema de la familia y ya se están grabando los cantos. La apertura de la IV Etapa será el 10 de enero, a las 11.00 de la mañana en la Velaria y a las 5.00 de la tarde en el Francés de la Laguna.
Al mismo tiempo vamos impulsando dos iniciativas: la Iniciación Cristiana y el Diaconado Permanente.
Naturalmente, que también estamos trabajando en los preparativos para la erección de la Diócesis de Gómez Palacio el día 17 de febrero. La nueva Diócesis comprenderá 38 Parroquias, 49 Presbíteros y unos 40 seminaristas entre menores y mayores. De los Presbíteros recientemente he intercambiado a Herminio y a Julio; a principios de enero se trasladarán Antúnez (de Lajas) y Cuco (de Guanaceví) a Venecia y a Nazas respectivamente, intercambiando con Miguel Ángel (de Venecia a Guanaceví) y Miguel Ángel (de Nazas a Lajas). También trasladaré a Emiliano como Vicario al Sgdo, Corazón de Cd. Lerdo y al Chapo lo trasladaré a la Arquidiócesis. Hay otros tres Presbíteros que igualmente desean cambio a la Arquidiócesis, pero no hay otros que quieran cambio a Gómez; tendrán qué esperar a que aparezcan, pues no podemos dejar vacantes en Gómez; mientras tanto, deben trabajar empeñosamente en impulsar la nueva Diócesis; si le hacen al enzarapado, yo no los quiero en Durango. De la Parroquia de S. Felipe (Venecia) cambié al P. Ricardo Rosales, quien está enfermo de mal de Parkinson y de bipolaridad; todavía no se asienta para ocupar su puesto de Vicario en Nuevo Ideal; en S. Felipe puse al P. Alberto de la O. que estaba en S. Pedro y S. Pablo del Sgdo. Corazón de Gómez Palacio.
Hay que orar a tiempo y destiempo, que el Señor nos haga instrumentos aptos como discípulos y misioneros de hoy; gracias por ello y Felicidades por Navidad.
Durango, Dgo. 22 de diciembre del 2008. Héctor González Martínez
Arz. de Durango