ECOS DE VILLA OCAMPO

Durante esta semana, de martes a jueves, practiqué la Visita Pastoral a las Comunidades cristianas de la Parroquia de S. Miguel Villa Ocampo, Dgo., Parroquia al norte del Estado limitando con Chihuahua, llamado antiguamente S. Miguel de las Bocas, debido a que por ahí cerca desembocaba en Río Florido que baja desde las montañas de Chihuahua. Ahí donde era la desembocadura del río abajo y del río arriba, ahora está la presa de S. Gabriel. Por la costumbre revolucionaria de cambiar los nombres se le puso Villa Ocampo, pero el uso de la gente es decirle S. Miguel de Villa Ocampo.
Yo había visitado S. Miguel para la fiesta el 29 de septiembre y para las Confirmaciones. Ahora, estuve ahí cuatro días en Visita Pastoral en la que hay sobre todo, el recorrido por las Comunidades, el saludo a la gente y la predicación del Obispo. Esta vez, por las recomendaciones sanitarias del Gobierno federal, se limitó el saludo, pero la gente confía más en la protección de Dios. Queriendo interrumpir la visita, un médico corrió el rumor de que había un caso de contagio de la influenza, pero todo quedó en rumor.
El martes por la tarde, los fieles fueron por mí al templo y nos fuimos en procesión hasta el salón ejidal, donde desarrollamos la sesión con las comunidades del centro, la Eucaristía y la convivencia. La espontaneidad de la gente, cantando, echó de ver que están metidos en la Misión Arquidiocesana, que distinguen las Etapas y que saben los cantos.
El miércoles hicimos un recorrido por las comunidades de arriba del Río Florido; salimos a las 9.30 y regresamos a las 6.20. Son comunidades fervorosas y comprometidas en la Misión. Zigzagueando, por el río seco o mojado, ancho o angosto, llegamos casi a los límites con Chihuahua. El ganado vacuno hace notar que toda esa región norteña tiene vocación ganadera, un poco agrícola y frutícola de membrillos, durazno y nuez. Las comunidades más alejadas manifestaron la necesidad de apoyo para insertarse a la dinámica de la Misión.
Por la noche tuve una cena con comerciantes, agricultores y ganaderos a la que no asistió el Presidente Municipal, pues casi todo el Cabildo vive en Las Nieves, por ser originarios de allá, y un tanto por miedo a los grupos armados. Villa Ocampo es de los pocos Ayuntamientos ganados por la oposición; pero a la autoridad le hace falta más presencia en el Ayuntamiento.
El jueves fuimos a conocer la cortina de la presa de S. Gabriel, que beneficia poco a los lugareños y pasa a irrigar tierras de Chihuahua; me parece desaprovechada la presa en Durango, no hay cultura o política de riego.
Visité el monumento a Nellie Campobello maestra famosa, originaria de Villa Ocampo; en el monumento reposan las cenizas mortales de la maestra. Fui también a visitar el Museo de Pancho Villa en la Ex hacienda de Canutillo, donde se echa de ver el descuido y el abandono; otra vez, la inercia y la abulia que lastiman.
Por la tarde del jueves, en Las Nieves, tuve reunión y Eucaristía con las comunidades de esta parte de la Parroquia
El viernes me dediqué a revisar el Archivo Parroquial.
Resumiendo, me encontré con una Parroquia viva y dinámica, alegre y participativa. Hay grupos de Acción Católica, de Escuela de la Cruz, de Catequistas, de la Vela Perpetua de Misioneros y del Consejo Parroquial. El Templo antiguo dedicado a S. Miguel, se le han hecho mejoras. El Párroco está pendiente de todo. ¡Felicidades!
Durango, Dgo. 3 de mayo del 2009.
Héctor González Martínez
Arz. de Durango

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