Nacionalismo y Religión

Las ideologías de la Modernidad ideológica tienen el carácter de religión sustitutiva y son el paso de la heteronomía a la autonomía del hombre como fundamento de una visión del mundo. No hay una lucha contra la religión, sino un proceso de identificación entre la nación y la religión. Dos ejemplos claros con el Estado de Israel y el fundamentalismo islámico.
Israel tuvo conciencia de ser el pueblo elegido por Dios , la nación santa de la cual habría de nacer el Mesías. Los hebreos que no aceptaron a Jesucristo como el Mesías, esperaban un Mesías ligado del destino histórico de Israel; en los siglos XIX y XX algunos intelectuales identificaron al Mesías con el pueblo hebrero disperso entre los pueblos. Pero no se trataba de una idea meramente religiosa, también incluía romántica y nacionalísticamente el deseo de un Estado judío.
Theódore Herzl (1860-1904) consideraba imposible una completa asimilación de los judíos a las sociedades europeas; su sueño de un Estado hebreo se concretó en 1948, después de intensas negociaciones diplomáticas.
Hoy, permanecen minorías hebreas que tienen una gran conciencia religiosa, aunque el mesianismo de Israel sufrió un fuerte proceso de secularización. Hoy, se puede hablar de un nacionalismo judío que identifica nación con Estado y por lo tanto, análogo al nacionalismo occidental, en que el elemento religioso ocupa un papel importante pero no central.
En cuanto al fundamentalismo islámico, el Islam, que significa “sumisión a Dios”, es un concepto religioso, que implica determinadas formas de organización social, política y cultural. Originado en el siglo VII de las revelaciones divinas de Mahoma. Contiene el Corán, de 114 capítulos; junto al Corán está la Sunna o dichos y hechos de Mahoma. La Sharia, o ley revelada, es un conjunto de prescripciones religiosas y políticas. La religión musulmana tiene cinco pilares: la confesión de fe en Alá, la oración ritual, la limosna legal, el ayuno en el mes de Ramadán y la peregrinación a la Meca.
Elemento central del Islam es la Jihad o guerra santa de tres significados: lucha contra uno mismo para combatir las pasiones, lucha por la expansión y dominio del Islam, con exclusividad y sin admitir la legitimidad de otras religiones, y el combate contra los malos musulmanes; en los últimos años ha tenido una aplicación rigurosa (vgr. 11 de septiembre 2001).
Con distintos acentos el Islamismo se extiende por África del norte, Medio oriente, India, Pakistán, Indonesia, Magreb y especialmente Turquía. Por tanto no se puede identificar a todo el Islam con el fundamentalismo religiosos. Durante largos períodos de su historia el Islam convivió con otras religiones, a pesar de su carácter exclusivista. Por otra parte, merece respeto, una fe profesada aproximadamente por más de mil trescientos cincuenta millones de personas; (mientras que los católicos sumamos en este año mil ciento cincuenta millones aproximadamente).
Además, la fe musulmana, llevada hasta las últimas consecuencias, implica una unión entre poder político y poder religioso, ya que la organización jurídica proviene de la revelación. Este hecho encierra consecuencias graves para el orden internacional y para la salvaguardia de los derechos de las personas humanas.
Durango, Dgo. 16 de noviembre del 2008.
Héctor González Martínez
Arz. de Durango

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